martes, octubre 31, 2006

Segundo Día: Domesticando al Animal

Yo por Dentro – Científicamente – Comestible - Otros

La gira sigue. Hoy le tocó aguantarme a “Animal”, de Hacé click salame!, sitio perpetrado con recursos sobrados y elementos que lo hacen diferente al resto. Las animaciones del innombrable y sus múltiples y trágicos finales, son recomendables en serio.

El nombre de la pág. es genial desde varias perspectivas y lo salpica de algunas visitas descolocadas (o no). Es difícil darse una vuelta por los comentarios y no encontrarse a algún/a fulano/a adolescente de habla hispana dando a conocer su dolor espiritual, abandono amoroso y/o supuestos deseos suicidas. Y llámenme cruel, pero a mí me divierte eso de que Google le tome el pelo a los papanatas y los mande paseo a casa de un diseñador medio ninja y antisocial, pero en absoluto despreciable.

Debajo del link, y obedeciendo a las leyes morales del buen gusto y el intercambio, publico también un artículo (escrito curiosamente en un estilo diferente al usual) provisto por el casi veterano webmaster y cálidamente recibido en Damos Pen@. Por decir algo, que se yo.

Choripán Extreme

La Fórmula del Amor (by Animal)
Científicamente

La mente humana es muy simple como para entender ciertas cosas de la vida, incluso podría decirse que solamente se puede comprender un mínimo porcentaje de ella. Es por esto que a lo largo de la historia surgieron mitos, fantasmas, religiones y demás formas de explicar lo que no podíamos alcanzar.
La ciencia no es una excepción, ya que investiga y analiza (con mucho mayor fundamento) las grandes dudas del mundo. Sin embargo, es sorprendente cómo la matemática y el amor todavía no se cruzaron. Existen fórmulas para casi todo... incluso, según me comentaron, hay algoritmos para crear canciones exitosas (que no es sinónimo de "buenas").

Tratar de calcular el nivel de amor de una pareja o de una persona es un tema que se atribuye principalmente a una columnista de la revista Cosmopólitan, pero ya se comprobó que son un fraude. Respondiendo todas las opciones "A" de esos tests lográs ser la mejor amante, y respondiendo las "C" podés autoconvencerte y tomar coraje para dejar a tu novio, ya que este método se basa en preguntas y supuestos, pero no en hechos.

Por eso los expertos de la materia (matemática, no amor) estuvimos quemándonos las cejas durante muchas noches tratando de conseguir la bendita fórmula del amor, y luego de mucho esfuerzo lo conseguimos.
Dejando de lado la idea de que si hubiéramos ido a tomar algo a un bar habría sido más factible "conseguir amor" que quedándonos calculando tanto tiempo, comenzamos a hacer pruebas en ratas de laboratorio. En primera instancia no tuvimos éxito, ya que notamos que las ratas no podían expresar sus sentimientos hacia las hembras de su especie por falta de recursos (flores miniaturas, bombones de queso, falta de privacidad), así que saltamos etapas y comenzamos a experimentar en seres humanos.

El hecho de que no divulguemos la fórmula es porque los experimentos también fueron un fracaso rotundo, aunque en teoría todos los cálculos son correctos. El primer paciente calculó que sentía 43 grados philigrados, y al comentárselo a su pareja, recibió una respuesta del tipo "¿43? ¿Por qué no 46?". En un segundo experimento con otro sujeto se notó una respuesta del tipo "Y con tu ex cuántos grados te habría dado, eh?". Por último, en un tercer resultado fallido concluyó con la afirmación "Estás usando esto de excusa para no ir a comer con mis viejos".

Con tantas complicaciones, nosotros los hombres dedicados a la ciencia agradecemos tener amor sólo por los números, la investigación y por Star Trek, que gracias a las enseñanzas de Vulcano pudimos encontrar en el Sr. Spock un modelo incomparable de supervivencia humana (aunque no lo era).
Mañana: La Araña Malvada

lunes, octubre 30, 2006

La Gran Invasión Mántida: atacando al Pesimista Necesario

Yo por Dentro - Otros


Bueno, hoy se supone que tengo que comenzar a linkear lo escrito en otros blogs vecinos que me invitaron a pasear y fueron elegidos en un sorteo a la vieja usanza: bollitos de papel en una bolsa. Porque lo de echar la suerte de los apostoles me parecía como muy hereje, para variar.

En cuanto comiencen a ser posteados (o sea, en cuanto me publiquen y respondan), iré renovando este artículo, y haciendo algún comentario acerca del sitio favorecido por la fortuna. Antes, no. Porque en una de esas se arrepienten o me censuran y yo acá, como un gilastro, elogiándolos y haciendoles la propaganda nomás porque el aire es gratis.

Y aquí está: Él es el Pesimista Necesario que ve todo para el carajo, o al menos eso dice, porque esto es Internet y en una de esas es en realidad tu hermana, que escribe desnuda mientras se frota un pinito desodorante de automóviles contra el cuello. Fue el primer papelito que saqué. Tampoco voy a elogiarlo mucho porque en una de esas es un tipo y cree que le estoy tirando onda. Pero lo visito a menudo, ya que nada impide, insisto, que sea tu hermana. El artículo es el siguiente: Ave Maentis, morituri te salutant (Llegó la hora de Adorar, o "La Iglesia del Mántido Sentido Común")

Hagan click. Y disculpá, Pesimista, pero no puedo subir tu Botón sin que me tire un error de Blogger.

sábado, octubre 28, 2006

Woooohooooaaaa! All riiiighttt!

Yo por Dentro - Vida Diaria - Cine, tele y así - Otros

El primer sorteo fue realizado bajo mi estricta supervisión. O sea, lo hice a solas. En realidad, no me dio la cara ni la paciencia para explicarle a mi madre la situación a fin de tenerla como jurado, ya que ella no debe ni acordarse de que tengo una pequeña pág. en Internet. Podría enseñarle a hablar en griego en la mitad del tiempo que me llevaría explicarle el funcionamiento de Damos Pena. Y tengan en cuenta que le estoy sumando también el tiempo que me llevaría a mí, aprender griego. En fin, los 3 (tres) afortunados fueron dos nenes y una nena, en este orden:

>Pesimista Necesario (de Todo para el Carajo)
>Animal (de Me quiero Morir)
>Araña (de Más mala que las arañas)

Procuraré ponerme en contacto con los ganadores a fin de que todo se lleve a cabo sin incidentes ni balaceras San Vicentinas, escribiendo y enviando los artículos a partir de este lunes. Hoy por la tarde realizaré el segundo sorteo, que incluirá a todos los que escriban antes de dadas las 14.30hs. y también a los que no salieron beneficiados a la primera.

Doy entonces por empezado el Spring Break (Wooohooo! Yeaaaaaah! Go Mantis! Go Mantis! Go Mantis! Wooohooo!) Y les propongo sacudir el esqueleto, como todos los sábados. Con dos clásicos.

Este es un blanquito de madera, con una de las mejores voces que se han podido escapar de las tierras sajonas. Creo. Me pone nervioso, porque siento que hay un ventrílocuo por ahí escondido, detrás de cámara.

Rick Astley - Together Forever

Este es un reconocido ex-baterista pelado que la levanta con pala escribiendo para Disney, acompañado de un poderosísimo vocalista que se dio a conocer gracias a su tiempo en esa impresionante e inimitable agrupación que fue “Earth, Wind & Fire”, llena de señores músicos y discapacitados estéticos. Este tema se merece estar en cualquier tocadiscos. Y lo que grita este morocho, es envidiable.

Phil Collins & Philip Bailey – Easy Lover

Y no me aguanté: acá van los morochos, en lo suyo. Es insano. Yo no llego ni agarrándome los genitales con los ganchos metálicos, retráctiles y dentados de mi agenda.

Earth, Wind & Fire - Fantasy

viernes, octubre 27, 2006

Woohoooo! Paaaartyyeeeea!

Yo por Dentro

Damos Pen@ (o Damos Pena, dependiendo de por donde se lo mire) tiene ya rato de estar dando vueltas. Estamos hablando de que he publicado aquí más de 200 artículos (algunos de ellos bien logrados), recibo aproximadamente unas 200 visitas diarias (de las cuales unas diez son mías) y la cantidad de comentarios depende más de la longitud de los textos (a veces, espantadora) que del tema que se me ocurra tratar, ya que quienes me visitan son unos cuantos incondicionales (ustedes saben quienes son, comenten o no) y un puñado de gente de habla hispana que me lee todas las mañanas cual si fuera yo el Clarín, y me escribe correos electrónicos.

