lunes, marzo 19, 2007

El exilio

Yo por Dentro - Otros - Trabajando

Nos estamos mudando, el regreso de Damos Pen@ se reflejarà en un comentario, ya que desde el laburo, ni loguearme puedo. O sea, avisaré (serà esta semana), pero ustedes pueden, si quieren, dejar en este post un comentario que diga "Ay Mantis, quiero que el Chinchu me avise cuando el nuevo blog estè activo y funcionando". Prometo enviarlo al negrito con el mensaje. De más està decir que quienes más van a alegrarse van a ser los incondicionales, la muchachada de siempre.

A los curiosos, cabe decir que nos vamos a Wordpress. (sì, damospena.wordpress.com) Y si me bloquean el acceso a wordpress, me voy a Blogsome. Y luego, sino, a Bitácoras.net. Y así, hasta que se arme la podrida y alguien le termine metiendo un balazo a alguien. Si pasan, veràn que sigo haciendo el traslado, post por post, en una colosal demostración de tiempo libre.

Saludos.

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jueves, marzo 15, 2007

Te mato porque me duele

Yo por Dentro - Cine, tele y así

La cosa es así: me despertó un calambre en la parte trasera de la pierna derecha a las cuatro de la mañana, y ya no pude seguir durmiendo. El dolor fue tanto, y el tirón tan grave, que hasta caminar me cuesta. No sé si se deberá a la falta de potasio como dice mi madre, o a la falta de prostitutas y cabarets como dice mi tío, o a la falta de esferas del dragón como digo yo, pero todo esto se reduce a que perdí hora y media de sueño, y estoy lleno de odio. De odio, malignidad y violencia, como todo macho. Súmenle a eso lo siguiente: tengo el acceso a Internet cada vez más restringido (postear no está bien) y en el interior de una de mis fosas nasales se está gestando un grano duro, grandote, de esos que duelen y no pueden ser reventados. Si manejase un camión, estoy seguro de que en lo que va de la mañana ya habría arrollado con gusto a una docena de niños limpiavidrios. Mínimo. Y subiéndome adrede a la vereda, con el semáforo en verde en algunos casos.

Como me parece inapropiado dejar pasar esta oportunidad de manifestar tanto mi violencia como la ajena, les dejo aquí las que considero fueron las seis muertes más violentas en la historia del cine. Bueno, al menos, de los últimos tiempos. Son 6 porque es el número imperfecto, porque es demasiado temprano como para que sean más, y también porque quiero dejarles a ustedes lugar para que agreguen las suyas.

The Godfather (El Padrino). La emboscada. Resulta que a Sonny (James Caan) lo engañan a fin de que salga sin protección, como el loco explosivo que es, rumbo a casa de su hermana, quien fue golpeada por su marido. Entonces, su automóvil se detiene en una cabina de peaje en una autopista desolada, el dependiente de la cabina cierra la ventanilla y se arroja al piso, y estalla el pandemonio. ¿Doscientas balas? ¿Trescientas? Tal vez más. Intenso. Sonny Corleone recibió una lluvia de plomo en una de las escenas más recordadas de esta gran película. Es el tipo de balacera que te hacer preguntarte cuánto le dolió, o hasta qué balazo estuvo consciente. Fue bueno que sucediese, porque dió origen luego a la famosa frase “look what they did to my boy Sonny, look what they did to my son… ”, que yo uso cada vez que deshueso pollo. Esta escena sería lo más violento que le sucedió a James Caan en toda su carrera de no ser porque Annie Wilkes le rompió las patas a mazazos tras atarlo a una cama.

Silence of the Lambs (El silencio de los Inocentes). El garrote. Para muchos, Hannibal Lecter es el mejor villano de la historia del cine. A mi parecer, es al menos el que más estilo tiene, y el asesino serial que algún día seré, Dios mediante. Sin embargo, Anthony Hopkins se vuelve básico y elemental en la terrible escena de la jaula, garroteando a muerte un oficial, en un plano más que impresionante en el que no se ve otra cosa que la horrible expresión del ganador del Oscar llevando su boca ensangrentada, las salpicaduras correspondientes y el movimiento de su brazo. El camarógrafo debe haberse orinado antes de llegar a la parte en que el cuerpo es destripado y colgado artísticamente de la parte superior de los barrotes.

28 Days Later (Exterminio). El piquete extremo. Esta película es realmente violenta. Estamos hablando de zombies, muertos vivientes y las formas de eliminarlos, cosa que se repite en el género llegando a niveles casi cómicos. Cuando uno se dispone a verla, se va haciendo a la idea de que las muertes van a sucederse una detrás de la otra, pero la escena en la que el protagonista ensangrentado (quien resulta creepy nomás de verlo en una foto mirando tele) hunde sus pulgares progresivamente a través de las cuencas oculares del oficial “malo” (pero no zombie) entre gritos y gruñidos es una revolvedora de estómagos. Hacer explotar un caballo con un collar de dinamita no debe resultar tan violento ni tan estremecedor. Es el tipo de escena que hace que después de sucedida uno se pregunte: ¿Era necesario? ¿No podría haber venido al cine a ver otra cosa? La respuesta es no. Fue uno de los dineros mejor gastados en mi vida. Un auténtico Resident Evil.