También están los que se dan una vuelta de cuando en cuando, por cortesía, y que están relativamente aburridos, o dejaron de sorprenderse. Y unos veinte ciudadanos que no comentan electrónicamente, sino que prefieren decirme “en persona” lo que piensan acerca de cada artículo. Puede sonar estúpido, pero es comprensible considerando que algunos viven a cinco minutos de mi casa, tienen mi número telefónico, o trabajan a escasos pasos de mí. A estos últimos procuro agradarles en cada artículo, ya que podrían arrojarme una engrapadora con grandes probabilidades de acertarme. Algunos incluso toman café en tazas de cerámica peligrosamente grandes…

Pero me estoy sintiendo relativamente atrapado, así como me ven, cómodamente sentado entre las cuatro paredes negras verdes y blancas de esta plantilla, y es por eso que voy a proponerme como agente libre o invitado a un blog, que será sorteado dependiendo de vuestras ofertas. Que espero sean más de uno o dos, porque resultaría patético y terriblemente deprimente que nadie me quisiese. O sea: me voy a volver nómada durante un día. Voy a salir de gira. Lo que normalmente leerían aquí, lo podrán leer en lo de un/a colega bloggero/a que me invite, conocido o desconocido (alcanza con que sepa de la existencia de Damos Pen@, ¡podrías ser vos, tontito!). Igualmente, para que puedan encontrarme, linkearé lo escrito para que logren acceder desde aquí. Y a algunos, les servirá para conocer otros blog y muchachos/as de ideas más fluidas o interesantes.

El “estilo” (por definirlo de alguna manera) será el mismo, pero mi “jefe/a” podrá (si quiere) decidir el tema acerca del cual yo deba escribir. Y yo seré un “contributor” únicamente durante ese día. Luego, alcanza con que se me borre, y chau. No descarto posibilidades de incorporarme definitivamente a otras bitácoras virtuales o invitar a alguien, pero tampoco tengo pensado abandonar jamás mi queridísimo Damos Pen@, y mucho menos mi experimentalísimo “La Tierra Interior”. Será una especie de “canita al aire” o “Springbreak” (Wooohooooo! Yeah! Women are beautiful… here! Woooohoooo!)

Bueno, escucho ofertas. Pueden hacerlas públicamente en los comentarios, o en privado, via mail a la casilla de correo de la derecha. Juguemos.

jueves, octubre 26, 2006

¿Para qué voy a rezar, si estoy en el testamento?

Yo por Dentro - Religión - Científicamente

El poder de la oración y la efectividad de la fe a la hora de curar enfermedades son, para algunos algo que se da por hecho, comprobado y firmado. Todos hemos oído de alguien cuyo achaque desapareció, tumor se encapsuló, renguera desapareció, o algo así. La palabra que estamos buscando es la siguiente: milagro. Los mismos facultativos médicos son los que se a veces se sorprenden debido a lo sucedido, y ayudan a reafirmar la fe de varios.

Lo curioso es que varios estudios afirman absolutamente lo contrario. Aparentemente, una persona que sabe que están rezando por su recuperación, evoluciona de un modo desfavorable si es que se la compara con otra que no está siendo motivo de plegarias. Supongo que se deberá a la angustia de saber que no está funcionando tan bien como debería, la somatización o vaya a saberse que otro desbarajuste psicológico relacionado a la autosugestión.

Ahora, teniendo eso en cuenta, ¿Es mejor tratarse con un médico creyente "buena gente" o con uno agnóstico "buena gente"? A mí se me hace como que el médico creyente intentaría un poco menos (si cree que a la larga Dios hará siempre lo correcto), o un poco más, (si que cree que Dios lo va a ayudar a encontrarle la vuelta al asunto). El médico agnóstico, por otro lado, convencido de que no existen “manos de Dios” en las cuales dejarlo, va a tratar de probar cuanta cosa se le ocurra, a fin de salvar al paciente y mejorarle la calidad de vida, pero una vez acabadas las opciones, se rendirá. No obstante, el médico creyente cuenta con la posibilidad de que la hemorragia se detenga sola, de un modo “inexplicable” para los hombres de poca fe.

La mejor combinación es, a mi parecer, médico agnóstico, muy capaz y buena persona + paciente creyente y completamente ignorante de lo grave de su situación + (y muy pero muy especialmente) seres queridos muy creyentes e influyentes en las altas esferas celestiales.

Uno debería conseguirse, por si acaso, una relación cercana con gente de la que rezó y obtuvo resultados específicos, en efectivo. Combinando varias religiones diferentes, de ser posible. Por otro lado, una persona que ha perdido ya varios afectos y encuentra consuelo en la oración únicamente a fin de que le ayude a sobrellevar la pérdida es, a todo grito, mufa. Y debe ser alejada cuanto antes de las plegarias grupales. De ser posible, esa persona tiene que creer que no pasa nada: que el enfermo está en realidad sano. Conviene mostrarle fotografías retocadas con el Photoshop, en la que todos aparecen festejando y sonriendo, comiendo un asado.

Pero cuando se busca la cura a una enfermedad, creo que el mejor grupo de investigadores debería ser compuesto por jóvenes malvados, perfeccionistas y no creyentes, que a medida que el tiempo transcurriese comenzasen a volverse buenos y además creyentes, a fin de jugar los últimos porotitos sinceros y bienintencionados a un rapto de iluminación divina.

miércoles, octubre 25, 2006

Te voy a dar tu realidad, a ver si te gusta

Yo por Dentro – Del Habla - Vida Diaria – Cine, tele y así

La propaganda (y si se quiere, publicidad, ya que viene de la mano de una marca) de la Belleza Real sobre cual hablé ayer, funciona casi de la misma manera en la que lo hacen otras tantas, (recuerdo en particular un aviso televisivo de cerveza) fomentando el dejar las cosas como son, o como están, sin intentar efectuar cierta alteración beneficiosa en la persona ajena o propia. A mí se me hace como que es algo así como –ponele- una apología del agua tibia, la belleza por decreto o la individualidad mediocre, propia de los animalitos. Así y todo, estuve pensando y conseguí algunas posibilidades de expansión para tal ideología. Tal vez sea como Godsize dijo en un comentario premonitorio, y todo forme parte de una campaña más grande.

Por la salud real. Eso del cáncer galopante es exagerar, como también lo es eso de vivir hasta los noventa o cien años. Tener vivos a todos tus dos abuelos, tengas la edad que tengas, es pertenecer a una familia que va contra natura. La salud real es la de una persona que anda medio jodido del corazón y la presión a los cuarenta y pico, y tiene que cuidarse en las comidas. Se muere de un infarto o algo parecido a los setenta, como Dios manda.

Por la negrura real. Los africanos se fueron al caraj*. Volvamos a la negrura real: esa que no tiene brillos medio como que azulados, propios de los esclavos demasiado negros (originales y puros, pero no verdaderos en los tiempos que corren). El negro real es mas bien tirando a marroncito villero, pero sin llegar a aceitunarse “a lo boliviano”, que ya es medio amarillento/verdoso, y muy anti-paquete, a menos que sea el de un huérfano vietnamita adoptado a posteriori por esa suerte de Viagra en carne y hueso que viene a ser Angelina Jolie.

Por la Cocina Real. Nada de andar queriendo comer una bondiola de cerdo en su punto, acompañado de unas papas perfectamente doradas y una salsa de vino y hongos, no señor. A comer milanesas mal hechas todos los días. A la tarde, facturas baratas, pan con manteca o torta frita. A la noche, fideos o sánguches. Tampoco pueden comerse sánguches todos los días, eso equivale irse al otro extremo. Cualquier plato que no pueda ser preparado en veinte minutos por un ama de casa promedio, deberá ser removido de las cartas de los restaurantes, hoy en día conocidos por ser templos de la “comida de mentira”. El Gourmet.com es levantado del aire a menos que cumpla con esas condiciones, y Narda Lepes es finalmente condenada a “Paliza en Camioneta”.