Saving Private Ryan (Rescatando al Soldado Ryan). La puñalada. En una escena del principio, un soldado destripado llora y grita por su madre, pero en comparación con la escena que más recuerdo de esa película, parece un comercial de PinyPon. Esta muerte a la que me refiero corresponde al soldado americano judío (Mellish) que tras una pelea feroz a mano desnuda con un soldado nazi es apuñalado en el corazón, lentamente, con una daga que él mismo había sacado. “No… no…no no no no” dice el pobre flaco, a lo que el agresor responde: “Shhhhh…” mientras hunde la hoja. Terrible, realista… qué se yo. Si el servicio militar aún fuese obligatorio en la Argentina, y el aviso de reclutamiento me hubiese llegado tras haber visto esa escena, yo mismo (con una pinza pico de loro y unos metros de alambre) me hubiese roto la espina a fin de zafar.

Casino. La paliza del desierto. Recuerdo que cuando tenía ocho o nueve años, solía quedarme a ver tele durante madrugada, y así conseguí enganchar Saló, o “Los 120 días de Sodoma” sin saber de qué se trataba. Pero eso no me pareció tan violento como esto. Cabe decir que el personaje interpretado por Joe Pesci se la había buscado durante toda la película. Las había hecho todas, desde involucrarse con la mujer equivocada hasta robar a los jefes de la mafia para los cuales trabajaba, pasando por reventarle a un tipo la cabeza con una morsa o apuñalar a otro en la garganta con una lapicera. Así y todo, la escena de la golpiza en el desierto es demasiado. Cruda en todos los sentidos, ya que comienza con él siendo obligado (por sus ex-compañeros) a ver como su hermano recibe una tunda brutal, con bates de béisbol. La sensación horrible y desesperante de que es el fin, de que no hay salida. Impotencia pura, que luego se transforma en su propia cuota de batazos amigos. Desnudos y ensangrentados, ambos cuerpos son arrojados a una fosa en la arena, y comienzan a ser sepultados todavía vivos. Ahí es cuando te das cuenta de que tu laburo no está tan mal, aunque el sueldo no sea la gran cosa.

American History X. El "enjuague bucal ruso". Muchos no saben que esta gran película existe. Por un lado eso está mal, ya que en ella Edward Norton lleva a cabo una actuación absolutamente magistral y escalofriante representando a Derek, un “cabeza rapada” neonazi que da unos discursos de antología, hermano mayor del siempre perturbado Edward Furlong. Pero por otro lado está bien, ya que “American Histoy X” hospeda a lo que sin lugar a dudas es la muerte más violenta que uno pueda imaginar. Quienes la hayan visto, ahora estarán recordando con pavor silencioso ese momento (en blanco y negro) en el que Derek sale a la vereda en calzoncillos y botas, pistola en mano, y se encarga de “educar” al ladrón malherido, tan afroamericano como delincuente y desafortunado. Nada, pero nada, nada se acerca a eso. Derek termina en la cárcel, pero ni curando el SIDA habría podido llegar a reparar lo hecho.

No me horrorizo ante la violencia ni tengo un estómago delicado, pero la verdad es que nada me había preparado para tanto... No sabía que eso existía... Me dolió a mí. Todavía me duele. No voy a describir la escena. Si quieren verla, busquen “curb stomping” en Wikipedia y YouTube, pero estén preparados para sentirse incómodos durante un buen rato. No sólo es la muerte más violenta en la historia del cine, sino que también es la cosa mas violenta que vi jamás en película alguna. Nada llega a ser tan simple y tan brutal. La película es de lo mejor que hay, y debería haberse ganado el Oscar en la categoría de “Mejor Violencia”, desbancando a todas las de Faces of Death.

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martes, marzo 13, 2007

Un mamboretá cinco veces imperfecto

Yo por Dentro - Religión - Vida Diaria

Los hay quienes dicen que Dios no existe porque suceden los terremotos y los tsunamis. Eso no es sólo estúpido sino también aburrido, porque me parece mucho más simpática la imagen de un pobre pescador africano que tras rezarle durante toda la tarde al Dios tiburón, ve venir una ola gigante y dice algo así como: “¡Munboka numayakaba mukako!”, que (imagino) en afrikaans significa “si tan sólo hubiese escuchado a ese misionero antes de hervirlo”. Los hay quienes dicen que Dios existe en cuanto no se ha podido explicar el porqué de muchas cosas. Eso es tan sólo estúpido, ya que la ignorancia no es evidencia. Los hay quienes creen que Dios existe porque así fueron criados en sus casas y está escrito en un libro (estúpido, porque eso hace que prácticamente todos los dioses sean verdaderos, incluyendo a Spiderman) y los hay quienes no creen porque no se les oyen las plegarias (estúpido, porque Dios no puede hacer que Boca y River ganen el mismo partido, aunque creo que Grondona sí).