Por el Robo Real. Esta es difícil, porque uno nunca puede calcular a ciencia cierta dónde se encuentra el punto intermedio y –por consiguiente- real. Pero creo que podríamos dejar de decir que quien estafa de a millones es un ladrón, ya que ese es mas bien un mayorista de plata que mete la mano en la lata, y nada más. Lo mismo en la otra punta de la soga: el que sale a punguear viejas no es así, lo que digamos, un “chorro”, sino mas bien un entusiasta que quiere una pequeña parte de las cosas que otros tienen, ocasionalmente. El chorro verdadero es el que vive de robar, no ahorra ni invierte, tiene una pistola (una sola) y puede vivir cómodamente de su afano, pero sin llegar a comprarse legalmente un 0km.

Y les dejo a ustedes definir las siguientes:

-Por el Homicida Real (un genocida o un terrorista no califican; tampoco los flacos que corren picadas)
-Por la Gordura Real (tenés que tener panza pero así y todo poder hacer una vida normal, sin hacer el ridículo en TV)
-Por el Nivel Cultural Real. (yo ya no califico porque estoy leyendo una novela que me recomendaron, de un montonazo de páginas)
-Por la Fidelidad Marital real (cuernitos o cuernos, todos alguna vez vamos a tenerlos)
-Por el Tamaño Real (cine para adultos)

martes, octubre 24, 2006

Por la Belleza Real, mis polainas

Yo por Dentro - Vida Diaria - Cine, tele y así - Del Habla

Cuando vi por primera vez el aviso ese de la mina común y corriente a la cual retocan a fin de convertir en un afiche publicitario, pensé de inmediato: “Es el típico video que haría una persona muy fea, o Ricardo Arjona buscando engrosar su cuenta bancaria.”

En serio, ni por un segundo me voy a creer esa de que la idea de la belleza está distorsionada al punto de tener que transformar, redelinear y dibujar tanto las materias primas.* Nomás en el trayecto de pocas cuadras que tengo desde la estación Retiro hasta el edificio donde trabajo, puedo llegar a ver una buena cantidad de mujeres atractivas, que como bien sabemos todos, no llevan un puntero de mouse sobre sus interesantes figuras o rostros.

Cuando pienso en belleza real, yo no pienso en nivelar para abajo y revalorar a las feas y feos que hacemos la mayoría; sino que pienso en esa gente que es linda, de verdad. Que no necesita de demasiado para dejarte hecho un/a idiota. De esas mujeres que con poco y nada de su parte ya son más lindas que todas las minas producidas, operadas, liposuccionadas, botoxicadas y/o “laburadoras del mediocampo” con las cuales pudiste intimar en toda la cosecha. De esos flacos a los cuales mirás diciendo: “Si yo tuviera tu facha, las elijo de a tres, las elijo”. Que todos sabemos que existen, y que precisamente, necesitan de mucho menos edición que otros. Que nosotros, por desgracia.

El concepto de lo que nos gusta o no nos gusta, puede variar, seguro. Aunque supongo que cuando la Salma Hayek de “From dusk till dawn” sea considerada “fea”, muchos harán todo lo posible por ganarse el apodo de “bagayeros”. Asquerosos, la verdad, porque no sé que le ven. Quizá es cuestión de suerte y timing. Pero la belleza real no va a ser necesariamente la suya, doña, tal vez en otra época lo fue, y usted nació con atraso, cuando le tocaron los rasgos “menos de moda”. Pero no ser impactantemente bello no es lo mismo que ser feo. De última, vaya al gimnasio, cámbiese el peinado, resalte sus puntos fuertes y mejórese un poco. Cambie la actitud, que es lo más importante. Yo sé que es injusto, pero en este momento, cientos de mujeres hermosas están naciendo. La “linda del grado” siempre existió.

Y siempre va a existir, por suerte, para darle bola a un pobre diablo que será envidiado por los siglos de los siglos...


* A mi entender, la chica del video había quedado atractiva nomás al ratito de comenzado el video, cuando se le quitó ese look fingido de "vengo de lavar la ropa a mano", exagerado con una pésima iluminación inicial, luego removida.

lunes, octubre 23, 2006

Mantis, intolerante yo (no te hagas el exquisito)

Yo por Dentro - Vida Diaria

A mediados del año pasado me vi involucrado en una serie de seminarios y actividades diversas en las que se trataban no recuerdo bien que temas de interés de los jóvenes. Un conocido me recomendó darme entonces una vuelta por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires para entrevistarme con alguien y allí fue que, sin entender nada de nada y de puro cortés o interesado, terminé sentándome en el suelo, llevando en el pecho una etiqueta con mi nombre y en compañía de un grupo de muchachos de entre 15 y 30 años, provenientes de todos los estratos sociales y niveles emocionales imaginables, con la tarea de dibujar y describir los atributos de la mujer ideal en un papel afiche.

-Tiene que ser sincera –dijo un muchachito asintiendo con la cabeza.
-Si, sincera –agregó otro.
-Sí, eso es muy importante –finalizó un tercero.

Mi fastidio era poco menos que espeso, mi sensación: la de estar siendo brutalmente golpeado con un colchón mojado a la vez que se me obligaba a comer mi peso en aserrín húmedo; pero me presté a la tarea tratando de obrar manteniendo la amabilidad y el respeto, marcador en mano. “Sincera”, anoté a un costado, mientras pensaba en que Milla Jovovich podría decirme cualquier día que los presidentes riojanos son los mejores o que la luna está hecha de queso, y yo creerle.

-A mí me gustan femeninas pero no muy delicadas –exclamó entonces uno. Confieso que era el que más me había llamado la atención desde un principio, debido a su carnavalesca apariencia y opiniones vociferadas, curiosas ambas situaciones a mis ojos de muchacho más o menos conservador.

Gustavo, 27 años, morocho de ojos verdes dueño de rostro romano y ese bronceado perfecto e inconfundible que los periodistas televisivos envidian; ese que se consigue únicamente jugando a la pelota o paseando por las plazas y calles ininterrumpidamente durante una década, al menos. El cabello bien corto, salvo las cuatro trencitas a un costado, sujetas con pendorchitos fosforescentes. Una remera lila gastadísima de “Los Gardelitos” (sé que los mismos son una banda, aunque nunca escuché nada de ellos), unos jeans deshilachados y horadados haciendo las veces de bermudas escasas, y las zapatillas más baqueteadas por mí jamás vistas. Columnista en un programa de radio hecho por los jóvenes, para los jóvenes, de los jóvenes… ya me entendieron: una de esas porquerías radiales que hacen que Cristo se pregunte si habrá valido la pena el asunto ese de la cruz. Unos cuantos tatuajes, perforaciones y múltiples collares y pulseras cercanas a todas las articulaciones visibles también les ayudarán a imaginarlo con poco margen de error.

-No comprendo –le dije con verdadero interés-. ¿Qué entendés por exceso de delicadeza?
-Por ejemplo… a mí no me molesta que la chica con la que estoy cague en la vereda, atrás de un árbol si le vienen ganas, pero por ahí a otro sí… conmigo, todo bien.

No pude evitar unos segundos de silencio y desconcierto en los que un dragón de komodo podría haberme arrancado el brazo izquierdo y yo no me habría percatado de ello. Lo de “atrás” en lugar de “detrás” ya bastaba para perturbarme, por lo que traté de encontrarle una salida inocua al asunto sin tener que marcharme asqueado, darle la razón o ponerme a llorar ante la pérdida sistémica de mi fe en la humanidad toda. A riesgo de parecer poco cristiano, confieso que también consideré clavarle el fibrón en el ojo, romperle las piernas de un sillazo, sacarme el cinturón, ponerle una rodilla en la espalda y estrangularlo a la voz de “Tranquilo, mi carnalito, todo va a estar bien, muy pronto, no pelees… no sufras, que ya está… ya está…”

-Creo –dije- que existen leyes escritas que prohíben desgraciarse fecalmente en la vía pública… más allá del mal o buen gusto de la chica.

Y es por eso que no estoy trabajando de asistente social. Pero la pregunta del día es: ¿Cómo creen que habrían reaccionado uds. ante semejante respuesta?

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sábado, octubre 21, 2006

21/10/2006

Yo por Dentro

Estoy cumpliendo años, sí. Salúdenme. En un rato vuelvo y agrego algo que pueda regalarme y regalarnos. Ah! Y miren que lindo regalo me hizo Blogger, en la verificación de palabra: una seguidilla de letras coherente y clara. Es casi mejor que una Playstation 3.