Lo de las desgracias y alegrías también funciona como un detonante para los místicos. Podría decirse que Dios no existe porque no hizo nada para cuidar a mi hermana cuando ésta murió en un accidente de tránsito, pero eso sería –una vez más- estúpido. Dios no puede andar impidiéndole salir a nadie durante los días lluviosos en compañía de borrachos peligrosos con delirios legendarios de Collin McRae. También podría decirse que Dios me jodió abusando de las probabilidades al hacer de mi primo el único muerto en otro accidente, tirándole un ómnibus encima y salvando al resto de los cuarenta presentes, pero así también podría decirse que me favoreció al permitirme nacer y crecer sano y sin apuros a pesar de las probabilidades escasas de un prematuro cincomesino, o al organizar el cosmos al punto de que mi actual prometida me diese bolilla y me hiciese feliz. Es por eso que dejo a Dios fuera de esas cosas, cuando puedo.

Hoy en día, no estoy convencido de que Dios sea tal y cual me lo han presentado. Quiero decir, he elegido a Cristo como mi salvador, pero fue una decisión responsable y no el producto de una percepción. Nunca se me presentó un ángel con trompetas y espadas (simplificaría el asunto y lo haría mucho más interesante) ni se me apareció Jesús vestido de blanco con un mensaje de redención. O sánguches. Nunca presencié un milagro gigantesco, ni nada de eso. Que me he sentido overwhelmed en más de una ocasión, seguro, pero más veces fuera que dentro de una iglesia. Y podría haber obedecido a muchas otras cosas además de la intervención del espíritu santo. Podría haber sido amor, pánico, pata de cabra o empacho, por ejemplo. Porque debe haber agnósticos overwhelmed.

He aquí que entre los tantos dilemas que se me presentan, está mi bautismo. Digo, ya he sido bautizado cuando bebé católico, pero eso es decir poco. No tomé la comunión (mis videojuegos no iban a jugarse solos, caramba), pero mi bautismo adulto en una iglesia se avecina. Ahora bien, quiero que mi nuevo “compromiso responsable” con Dios funcione como corresponde, pero no estoy dispuesto a querer “curar” un homosexual y llevarlo por la senda de Dios. Por mí está bien así, mejor, más minas para los muchachos que quedan (camaradería y honor). Mucho menos voy a cantar en el coro, simplemente porque una persona seria no canta a menos que sea por plata, y ante un montón de gente que pagó una entrada. Tampoco pienso hacer carrera diciéndole a los musulmanes y judíos que yo tengo la posta y ellos están meta y meta hablar pavadas, porque la verdad, el Islam tuvo a Saladino, el mejor rey que jamás haya existido, y si lo descarto es por eso de que la mujer pasa a ser cualquier cosa salvo una compañera en la vida. Bueno, por eso y por el hecho de que Alá era tan pedófilo como cualquier cura católico. Por otro lado, no me opongo a todos los abortos, ni a todos los homicidios. Por algunos, incluso, saldría a juntar firmas y recaudar fondos. No hay vergüenza en ello. Hagan las cuentas. Termino siendo un incongruente cristiano “new age”. O algo peor: un hare “hippie” krishna con tintes sintoístas. Espero resolverlo.

La macana es que, indefectiblemente, cuando adoptás una religión por completo, estás dando a entender que por lo menos seiscientos millones de personas están equivocadas, ya sea ignorando o descreyendo (ateos) o simplemente conversando con un amigo imaginario (otros). Lo confieso, no me da el ego para tanto. No me creo tan sabio. Tal vez porque todavía quiero creer que los musulmanes buenos se van al cielo musulmán, y no a un infierno cristiano. Llámenme ingenuo.

Igualmente, peor le debe ir a Tom Cruise. Digo, a nadie le quedan dudas de que eligió la única religión que no es cierta. Eso es tan triste como esperar un colectivo en la parada equivocada durante un día de lluvia, o como que te regalen un dragón bebé (él último que existe) y al volver del trabajo lo encuentres muerto de sed porque lo encerraste y antes de salir te olvidaste de llenarle su tarrito de agua. O porque estaba jugando en tu escritorio y se le cayó encima una enciclopedia.

Bueno, no, tal vez no tanto. Nada puede ser más triste que eso.

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sábado, marzo 10, 2007

El mejor videoclip en la historia de este mundo y otros mundos desconocidos y lo mejor que le pudo haber pasado al hombre jamás.

Otros - Cine, tele y así - Yo por Dentro

No tengo palabras para describir lo que sucede en mi organización psicofísica en este momento. Me tiemblan las manos. Mi existencia se enriqueció a niveles que yo creía imposibles. El cerebro se me está licuando de placer. El tema se llama “Sweep the Leg” (BÁRRELE LA PIERNA). La banda se llama “No More Kings” y se va a convertir en la respuesta cada vez que alguien me pregunte acerca de mi banda preferida, si bien no me interesa un pepino su música pegadiza. Este videoclip fue dirigido por William Zabka, su protagonista, y es por mucho, lo mejor que les va a pasar a ustedes en toda su maldita vida. Es Johnny "El mejor personaje en la historia del cine" Lawrence.

TIENE EL CAST ORIGINAL… EL MADITO CAST ORIGINAL, ESTÁN TODOS, ESTÁ TODO EL GRUPITO… HASTA EL MALDITO RÉFERI. HAGAN CLICK, ¡¿EN QUE IDIOMA TENGO QUE DECIRLO?!

Pueden verlo aquí: http://www.youtube.com/watch?v=uFlQNtL8F9s
Y también aquí:http://www.sweeptheleg.com/
O haciendo click encima de estas palabras que están escritas en otro color porque son un maldito hipervínculo.

Lo único que lo aleja de la perfección y de ser lo mejor que me pasó en la vida es la ausencia de dos personas, ambas fallecidas. Se lo dedico al “Negro”, con quien me gustaría estar compartiéndolo, y a Noriyuki “Pat” Morita, quien habría bastado para redondear un segmento de imágenes y sonido que está muy cerca de convertirse en lo que muchos conocemos como “Dios”.Quien haya puesto el dinero para hacer este videoclip se merece que la humanidad toda haga una fila para practicarle sexo oral.

Me fui al carajo, no importa. Podría quedarme horas y horas escribiendo a este respecto. Ahora, si me disculpan, tengo que ir a verlo ochocientas veces más. Más les vale dejar comentarios que empiecen con la frase: “Esto es lo mejor que vi en mi puta vida” o "Put him in a body bag, Johnny!

Y si quieren leer una entrevista (en inglés) en la que William Zabka habla de todo el proceso, pueden hacer click acá.

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jueves, marzo 08, 2007

Tony Randall

Yo por Dentro - Comestible

Me desperté pensando. Llevo mucho tiempo de no darme una vuelta por un establecimiento del tipo “tenedor libre”. No estoy seguro que sea lo que uno deba pensar al levantarse (lo más sano, no es), pero para leer otro tipo de cosas más serias e interesantes ya tienen ustedes muchos lugares.

Por si alguno de mis lectores extranjeros desconoce el término, aclararé que un tenedor libre es un lugar en el que por una determinada cantidad de dinero, uno come todo lo que quiere, autoabasteciéndose. En mi caso, uno come "todo lo que puede". Las parrillas libres le permiten a uno desquitarse con un asado variado, las pizzerías libres hacen lo suyo cobrando las bebidas a precios exorbitantes, y los tenedores libres ofrecen toda clase de platillos simples, incluyendo elementos de las parrillas y pizzerías y pasando por las pastas, los fiambres, acompañamientos y ensaladas. Se ha hecho costumbre que éstos últimos sean de origen chino, y mezclen algo de cada cultura gastronómica. Algunos incluyen la bebida y/o el postre o café. Hasta donde yo sé, los chinos incluyen también la adrenalina de saber que uno está poniendo a prueba la ductilidad y resistencia de su propio colon, exponiéndose a tomar, envuelto entre sudores fríos, ese tren fugitivo conocido como el “Expreso de las heces acuosas”. (¡Mira mami, estoy jugando a que tengo cólera!)

La cuestión es que, conmigo, el tenedor libre no gana. Siempre regreso a casa habiendo comido más que suficiente para desquitar el dinero abonado. Y podría decirse que mis victorias se deben a que lo veo casi como a un desafío. Tomaremos por ejemplo al más caro (y cercano a casa) de los que anduve frecuentando algunas veces. Ellos cobran 30 o 35 pesos (dependiendo de si es día, noche, viernes, víspera de feriado, sábado, domingo) porque creen que eso les da ganancia, que nadie va a comer 35 pesos. Incluyen una bebida y postre libre. Es lo mismo que decirme: “¡Miren a la nenita, que linda nenita, ay mírenla, pero si es Betty Boop, que no puede comer diez dólares en una sola comida! ¡Cuidado Betty, no te vayas a tropezar con el hilo de tu tampón!

Y yo no soy ninguna maldita Betty Boop. Créanme: puedo ingerir peligrosas cantidades de bondiola de cerdo, y no asustarme si en determinado momento me falta el aire. Cabe decir que sigo además, ciertas reglas cuando me arrojo a tales aventuras (me siento en una mesa cercana a los fuegos, no como pan ni ensaladas, trato de acompañar con escasa agua mineral, como rápido, mastico poco, no utilizo condimentos picantes y apunto a los cortes caros y ricos recién después de haberme sometido a un “calentamiento” consistente en jamón crudo y quesos suaves). Algunos podrán decir que comer de más te hace sentir mal, pero comer de menos en ese tipo de situaciones me hace poner peor. Voy a serles honesto: no hay forma de que pueda pensar en dormir esa noche, o siquiera formar una familia en un futuro, si me vuelvo a casa creyendo que consumí menos de 28 pesos en un restaurante de 30 pesos el cubierto. No voy a dejar que eso suceda. Porque (el día de mañana) me gustaría poder mirar a mis hijos a la cara.

Creo incluso que me sentiría bien si el lugar quebrara a la semana siguiente, sabiendo que mis excesos fueron parte y tuvieron que ver en el asunto. Es complicado.