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viernes, octubre 20, 2006

I´m Psycho Mantis!

Yo por Dentro - Madre Naturaleza - Cine, tele y así - Científicamente
Dudé mucho antes de decidirme finalmente a escribir este artículo, porque la posibilidad de perder dinero o desperdiciar una idea valuada en millones de dólares se me cruzó por la cabeza. Sin embargo, ustedes sabrán corregirme si vuelvo a volar demasiado alto con respecto a las posibilidades del concepto que anduve dejando fermentar desde hace algunos días.

Utilizando tan sólo elementos a disposición de cualquiera, voy a hacer una predicción, y voy a adivinar el futuro. Tal como lo leen. Me siento, hoy por hoy, lo suficientemente poderoso como para hacerlo sin temer a equivocarme en nada más que la fecha de consecución de mi profecía. Que es una profecía chiquitita, porque recién estoy empezando.

De un tiempo a esta parte, los cepillos de dientes han evolucionado. Su aspecto y supuestas virtudes o ventajas con respecto a cepillos anteriores, aparecen siendo avaladas por señores de guardapolvo blanco y sonrisa perfecta que los recomiendan en cada publicidad, y los estudios demuestran que remueven más placa, y funcionan mejor cada vez. Todo eso me suena a caca de toro, pero me permite saber cuales son las modificaciones más interesantes, al menos desde el punto de vista visual. Y aquí se viene la profecía:

Previo al fin de esta década, los cepillos de dientes van a tener cerdas de diferente longitud, dureza y ángulo, en más de una cara del cepillo, o van a perder las caras y pasarán a ser cilíndricos. O sea, se van a convertir (parcialmente) en algo parecido a los limpia-tubos utilizados para higienizar el cañón de un arma, o una mamadera. No digo que vayan a reemplazar a los cepillos tradicionales, pero aunque sea un solo modelo sin éxito, va a salir. Piénsenlo: No queda mucho más que hacer con un cepillo de dientes. Ahora hay unos que vienen con una almohadilla rugosa pensada a fin de limpiar la lengua. Son los eslabones perdidos entre los cepillos en serio y los que se utilizarán en el futuro.

Se me hace también muy, pero muy posible, que mientras tanto, se estén gestando otras posibilidades. Una es que las cerdas vengan con alguna microtextura incomprobable (por ejemplo: cerdas inteligentes que cuiden el esmalte pero quiten la placa), o un recubrimiento químico que ayude a prolongar la acción del dentífrico, o nutrir la encías, y vaya gastándose con el uso. Otra, es que la parte donde se sujetan las cerdas, tome forma de bumerang, o luna creciente.

Ahora, a esperar. Porque lo de que la leche llegase eventualmente a tener menos bacterias, era número cantado. Como también lo era que Blogger no me dejase subir exitosamente una imagen de Psycho Mantis. Ufa.

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jueves, octubre 19, 2006

Es para Amperio que lo mira por TV

Yo por Dentro - Vida Diaria - Cine, tele y así - Trabajando

El último viaje de Perón a San Vicente armó un revuelo bárbaro, y en un primer momento, me dije a mi mismo que no emitiría opiniones al respecto mas allá de las tres palabras que solté casi sin darme cuenta al ver los incidentes en la televisión, mientras realizaba un gesto de desaprobación moviendo mi cabeza hacia ambos lados. No voy a decir cuales fueron esas palabras, porque me parece divertidísimo dejarlos a ustedes imaginando.

Ahora bien, dejando eso de lado, lo más interesante se dio ayer por la tarde, cuando leí en un diario que la justicia le negó a Emilio Quiroz (entonces prófugo, ahora ya entregado), la posibilidad de ser eximido de prisión. El nombre del abogado que representa a este muchacho, quien aparece en cuanto medio visual existe abriendo fuego con una pistola hacia una multitud de morochos agresivos como si nada, es Daniel Llermanos.

Tal vez no estoy muy al tanto de cómo funciona el mundo, eso es seguro, pero me pregunto mucho acerca de la cara de adamantum que tienen algunos abogados. Y me refiero a un ligero atisbo de moral, incluso conciencia. Digo, la profesión tiene mucho de defender lo indefendible, incluso si el cliente obra de una manera absolutamente opuesta a la que al leguleyo le parece correcta. Incluso si lo insulta en varios niveles emocionales y psicológicos. Pero yo no podría evitar tentarme y comenzar a reírme de mi mismo, en el momento en que el juez me preguntase acerca del asunto.

-Buenas tardes, Su Señoría, vengo a pedir que a mi defendido no se lo meta preso…
-¿Usted es el abogado del tipo ese, el amiguito del jefe de la CGT?
-Todavía no se han aclarado los hechos, Su Señoría. Los incidentes fueron organizados por…
-¡No joda! Acá tengo el diario, mire, sale en la tapa, con la pistola.
-Sabrá usted, Su Señoría, que las imágenes pueden ser retocadas por computadora y…
-¡Pero si también está filmado!
-Bueno, sí… lo que pasa es que mi cliente sufrió un ataque de nervios y quiso descargarse tirando contra un paredón. El paredón no se ve debido a un pésimo trabajo periodístico.
-¿Usted me está tomando el pelo?
-No, su Señoría: ya hemos iniciado acciones legales contra el camarógrafo pero mi cliente requiere…. Juuajajajaaaaaaaaa… sí, tiene razón, pero es que los tipos que lo cubren me dieron una carretilla llena de plata. Pero usted sabe, es como dicen: el “no” ya lo tenés. Aaaaaahhhh… pffffff… En fin, que tenga buenas tardes y gracias por el humor. Aguante Damos Pena.

Ojo: no tengo nada particular en contra de ningún abogado, y el único trato que tengo con uno de carne y hueso se resume a ver si avanza o no una causa que mi madre y yo llevamos en contra de una aseguradora desde hace algunos meses. Pero no me voy a poner colorado ni ofender a cualquier estudiante o trabajador del derecho diciendo que un abogado no es a mis ojos demasiado diferente a una prostituta, un cirujano o un sicario. A fin de cuentas: a cambio de una suma de dinero a convenir, todos ellos están dispuestos a brindar un servicio para el cual muchos de nosotros no tenemos estómago, paciencia o vergüenza.

Pero resulta escalofriante que me imagino operando, matando o teniendo sexo por dinero, pero no defendiendo a algunos.

miércoles, octubre 18, 2006

I want you to come

Yo por Dentro – Cine, tele y así – Madre Naturaleza

Caminando rumbo a casa, una vecina y yo comenzamos a discutir acerca del verdadero efecto de la pornografía en quienes acceden a ella. Me refiero a los niños que ven una película a hurtadillas y no a quienes las protagonizan clandestinamente. Esas son dos formas de acceder muy diferentes, lamentablemente para ambos casos en los que -resulta curioso- cada uno cree que el otro es el afortunado.

Mi argumento era el siguiente: no creo que una criatura vaya a salir degenerada u obsesionada nomás por ver una escena de sexo en una película o revista de vez en cuando. Y el ambiente o exceso de exposición no necesariamente va a tener que ver con la idea futura que el niño tenga de las mujeres. Fue muy estúpido de mi parte. Debería saber cuando no involucrarme en ciertas conversaciones.

-Al fin y al cabo, yo amo un montón a mi madre sin importar todo el porno que miro, miré y miraré sin que se entere nadie –me faltó decirle. Porque soy un idiota. Así y todo, enarbolé también mi cuasi omnipotente ejemplo de los curas pedófilos, que vienen a ser mas o menos el equivalente a una Heckler & Koch calibre .45 argumentativa cuando se quiere defender la a veces necesaria y saludable exposición a un par de pechos (o la idea misma de excitarse ante ellos), sin llegar a obligar a tus hijos a ver una pieza cinematográfica cualquiera de la colección familiar de DVD´s de la Cicciolina antes de cepillarse los dientes e irse a dormir.