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lunes, marzo 05, 2007

¡El avión, el avión!

Yo por Dentro – Del Habla

Estuve pensando demasiado respecto a eso de no tener siquiera un mínimo tatuaje. Tal vez deba hacerme uno, pronto. A fin de cuentas, a la hora de hacerse un tatuaje, el aburrimiento es tan buen motivo como cualquier otro.

Los dragones, lobos y mamboretaes (en especial el pequeñín del sidebar) siempre se manifestaron como una opción, y los clásicos tatuajes samurai realmente me pueden, así, llenos de flores de cerezo, espadas y escenas de lucha. Pero imagino que jamás me haré uno, debido a que estoy convencido de que no quedaría exactamente como lo pretendo, pese a costarme una tonelada de dinero que no tengo y que debería ahorrar dejando de pagar el gas, la luz y varios churrascos.

Cabe decirse que eso de tener que andar explicando el tatuaje, el significado, y toda la perinola, se me hace desde ya, demasiado engorroso. Por otro lado, en mi círculo cercano más íntimo no creen inteligente la idea de tatuarme. Yo tampoco lo creo. Pero eso lo hace también útil a la hora de fastidiar, porque puedo tenerlos amenazados a todos bajo las palabras: “Ah, si vos me ponés a dieta de verdurita para bajarme el colesterol, yo me hago un tatuaje en la frente que diga: La Salteña, para freír”. Obviamente, luego esa persona amenazaría con abandonarme y yo lloraría y pediría perdón, previo todo a quitarme el tatuaje con agua hervida, pomada lustra-metales y un poco de arena.

Sin embargo, eso no quita que tome ciertas precauciones. Es por eso que ya elegí lo que me hará debutar en el mundo del garabateo dérmico, en caso de llegar el momento. La idea, sería la de grabarlo todo en letra cursiva, fuente Matura MT Script Capital, sobre la parte superior de la espalda:

"Sí, Rosas, te maldigo. Jamás dentro de mis venas -la hiel de la venganza -mis horas agitó. Como hombre te perdono -mi cárcel y cadenas- pero como argentino, las de mi patria, ¡no!"

No creo que se pueda pedir mucho más que eso.

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sábado, marzo 03, 2007

¿Y qué pasará el Lunes?

Bueno, se vino el sábado, día bailantero. Y por si me cuesta volver a publicar (debido a motivos ya aclarados días atrás), quiero dejarlos con un simulacro de despedida o descanso momentáneo. Porque no sé ustedes, pero yo creo que esta melodía debería ser la banda sonora oficial de Damos Pen@. No encontré otra que fuera mejor. Imagínense que Mantis y Chinchulín se van caminando por la calle, al atardecer, rumbo al horizonte, hasta perderse. Y Chinchu se tropieza, se levanta, cobra y sigue caminando. Y dénle play, por favor. Click encima, con el dedito y el cosito del mouse, encima, cuando cambia de color. Eso.


Y para redondearla, los dejo con este fantástico retrato de Chinchulín, realizado por un lector al que nombraré parcialmente, ya que en una de esas es un tipo buscado y lo mando al frente. No quiero poner a nadie en evidencia frente a sus jefes, ni dar a entender que hay gente con demasiado tiempo libre. Muchas gracias, Jorge F., de verdad. Me dan ganas de decir "no te hubieras molestado", pero la verdad es que me gustó.

Les deseo a todos un muy buen fin de semana, y será hasta la próxima, que espero sea este lunes.

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viernes, marzo 02, 2007

La Lista de Mantis

Yo por Dentro – Guías, Listas, Manuales, etc. – Madre Naturaleza – Cine, tele y así

Para deleite de toda la afición masculina, presento aquí la lista de las mujeres más apetecibles en todo el mundo, según el crítico ojo damospeniense. Y no voy a poner necesariamente a las más lindas, sino a las que también son las más atractivas. Nicole Kidman será muy linda, muy sofisticada, blah, blah, blah… pero para entrar a esta lista se queda corta.

Aviso a las mujeres: no nos vengan con pavadas de la feminidad, o como les quedan los modelos de alta costura y la caída de los vestidos, o lo perfecto de sus pómulos. Yo ya tuve en cuenta todo eso, no exageren. Los machos saben que hay cosas que simplemente gustan, aunque muy bien no se entienda nada de nada. Los machos verdaderos no tienen sentimientos, porque como bien sabemos, esas cosas son los bichitos con forma de arandela y crucecita que les salen de los ovarios a las hembras de cualquier mamífero.

Antes de comenzar, aviso que mi esclavo quiso colaborar en la selección (esto no se hizo en una tarde), y también puntuará el nivel de “calenturabilidad” máxima (alcanzado en un momento particular) o promedio (a lo largo de sus apariciones públicas) de cada una de las implicadas en la lista, a fin de ayudar a diferenciar las lindas de las sexies, y las sexies de las “la mato, la mato, hagan algo porque la mato”. Esas fueron sus palabras. Empecemos.

30-Ingrid Grudke. Entra como representante de las modelos de pasarela, que no siempre son murciélagos o tablas de planchar, anoréxicas y poco estimulantes. Algunas, calientan. Se ha escrito tanto sobre las modelos y son tantos los fanáticos de las mismas (saqué la foto de un sitio en el que un montón de papanatas le dejan su dirección de msn para ser agregados y tener una noche de sexo o conocerla y conversar tras haberle dicho todo lo que le harían en mayúsculas), que no poner al menos a Ingrid habría sido poco ético. Rubia teñida, con cierta cara de macho y todo, Ingrid está buena. Y punto.

Chinchulinómetro: 8.0 (promedio)

29-Las colas Reef. No llegan a ser personas, ni mujeres porque no se les ve el rostro y hasta se me hace que alguna será un travesti, pero… qué sé yo, no me pregunten: yo no voy a la playa. Sé que existen porque en verano aparecen llenando minutos muertos en la televisión. Para los que no lo saben, se hizo costumbre en las playas terrícolas que una vez cada tanto se lleve a cabo un concurso en el cual se elige la “Chica Reef”, que no es sino el soberano traste de una mina cualquiera a la que ponen de espaldas hasta el cansancio, tras sellarla como a un novillo. Estos elementos corporales integran la lista por el simple hecho de que existen solos, independientes de los cuerpos o sus propietarias. Son lo más raro de la lista.

Chinchulinómetro: 7.7 (promedio)

28-Carla Conte. No me malinterpreten: estoy al tanto de que Carla Conte no tiene nada nuevo. Es una morocha argentina, de las muchas que pululan por el mundo. Pero no se puede negar que resulta atractiva; desgarbada y todo, con su apabullante busto y una nariz medio enemiga. Y no será santo de mi devoción, pero lo más justo es entregarle aquí y ahora el galardón que se merece quien (imagino sin temor al error) con sus escotes y rebotes pectorales debe haber traído incontables ratos de puro y tradicional placer masturbatorio a toda una camada de mozalbetes argentinos de entre doce y dieciséis años sospechosamente adictos a ese programa televisivo que supo emitirse durante las medianoches y llamarse “Call TV”. Algún mérito debe haber en el hecho de que dentro de cincuenta años (ponele, cuando se muera) un montón de abuelos la recuerden en silencio y digan (cada uno por su lado): “¡Cuántas le habré dedicado a esa mina!”

Chinchulinómetro: 8.7 (máximo)

27-Las minas de Ronaldo. Yo solía creer que estaban con él por la plata, pero hoy en día creo que más bien es cosa de la fama y el hecho de salir con alguien reconocidísimo o poderosísimo en lo suyo. Porque resulta evidente que Ronaldo es un delantero de los que no quedan muchos. Y de los que no hubo muchos en la historia. En una de esas, estamos hablando del mejor goleador de todos los tiempos (yo lo pongo de cabeza en mi seleccionado ideal). Pero sus novias y luego esposas son unos fierros de no entender, o creer. Que se lo van pasando, una a otra, y a Ronaldo no le queda más que abrirse camino a base de eyaculaciones, a través de todo un catálogo de modelos. La foto que acompaña es de Daniela Cicarelli, a quien podríamos referirnos como “la fea del harem”. Las mujeres de Ronaldo son una categoría en sí mismas. Ver a este muchacho cambiar de mina cada nueve meses da ganas de secuestrarlo para arrancarle los genitales con una bicicleta.

Chinchulinómetro: 8.0 (promedio)

26-Minako Komukai. Resulta que yo estaba terminando de armar la lista y me dije: “no puede ser que no haya una oriental en la lista, una japonesa, una china, algo…” Zhang Ziyi, de “Crouching Tiger, Hidden Dragon” es muy bonita, pero padece del Síndrome de Nicole Kidman, o sea: gusta, pero no tanto como para que un hombre completamente heterosexual quiera acostarse con ella. Y entonces comencé a buscar fotos en Internet. Encontré la que ustedes están viendo, de una japonesa. No sé si Minako Komukai es una Idol, o una estrella pop consagrada, o una vedette japonesa, o una actriz en crecimiento, o un distrito japonés, o el nombre del dueño del blog del cual saqué la foto de una simple atorranta, pero lo cierto es que como representante de las orientales que gustan, ésta, aprueba. ¡Iaba-daba-duuuuuuuuu!

Chinchulinómetro: 8.6 (máximo)

25-Bridgette Wilson. De vez en cuando sucede que una mina aparece y le parte el bocho a uno, para luego desaparecer de la faz de la tierra. Y reaparecer. Y volver a desaparecer. Y uno trata de que alguien sepa algo de ella, pero como no es tan conocida, nada. Parece que el único que estaba viendo tele ese día, fue uno, porque el resto estaba remontando barriletes, papando moscas, andando en moto... Y ella se pierde en la neblina. Me estoy refiriendo precisamente a esta actriz que hará que muchos lectores de entre veinte y treinta años digan “aaaahhh… siiiii… ¡me acuerdo!”. Bridgette Wilson fue la hija adolescente de Schwarzenegger en “El Último Gran Héroe”, la maestra de Adam Sandler en “Billy Madison” y la potente Sonya Blade en “Mortal Kombat”. Años (¡años!) sin saber su nombre, y ahora resulta que es Bridgette Wilson-Sampras, esposa del conocidísimo tenista Pete Sampras. Me caigo y me levanto…