-Una película pornográfica saca el sexo de contexto y ofrece una imagen e ideas distorsionadas acerca de cómo es, por ejemplo, el cuerpo de una persona –dijo ella en otras palabras. Entonces me puse de su lado y le di la razón, obviamente, porque en esas películas se ven organizaciones psicofísicas bastante diferentes a la mía, de seguro bastante más modesta y mucho menos pretenciosa. Ya saben, ese tipo de cosas que hacen que una joven se encuentre descansando en su habitación, conversando con una amiga y diciéndole algo así como que: “Menos mal que me la metió en el c*lo, porque si me llega a dar con eso en la cabeza, me mata”

Igualmente creo que, más allá de toda realidad o ficción, un pene es realmente grande cuando se deja de medirlo para comenzar directamente a pesarlo, a la voz de: “Anotá, rubia: Muerta… kilo doshetentishinco…”

martes, octubre 17, 2006

Tratamiento de Conducto: Dispárenme por favor

Yo por Dentro - Madre Naturaleza - Vida Diaria

Bueno, la cosa es así: yo tenía escrito un post muy bonito y bastante extenso, donde describía paso a paso todo lo ocurrido durante mi primer “tratamiento de conducto”, ocurrido hace algunas semanas. La idea original era publicarlo en un día de escasas ideas, compartiendo lo sucedido y permitiéndole a quien quisiera, acceder a una descripción simplificada del procedimiento. Para perderle el miedo. Los habitués del blog saben a qué me refiero. Los que no, lean el artículo de ese día, (Casi un William Wallace) o “El Molar de la Perversidad”.

Ahora bien, este último viernes, acudí al mismo consultorio odontológico, a realizar otro tratamiento de conducto: el segundo, con la misma especialista. Fui relajado, confiado, tranquilo; más preocupado por las desmejoras económicas referidas al evento, que a otra cosa. Pero esta segunda experiencia no podría haber sido más diferente a la primera, de ninguna manera, así ella hubiese estado desnuda y untándose una reducción de propoleo y Cabernet Sauvignon. Porque me fueron abiertas las puertas a un mundo de desesperación y dolor: fue el Infierno en la Tierra.

No sería justo que yo ahora publicase el episodio feliz, eso es seguro. Me limitaré a decirles que este segundo “tratamiento de conducto” se me tuvo que realizar A VIVO, SIN ANESTESIA, CON EL TORNO PULVERIZANDO LA PIEZA DENTARIA, TALADRANDO Y ABRIÉNDOSE PASO HASTA QUE SE LLEGÓ AL NERVIO, MOMENTO EN EL QUE UNA AGUJA CURVA SE INYECTÓ DIRECTAMENTE A TRAVÉS DEL ORIFICIO, AL NERVIO PALPITANTE, INFLAMADO Y DESCUBIERTO, tras habérseme inyectado inútilmente dos tipos diferentes de anestesia en las encías, por encima, por debajo, por el costado y directamente en el tronco de la mandíbula, en más de cinco oportunidades. Claven lentamente un machete en un bloque macizo de telgopor y entenderán la sensación de la aguja en el tronco. Luego calienten el machete antes de hundirlo en el costado de un pollo y entenderán la sensación equivalente, por debajo de la encía. Ahora, imagínense que son el pollo. Realmente, es el tipo de cosas que te despabilan.

No me malinterpreten: no soy blandito. Muy por el contrario: he padecido dolores terribles y desesperantes, amén de otras magulladuras importantes, y mi nivel de tolerancia al dolor siempre fue muy alto. Peligrosamente alto. Me he lesionado y fracturado algún hueso debido a ello. En inglés: I’m actually a tough son of a bitch.

Pero… uno no debería pagar para transpirar, gemir, lagrimear y (en definitiva) sufrir tanto. El único consejo que puedo darle a quien deba realizarse un tratamiento de conducto, es que no vaya con dolor o sensibilidad intensificada, creyendo que “igual, ahora me anestesian y se me pasa”. Es preferible dejar pasar unos días, tomar algunos antibióticos y analgésicos, y mandarse recién cuando el diente parezca haberse olvidado de su padecimiento.

Hoy no hay chistes, no. Con esto no se jode, caramba.

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sábado, octubre 14, 2006

A malambear, que es Sábado

Yo por Dentro - Cine, tele y así

Bueno, con algo de demora, pero llegué. Y hoy se viene de banda sonora, la cosa...

Primero, díganme si esto no es una incoherencia. Porque cuando (terrorífica, siniestra) la escuché por primera vez en "Casino", me la imaginé siendo cantada por otro tipo de muchacho o banda. The Animals - House of the Rising Sun

Dejando de lado de que esta canción es encantadora por sí sola, el personaje "Brick", en esta película, es solo superado por alguna de las improvisaciones aquí expuestas. Lo peor es que a capella, la sacaron todavía mejor: Afternoon Delight - Anchorman and the Channel 4 News Team
Y esta es para paladares exquisitísimos. Decir que tuve pesadillas debido a lo intrincado de algunos puzzles, es decir poco. Esta canción, o mejor dicho, sus líricas, me ponen de muy buen humor, en serio. Discworld - That´s Death

Buen fin de semana a todos, y que la pasen bien.

viernes, octubre 13, 2006

Feliz día para mi

Yo por Dentro - del Habla - Comestible

Este domingo es el día de la madre. Aunque los papanatas de la radio, televisión y/o cadenas de mails van a salir diciendo que todos los días son el día de la madre. Yo la quiero mucho a mi mamá, pero eso no es así. Porque desde ese punto de vista, hoy es el día de la productividad, del obrero metalúrgico, del empleado de comercio, de la manicurista y del pasajero ferroviario, y deberían dejarnos pasar sin sacar boleto a todos. El día de la madre es el domingo, y se acaba ahí.

Pero hay algo de lo que muchos se están olvidando, y no me refiero al hecho de que este sábado 21 estaré cumpliendo años nuevamente, a menos que algo terrible suceda. Sino a que este lunes 16 de Octubre es el Día Nacional de la Alimentación.

Y para festejarlo, he decidido alimentarme. O lo que yo entiendo por eso. Porque voy a comer exclusivamente las cosas más ricas y que más se me vayan antojando, además de un menú que estuve estudiando y perfeccionando a fin de que me brindase el mayor placer alimenticio. No me importa si no tengo hambre o si después me siento mal, porque lo que se dice “bien-bien”, jamás me siento. Y vomitar no voy a vomitar, porque probablemente, todo me termine costando unos buenos pesos y Tickets Restaurant. Será el regalo de cumpleaños anticipado, que he de realizarme. Bueno, eso y unos calzoncillos, porque tengo un par que ya dan vergüenza.

Desayunaré pizza y sánguches tostados de jamón y queso con gaseosa. Todo casero. Antes de tomar el tren, compraré también unos cuantos “chipases”, que iré comiendo durante el resto de la mañana.

Comenzaré mi almuerzo (a eso de las 16.00, apenas llegue a casa) con una entradita de salame cantimpalo, queso, pan fresco, chizitos y jamón crudo. Con gaseosa. Luego, de plato principal, me deleitaré con una entraña a la plancha con ensalada de papa, huevo, provenzal y mayonesa. De postre habrá un par de helados de crema cubiertos de chocolate y almendras o nueces. A eso de las seis o siete de la tarde, merendaré una hamburguesa casera, ensanguchada dentro de un pan de campo. La acompañaré con papas fritas “Pringles” y una cerveza chica, rubia, bien helada.

Por último, la cena constará de todo el asado que me entre, acompañado con ensalada de tomate, lechuga y cebolla de verdeo cortada en pluma, bien finita. Y de postre, todo el flan que pueda comer antes de quedarme completamente ciego o retardado. Creo que no sería del todo exagerado preparar suficiente te de boldo como para darme un baño de inmersión, por si acaso.

Estuve pensando también en utilizar un distintivo que señale mi adhesión a la festividad, uno de los feriados (el primero) del calendario damospeniense. Hasta ahora, lo mejor que se me ocurrió, fue lo de sujetarme a la camisa una feta de mortadela con un alfiler de gancho, a modo de escarapela. Pero escucho sugerencias que podamos compartir entre todos los damospenienses, a la distancia, y no me obliguen a estropear una camisa ni desperdiciar una feta de mortadela…

Realmente, no puedo esperar.

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jueves, octubre 12, 2006

El asunto de tener una secretaria

Yo por Dentro - Trabajando - Vida Diaria

Estuve pensando nuevamente acerca del asunto de tener una secretaria, como habrán sabido deducir tras leer el título de este artículo, o el anterior. A decir verdad, me parece que muchos problemas se podrían llegar a solucionar (o situaciones manejar) si yo atendiese el teléfono y fingiese ser una secretaria imaginaria, una morocha de piernas poderosas llamada –ponele- Julieta. Y ya que la voy a imaginar, la voy a imaginar linda como Jennifer Connelly.

A fin de convencer también al resto de los empleados, armaría una pequeña oficina para Julieta, en la que pondría música de Arjona, la foto de un supuesto sobrino, algunas plantitas, una vela aromática, un abrigo de mujer sobre la silla, y abriría varias ventanas de chat en la PC. A Julieta le gustarían los perros de raza y los atardeceres en la playa. O algo así. Luego, cuando las reuniones no se diesen y debido a su incompetencia toda clase de problemas se presentasen, podría culparla y fingir despedirla enojadísimo, por teléfono, y no tendría que pensar en demandas.

Entonces contrataría a otra secretaria imaginaria, una rubia que se llamaría -ponele- Scarlett. A Scarlett le gustarían los perfumes delicados, los aros elegantes y usar escote. Por eso, me costaría mucho tener que dejarla ir, y en más de una ocasión terminaría haciéndome cargo de sus errores. A fin de cuentas, ¿Donde encontraría yo otra secretaria como Scarlett, capaz de aprovechar sus ratitos libres entre tarea y tarea, disfrutando a escondidas (ella cree que no la veo) de los capítulos de Padre de Familia alojados en You Tube?

El problema se daría si cualquiera de las dos se volviese loca y me denunciase por acoso sexual en un programa de radio. No tengo ni idea de lo que se hace en esos casos. Debería contratar un abogado y explicarle todo, supongo. Lo de la idea de la secretaria imaginaria, lo de este blog, lo del esclavo vietnamita…

No sería fácil. Porque probablemente sería yo culpable de todos los cargos.

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miércoles, octubre 11, 2006

El Sr. Mantis no se encuentra

Yo por Dentro - Vida Diaria - Trabajando

No creo que llegue a darse jamás la situación, pero me pregunto los aspectos que debería tener en consideración en caso de alcanzar un puesto jerárquico importante en una empresa, y verme obligado a contratar una secretaria. Ya saben uds. que yo preferiría un esclavo vietnamita de seis años al cual poder golpear en público de vez en cuando, pero cualquier encuesta demostraría que eso no está bien visto por los inversores extranjeros, cuyos esclavos son torturados en privado. Llámenlo respetar el “Abussing Code”, si quieren.

Por lo general, y a nivel “prejuicio-estadístico”, según quieren hacerme creer los feos que se pasean por la vida, una secretaria fea trabaja mejor que una linda. No entiendo la verdadera lógica del asunto, pero todo depende del uso primordial que uno le de a una secretaria. Porque si mi secretaria tiene como función principal la de conformar, distraer o entretener a clientes masculinos, la voy a preferir linda. Y apasionada, en todo sentido. Que en nuestra primera entrevista dijese algo así como “Déme este trabajo, o en nombre de todo lo que es santo voy a cortarme mi maldita nariz con una tijera”, seria interesante. Denotaría personalidad.

La necesitaría muy sensual. Muy apasionada. Y de atractivo aplastante. Porque la belleza es casi un superpoder: todos los hombres sabemos que resulta mucho más difícil enojarse con Scarlett Johansson que perderle la paciencia a una veterana exageradamente asimétrica y equivalente al resultado no deseado de una relación sexual entre Nicole Ritchie y Hoggle, el enano de “Laberinto”. Paso a explicar:


Fin de la explicación. Alguno pensará que con una secretaria linda se corre el riesgo de ceder a la tentación carnal y cometerle a la esposa propia una cincuentena de infidelidades en aproximadamente diecisiete minutos. Pero una vez más, todo depende del uso que uno le vaya dar a la secretaria, y el profesionalismo con el cual se asuma la situación. En mi caso (con un prometedor noviazgo entre manos), tengo muy en claro que una secretaria no debe ni puede provocarme sexualmente, pero sí debe significarme todo el tiempo libre del mundo.

Honestamente: si voy a tener que trabajar de todas maneras, que la empresa se ahorre el gasto, me evite los celos de mi esposa y no trate de justificar el sueldo de la gente sobrante en Recursos Humanos.

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martes, octubre 10, 2006

Traje a rayas

Yo por Dentro - Cine, tele y así - Vida Diaria

Unos quince mil presos bonaerenses se encontraban, hasta hace algunos días, efectuando una huelga de hambre, en demanda de mejores condiciones de alojamiento, y otras cosas.

Lo único que consiguieron fue la declaración de inconstitucionalidad del artículo 24 del Código Penal. Esto quiere decir que por cada día que pasen encerrados sin haber recibido una sentencia definitiva, se contará un día de condena cumplida. Suena razonable la decisión, ya que lo de estar encerrado de más debido a descajetes burocráticos, se me hace como injusto. Pero también me parece injusto que una persona no pague por sus crímenes. O que no lo pase realmente mal estando preso. Y diciendo esto no me convierto de buenas a primeras en un maldito sádico, pero estoy seguro de que me ganaré algún discurso o sermón acerca de los derechos humanos. Por eso voy a explayarme mejor.

Las condiciones en las que se encuentran algunos presos, según se me contó, son lamentables en serio. Que alguien comience a sufrir debido a una pequeña infección en el oído y termine muriéndose entre estertores febriles debido a no haber recibido atención médica, no es mi idea de la justicia. Pero que reciba mejor atención de la que yo no recibo en el hospital público de San Fernando, al que ya no puedo recurrir debido a que no allí no cuentan con espacio, elementos o personal suficiente, tampoco me parece justo. Hacerme el tratamiento de conducto en un consultorio odontológico privado (de segunda o tercera, por cierto) me costó un dinero que no tengo, y eso va a dolerme durante semanas en el bolsillo, mucho más de lo que me habría dolido que una cobra robótica me picase en la muela cariada y luego en los párpados. Siendo mi pequeño sueldo el principal sostén de mi casa, incluso me sentí “culpable” de hacer tal gasto. Este mes no va a haber opulencia en la mansión Mantis. Y cuando digo opulencia, probablemente me esté refiriendo al shampoo.

Ahora bien, nunca sentí una especial simpatía por los asesinos seriales, violadores, secuestradores, punguistas y demás delincuentes. Será que soy muy sensible. O muy insensible, dependiendo de la perspectiva. Lo que no es mucho decir, porque la simpatía no es uno de mis dones. Tampoco me caen del todo bien los bomberos, con su autobomba, la ropa de colores estridentes y todo eso.

Lo que quiero decir, es que creo merecer un poco más que aquel que no se aguantó las mismas ganas o necesidades de robar, asesinar, violar, secuestrar o estafar que yo a veces sentí o siento, cuando me levanto medio cruzado, caliente o vengativo. Y si no quieren comer, que no coman. Que esperen a ver si mejoran las cosas y traten de joder al prójimo lo menos posible, como hacemos casi todos los que le damos para adelante, como caballos con anteojeras. Los motines tal vez sean la peor alternativa, pero, no sé… porque elegir no comer me parece un gesto desgraciado de manipulación innecesaria, en un país que tiene diariamente a muchos niños y ancianos inocentes de crímenes aberrantes, en huelga de hambre obligatoria.

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lunes, octubre 09, 2006

RELOAD!

Yo por Dentro - Cinte, tele y así

En una de mis varias lecturas inesperadas de todos los días me enteré de que la semana pasada, en Lakeland, Florida, un criminal fue finalmente alcanzado por la policía del condado, que lo había estado buscando durante las últimas 24 horas en un operativo impresionante que incluyó el cierre de escuelas, la utilización de más de 500 efectivos para asegurar y rodear la zona boscosa, y la colaboración de la población a la hora de permanecer en sus hogares. El porqué del alboroto, se preguntarán uds.

Aparentemente, el criminal había sido detenido por el deputy (oficial ayudante o suplente del Sheriff) debido a un exceso de velocidad. Tras exhibirle una identificación que despertó sospechas, lo ejecutó por la espalda (de ocho balazos, el primero en la cabeza), y también mató al perro (K-9) que viajaba en la patrulla, e hirió a otro oficial antes de escapar llevándose las armas disponibles. Así como ando, asistiendo a misa todos los domingos, estoy en condiciones de decir que eso fue poco cristiano.