Chinchulinómetro: 7.9 (promedio)

24-Jennifer Garner. Su rostro tiene cierto aire a vecina o si se quiere, girl next door. Su cuerpo, por el contrario, es una topadora sexual altamente entrenada y delicadamente calibrada. A muchos, esta combinación les resultará lo suficientemente atractiva como para entrar y dejar comentarios del orden de: “estás loco, Mantis, a Jennifer Garner tendrías que haberla puesto primera, te fuiste al carajo”. Allá ellos; a mi entender, la protagonista de Alias y Daredevil perdió encanto desde el momento en que se dejó preñar por Ben “le debo todo a Matt Damon” Affleck.

Chinchulinómetro: 8.2 (promedio)

23-Sharon Stone. Una hermosa mujer, interesante, que resiste con gallardía el paso del tiempo y bien le pasaría el trapo a cualquier pendeja. Más allá de que se hizo famosa y pasó a la inmortalidad gracias a que se le vio absolutamente toda la “chuchina” desnuda en la escena del interrogatorio de la película “Bajos Instintos”, se la puede apreciar detenidamente y en una mejor versión en “Sliver”. Aunque, en rigor de verdad, no son necesarios estos detalles, si todos la vieron y ya saben de que estoy hablando. Sí, me refiero a esas escenas a las que la iglesia católica seguramente se opone, pero que bien podrían ayudarla a enderezar algunas cosas y corregir algunos cabos sueltos de esos que (dicen) tiene. Una tortura de suegra.

Chinchulinómetro: 8.2 (promedio)

22-Shannon Elizabeth. De nombre, a más de uno no le va a sonar a nada. Pero Shannon Elizabeth es una perra. Más precisamente, la perra que hace de “Nadia”, esa perra estudiante de intercambio en la comedia American Pie. De no ser por esa escena en la que esta perra se desnuda en la habitación del protagonista, sería una entre tantas del cine para adolescentes. Mucho más para decir, la verdad, no queda. Si quieren, me puedo meter a la Wikipedia o a Google a buscar datos relevantes, pero he de advertirles lo siguiente: Shannon Elizabeth aparece desnuda en tantas fotos diferentes, que casi marea. Una perra. Intrascendente, pero perra como pocas. Por perras como ésta es que tanta gente se pesca cualquier tipo de ETS.

Chinchulinómetro: 8.7 (máximo)

21-Jamie Lee Curtis. Y pensar que tuve el gusto de conocerla cinematográficamente cuando ya era una mujer grande, con toda una trayectoria de “scream queen” en el cine de terror adolescente y casada con el (es en serio) Barón Haden-Guest. Jamie Lee Curtis fue una de esas bellezas con algo de masculino, ante las cuales muchas mujeres dicen “parece un travesti”. A ese club pertenece también la candente Victoria Onetto (ver abajo). Ponele que sea un chabón, y bueno, es un lindo chabón, entonces. Pero no nos distraigamos: ¿Recuerdan ustedes la escena del strip tease “transformación” frente a Arnold Schwarzenegger en la película “True Lies”? Yo sí, yo sí, yo sí. Hoy en día es una veterana (48) bastante desmejorada que escribe cuentos para niños, pero ante ciertas situaciones, aunque desfasadas en el tiempo, hay que sacarse el sombrero. No te olvidaremos, Jamie, no te olvidaremos.

Chinchulinómetro: 8.5 (máximo)

20-Kylie Minogue. Chiquitita pero devastadora, esta australiana tiene uno de los mejores traseros a disponibilidad y largo rato de ser una lindura. Décadas. Pero si bien yo la vi por primera vez en la horrenda “Street Fighter”, fuimos varios los que rompimos ejes al verla desplegar todo su encanto en el videoclip de esa canción titulada “Can´t get you out of my head”, donde una tiras de tela blanca son todo lo que la viste. En “Slow” también está tremenda. Lo peor de todo es que en la vida real es una mina re-tranquila, aparentemente. No debería, quiero decir, es un desperdicio. Imagino lo que debe estar pensando su marido: “¿Cuál era la gracia de provocarme así, si a la hora de los bifes ibas a ser más bien tirando a cariñosa, maternal y comprensiva? ¡Sí, ya sé que sos mi esposa, ya me di cuenta! ¡Pero para quererme y cuidarme ya estaba mi vieja! ¡Se suponía que ibas a dejarme comatoso!”