Pero lo verdaderamente interesante ocurrió cuando llegaron los muchachos de SWAT (nueve de ellos) y rodearon al delincuente, abatiéndolo tras efectuar, en menos de diez segundos, exactamente 110 disparos de los cuales 68 acertaron su blanco. O negro, porque el tipo era afro-americano. Y digo “era” porque se murió. Y de muerte natural, ya que se me hace bastante natural la idea de morir cuando se es sometido a procedimiento semejante.

Pero primero, lo primero. La gente de SWAT, tiene buena puntería. Reconozco que he logrado mucho mejores resultados jugando al Lethal Enforcers en mi Sega Genesis, aunque en un ambiente cerrado y sin tener que andar esquivando ramas, caca de ardilla o posibles encuentros con Pie Grande. Supongo que en el consultorio de un dentista lo harían todavía mejor. Ahora bien, confieso que mentí, porque eso no es lo más interesante. Lo verdaderamente más interesante y divertido vino de labios del Sheriff del condado, un señor llamado Gracy Judd, quien respondió de la siguiente manera, cuando se le preguntó acerca de la gran cantidad de munición invertida (y traduzco textualmente):

“Sospecho que la única razón por la cual esas 110 balas fueron todo lo que se disparó, fue que esa era toda la munición que tenían. Honestamente, no íbamos a correr el riesgo de que pudiese devolver los disparos.”

No sé que podría yo agregar a esas palabras. Pero eso demuestra que para algunas personas, se diga lo que se diga, algo de divertido y placentero debe haber en eso de dispararle a alguien que desesperadamente se lo merece. Más aún cuando no tuviste que pagar las balas.

viernes, octubre 06, 2006

Y con esto le apuntas al que quieres que se muera

Yo por Dentro - Vida Diaria - Religión - Cine, tele y así

Deben haberlo visto en la televisión: un considerable revuelo se desató en Estados Unidos debido a que un tipo armado entró al aula de una escuela de la comunidad menonita y fusiló a varias alumnas de no más de catorce años. Antes de hacerlo, tuvo que explicarle a los niños (inocentes en edad e ignorantes debido a lo cerrado de la comunidad Amish y lo difícil que resulta el acceso al aprendizaje de cualquier cosa que no aparezca en la Biblia) lo que era un arma, y como funcionaba. No lo sé… me parece algo tan espantoso como bizarro. Es casi gracioso en algún punto macabro, pero no en la forma en que debería serlo. Como venderle un traje rosa y una corbata de Elton John a un ciego que necesita vestirse para el velorio de su suegra. Bueno, sí, eso sería gracioso.

Todo habría obedecido a una venganza personal, originada en un altercado surgido 20 años atrás. Lo que no se explica muy bien, ya que el loco este no era amish.


Consideremos que un amish no tiene luz eléctrica en su casa, no se recorta la barba, se transporta en coches a caballo, utiliza implementos agrícolas también tirados a caballo, inicia su jornada laboral en la granja a las cuatro de la mañana, utiliza ganchos y ojales en lugar de botones para la ropa de los hombres, lleva tiradores, no asiste a la escuela pública (su educación debe ser la estrictamente necesaria para ser un buen campesino y un buen padre de familia) pero paga los impuestos, no escucha música que necesite de partituras o instrumentos para ser compuesta o interpretada, es excomulgado si se sube a una bicicleta o utiliza el teléfono (que se encuentra en una pequeña cabina apartada de la casa) para “charlar”, y posee con su novia (que es siempre prima de una prima de una prima y por lo tanto, luce probablemente idéntica a su propia hermana) una intimidad basada en discutir sus obligaciones y elogiar sus vestidos de domingo. En alemán.

Y son conocidos como “el pueblo feliz”, aunque creo que eso se debe al hecho de que sus comunidades no necesitan de policías porque no hay robos a los cuales prestarle atención. Algo que se entiende sin demasiado razonamiento, ya que los delincuentes suelen concentrar sus ataques en personas cuyas riquezas en condición de ser arrebatadas a punta de pistola sean superiores a “Olga, la vaca”.

Apenas me enteré de la noticia, di erróneamente por sentado que el fusilador era un amish al cual se le había saltado la trifásica, tras macerar odio durante dos décadas. Y es que creo que a la semana de encontrarme en esas condiciones de vida, yo también estaría lleno de venganzas personales, entre otras cosas mucho peores. Probablemente ya habría matado al cartero con mi rastrillo y devorado crudos sus intestinos, nomás por aquel comentario suyo de “¡Parece que va a estar caluroso este veranito, eh!”.

Y es por eso que no soy amish.

jueves, octubre 05, 2006

Raindrops keep falling on my head

Yo por Dentro - Religión - Madre Naturaleza

Hasta hace pocos días, en la provincia de Córdoba, la lluvia daba muestras de querer convertirse en cosa del pasado, debido a que una terrible sequía estaba provocando no sólo la expansión de algunos incendios, sino también la ruina de algunos emprendedores agrícolas. En cierta forma eso me divertía, ya que ciertas actitudes de algunos pocos cordobeses con los cuales me he visto obligado a relacionarme (directa o indirectamente a lo largo de mi vida), me molestan, y la idea de que algún día explotasen espontáneamenete en llamas y se quemasen vivos siempre me sonó a desquite. O algo así.

Pero algunas personas de poderosa fe religiosa, al borde de la deshidratación y ya teniendo la orina tan espesa como el almíbar de una lata de duraznos, comenzaron una cadena de oración multitudinaria, elevando cánticos. Entonces, llovió, pero no exclusivamente donde estaban los focos de incendio, sino también en otras regiones cordobesas. No sólo eso: cayó también granizo. Y con tanta fuerza, que se sucedieron inundaciones y toda clase de destrozos. Acto seguido, la lluvia comenzó a arrastrar hacia los ríos parte de las cenizas, contaminando las aguas. “Es probable que muchas localidades se queden sin agua durante varios días, ya que es muy difícil lograr ahora su potabilización” –anticipó el gobernador de la provincia.

De seguro, muchos de ustedes sonríen en este momento debido a que ya han adivinado hacia donde me dirijo. Tengan paciencia. Confórmense con imaginar a un Alá fastidiado, diciendo algo así como que: “¡Hey! Al final, nada les viene bien. Yo no los mandé a vivir a las sierras: si no quieren incendios, ¡múdense a Indonesia!, juuajajajuuuajaja…” mientras suelta un tsunami.

Me imagino a un aborigen americano. Un jefe “cherokee”. Su nombre es Lobo Ensangrentado (Bloodstained Wolf). Y eso, automáticamente lo hace infinitamente superior a San Damián, San Pablo, San Pedro, Buda, Mahoma o cualquier otro. Porque llamarse Lobo Ensangrentado es lo más. En fin, más allá de su majestuosidad, Lobo Ensangrentado sufre debido a que la sequía y las maldiciones parecen afectar a los miembros de la tribu. Entonces, para invocar los espíritus de antiguos jefes, que despertando en las nubes lograrán eliminar a los espíritus malignos, inicia su danza ritual. Quiere que llueva. Se viste con plumas, piedras (turquesas) y pelos de cabra. Entonces, llueve.

No sé que pensar. Tal vez, Dios se apiada del aborigen y dice algo así como: “Pobre bruto, le voy a mandar un chaparrón porque no es su culpa no haber leído el Evangelio.” O tal vez fueron los antepasados de los jefes cherokees los que se apiadaron y dijeron: “Mirar a esos carapálidas que estirar graciosamente la sílaba anterior a la de la última vocal acentuada de cada enunciado: nosotros mostrarles lo que ser una lluvia a lo macho”. O tal vez Hércules llevaba mucho tiempo sin masturbarse.

O tal vez llovió, nomás por llover. A veces pasa.

miércoles, octubre 04, 2006

Arbusto 2: Porque Afganistán siempre estuvo cerca

Yo por Dentro - Vida Diaria - Cine, tele y así - Religión

Estuve pensando en lo mucho que se odian las guerras. Y en lo lógicas que resultan las causas, casi todo el tiempo. Agreguémosle a eso que estuve también pensando en el efecto que tendría la muerte de George Bush; las “verdaderas” posibles consecuencias de su desaparición física.

¿Se terminaría la guerra? ¿Se retirarían las tropas yanquis? Obviamente no, y eso quiere decir que asesinar a Bush no se justifica. Precisamente por eso los terroristas, que no son ningunos imbéciles, no lo han hecho ya. No tengo idea de quien asumiría el poder en caso de que el tan detestado George fuese alcanzado por la bala de un francotirador o una empanada de ántrax, pero estoy bastante seguro de que no sería nadie demasiado diferente a Tackleberry, el motociclista de Locademia de Policía.

¿Qué sucedería en Medio Oriente? ¿Festejarían? De seguro que sí. Pero eso no cambiaría en absoluto las cosas, porque los musulmanes no dejarían de matar gente. Porque a los musulmanes les parece prudente la tarea de andar despachando cristianos, y eso está bien. Al fin y al cabo, según lo escrito por el profeta Mahoma, al infiel no hace falta “convertirlo”, sino que alcanza con degollarlo o tratar de hacerlo. Algo que, como cristiano en proceso de enriquecimiento espiritual, se agradece, ya que ningún dúo de musulmanes va a llegar a tu casa y tocar el timbre para acercarte la palabra de Alá, a las cinco de la tarde de un sábado de verano, interrumpiéndote una hermosísima siesta, obligándote a vestirte y atenderlos en nombre del respeto y ese vaso de agua fría que no se le niega a nadie.

Aunque podrían, porque están acostumbrados a eso de marchar debajo del sol. Y si viniesen a decapitar, lo mismo daría que uno los atendiese en calzoncillos. Pero lo que yo me pregunto es lo siguiente: ¿No habrá que hacerse a la idea de que Bin Laden y los talibanes seguirán haciendo de las suyas, los judíos seguirán reclamando su supuesto “derecho” a la Tierra Prometida, y los poderosos de turno (que en este caso son los norteamericanos pero eventualmente dejarán su lugar a otros) seguirán metiendo sus narices militares en cuanto asunto les parezca atractivo?

Realmente, no creo que ninguno sea más malo que otro, ni que la guerra vaya a acabarse en mucho tiempo. A fin de cuentas, tanto el Corán como la Biblia o el “Manual del Buen Ateo Pacifista” llegaron al mundo para jamás irse, chorreando sangre o amor dependiendo de quien elija los pasajes a leer; la plata y el poder siempre serán la plata y el poder, y jamás faltará alguien predispuesto a sentirse “el bueno” de la película, creyendo que sus intereses son los indicados a fin de establecer el equilibrio de la Fuerza.

Y listo. Mañana hablamos de otra cosa. Cuento con la seguridad de que nunca va a faltar guerra de la cual escribir cualquier otro día, desaparezcan los yanquis, los árabes, los romanos, los japoneses, los espartanos, los escoceses, los celtas o los persas. Por suerte, porque tratando a los heridos en el campo de batalla se realizan los más importantes descubrimientos y avances referidos a la medicina de emergencia.

martes, octubre 03, 2006

G. W. Bush: Arbusto Incomprendido

Yo por Dentro - Vida Diaria - Cine, tele y así

Me sorprendió la cantidad de gente que asesinaría y torturaría George Bush, actual presidente de los Estados Unidos de América. Bueno, no. No me sorprendió en absoluto. Pero quería apostar que el comentarista promedio no era tan predecible. Yo habría elegido a una de esas personas que sospecho podrían llegar a irse al Cielo amparándose en tecnicismos bíblicos, muy a pesar de que lo que a mí me gustaría que me la pagasen en el Infierno.

Convengamos en que tarde o temprano, los americanos iban a tener que pagar en parte el precio de querer decirle al mundo como tienen que vivir, o en qué tienen que creer. Precisamente por eso, George Bush, aunque medio paparulo, me parece el presidente perfecto para el país en el que se encuentra. Y la reacción de su pueblo que lo reelige a cada instante, es prueba evidente de que más allá de las protestas, las burlas, la difamación, los intentos de negociación y los documentales de Michael Moore, el americano necesita un George Bush "mala persona". Porque Bush no tiene problema en aprobar cualquier tipo de armamento u operacion militar, y eso debe generar cierta sensación de seguridad. En una pelea de perros que defina el porvenir de mi pellejo y el de mis seres queridos, siempre querré que el mío sea el más loco y sediento de sangre. A fin de cuentas, George Bush fue alguna vez un muchacho drogadicto y malcriado, como muchos de los que hoy lo defenestran.

Cabe agregar que no creo que todo el despelote bélico se deba únicamente a querer administrar las reservas mundiales de petróleo, ya que los Estados Unidos necesitan una guerra de vez en cuando. Una guerra para cada generación, que justifique el millonario presupuesto y la cultura de los marines y GI JOE´s. En cualquier caso, debe ser entristecedor el tener todo ese armamento y soldados y no poder usarlos cuando menos una vez cada quince años. Todo militar de carrera necesita una determinada cantidad de muertos y explosiones que argumenten su existencia y la de sus hombres. Si se acabasen las hemorroides y los intrépidos sexuales, los proctólogos serían personas muy tristes.

Supongo que nosotros no lo sabemos ni logramos entenderlo, porque para la gran mayoría de los argentinos, los militares son, por si acaso, todos “milicos”, malos y torturadores. A eso llamo yo secuela de dictaduras perversas y lamentables que han dejado al país sumido en la realidad de saber que en caso de invasión (ponele) panameña o húngara, se dependería de los arsenales clandestinos, y la buena voluntad de los atracadores de bancos y demás civiles. Si algo he de agradecerle a Dios, es el hecho de que nuestros líderes, de un tiempo a esta parte, no sean sino un atado de descarados corruptibles, fanáticos exclusivamente de sus cuentas bancarias.

Pero si fuera Bush, yo me lo tomaría todo con mucho más sentido del humor. Conseguiría que alguien me fabricase un control remoto con un enorme botón rojo, y lo llevaría en la mano todo el tiempo. Gracias a la globalización, Internet y la CNN, en menos de medio día, todo el mundo sabría que las reservas de misiles y bombas atómicas del país más poderoso del mundo podrían ser disparadas al mismo tiempo con tan sólo presionar ese botón.

Y con ese dispositivo en mis manos, mis posibilidades en la comedia serían llevadas al extremo. Fingiría enojarme a cada rato y amenazaría con presionarlo en cada conferencia de prensa a la voz de: “Bueno, si tanto joden los terroristas, lo arreglamos ahora… ¡Epa! ¿Se la creyeron! Juuajajajajajajaja…; y también tendría uno igual pero inofensivo con el que jugaría a hacer malabares mientras viajo en el avión presidencial, y que dejaría caer de vez en cuando nomás para desesperar a mis guardaespaldas.

Sinceramente, no puedo imaginar algo más divertido.

lunes, octubre 02, 2006

Vale por un desquite y uno menos

Vida Diaria - Religión - Madre Naturaleza

Imagine por un momento que se encuentra una viejita en la calle, a la cual se le caen las bolsas de las compras, desparramándose el contenido de las mismas. Usted, a pesar del apuro, la ayuda a llevar la mercadería hasta a su casa, a dos cuadras del lugar del accidente. Porque de vez en cuando hay que hacer algo bueno y desinteresado, escaseando como están las filas del ejercito boy-scout.

La viejita agradece, y resulta ser el diablo. Cuernos, cola, voz sensual, acento británico... Porque no siempre tiene que ser Dios disfrazado, comprobando si nos vamos o no al Cielo debido a nuestras obras.

-Me has ayudado y es por eso que te haré un obsequio –dice Lucifer-. Pero será únicamente este: al final del día, regresaré a verte y deberás decirme el nombre de una persona. La misma será torturada y asesinada brutalmente en tu presencia, y su alma jamás conocerá descanso ni perdón. Mi oferta no puede ser rechazada, y no te preocupes por el Infierno, porque ya está decidido que irás a él desde hace rato, debido a tus excesos masturbatorios, a ese billete trucho de diez pesos que le enchufaste en Otoño del ´94 a un quiosquero descuidado, amparándote en que “alguien te los había encajado a vos y era lo justo”, y a que desde que saliste de tu casa pecaste con el pensamiento unas treinta y cinco veces mas o menos. Dios me lo dijo y con él no se puede ni conversar desde que el nuevo Papa entró a dársela de Highlander con los musulmanes…

¿Qué harían? ¿Invertirían en capricho o venganza personal? ¿Pensarían en hacerle un bien a la humanidad? ¿Elegirían? ¿Ya tenían a alguien elegido de antemano? ¿A quien? ¿Por qué? Si van a entusiasmarse, por favor, no insulten a sus desafortunados elegidos en los comentarios.