Chinchulinómetro: 8.9 (máximo)

19-Las bailarinas de comparsa en los carnavales de Gualeguaychú. Atacan una vez al año, pero cuando aparecen, hacen desastres. Cierto es que entre sus filas, las comparsas cuentan con más muchachos homosexuales que otra cosa (o al menos eso parece), pero de vez en cuando, el brillo, el sudor, el baile que tensa los músculos de la forma adecuada, las plumas, la purpurina y una linda entrerriana de veinte años (no travesti, no gato) se alinean, conjugan y sincronizan mejor que los Power Rangers a la hora de armar a Megazord. Imagino que en el Litoral, decir que te estás cepillando a una bailarina de comparsa debe ser símbolo de status. Pierden puntos porque ya me tienen los huevitos a cuadritos con lo de las papeleras.

Chinchulinómetro: 8.2 (máximo)

18-Pamela David. He aquí una de las gatas televisivas que decoran la vida de los argentinos con sus idas y venidas. Lo que la hace diferente del resto, al menos para mí, es que creo que es una mujer naturalmente linda. Seguro, ha sufrido el uso y exhibe el baqueteo usual (kilometraje) de quien en poco tiempo se expone a quien sabe cuanta “agachada” y/o “sentada” propia de las “chicas” que entran al ojo público habiendo salido de un “reality show”, pero no por ello deja de ser una linda mina, de esas que vestidas de novia podrían generan tantas ganas animales como alegría de saber que vas a tener un lindo álbum de fotografías y recuerdos. Como diría Tweety: “un lindo gatito”.

Chinchulinómetro: 8.6 (promedio)

17-Sophie Marceau. De vez en cuando, hay que saltar por las que son más lindas y seductoras que muchas otras y no tienen las portadas de las revistas retocadas artificialmente, ni se sacan fotos en la isla de Caras. Futura reina en “Braveheart”, secuestrada terrorista en “The World Is Not Enough”… Sophie Marceau es un poema. Cito lo que escribí en un artículo anterior: “con esa boca podría comerse una rata viva y así y todo provocarme risitas nerviosas”. Uno tiene que ser extremadamente homosexual para que no se le mueva la estantería frente a esta delicia francesa, más directa que una piña en la cara.

Chinchulinómetro: 8.9 (máximo)

16-Carmen Electra. Mientras estuvo casada con el carismático pero efectivo rebotero Dennis Rodman, los directivos de los Chicago Bulls supieron quejarse y acusar al jugador diciendo que “su corazón no estaba en la cancha”. ¿Qué esperaban? Me extraña que haya tenido fuerza para caminar. A Carmen yo la recuerdo (era niño por aquel entonces) haciendo una coreografía con una ropita platinada, cuando recién aparecía en Baywatch. Lo curioso es que debo haber “soportado” en total, dos o tres capítulos de Baywatch, pero los gestos y movimientos de esa mujer se me tatuaron en el cerebro. Hay algo en ella que dice: “Conmigo no se jode, te caliento si quiero, y si estoy con ganas, más te vale complacerme porque te meto unos cuernos que van a hacer que por el celular puedas sintonizar una radio en Oslo.” Pocas mujeres te pueden mirar y hacerte creer que la vas a pasar tan, pero tan bien en la catrera. A Carmen Electra querés hacerle cochinadas, no digas que no, no digas que no. Y está bien, porque ella pone cara de estar de acuerdo, que tanto.

Chinchulinómetro: 9.4 (máximo)

15-Halle Berry. Tres cosas quiero aclarar sobre Halle Berry. Primero: se operó la nariz cuando era joven y quedó bien. Segundo: muchas de sus fotos aparecen retocadas con Photoshop (no es la única). Y tercero: no tiene un busto lindo de ver al desnudo, tal y como se notó en la espantosa película conocida como "Swordfish". Lo que quiero decir es que si armás una lista de mujeres atractivas y no ponés a por lo menos una negra te tratan de racista, viste como es este país. Era Halle o Beyoncé, que al natural debe ser un bagarto nalgudo. En cualquier caso, no me gusta tanto pero es una mujer muy linda y sensual. Creo que la foto la muestra en la que fue su mejor imagen. Porque “Jinx” saliendo del agua en “Die Another Day”, con el cuchillito en la cintura, es una cosa de locos.

Chinchulinómetro: 9.0 (máximo)

14-El staff de secretarias de Gerardo Sofovich. Miau… Sabido es que las secretarias de Gerardo Sofovich (nos referiremos a ellas como SGS´s) son minas de curvas peligrosas y objetivos claros: dinero. Ahora bien, para ser una SGS hay que tener una buena figura, dispuesta a realizar todo tipo de gauchadas y no hacer pucheritos si luego toca ser "novia intercambiable" de lujo en el microcentro porteño, promocionando en el rubro 59 del diario y habiéndose pinchado (al menos temporalmente) la posibilidad de triunfar en el teatro de revistas. Las SGS´s, con sus sorteos, sus minifaldas, sus escotes y su revoleo de sobres incluido, son un clásico argentino, y eso les permite integrar esta lista. A saber: si este tipo de mujeres no fuesen atractivas, más de un atorrante no se presentaría a su propia despedida de soltero. Reemplácese si se quiere, con otra raza de gato: las promotoras del Turismo Carretera, que la juegan de lo mismo pero con calzas ajustadas en vez de minifaldas y sombrillas en vez de sobres.

Chinchulinómetro: 8.4 (promedio)

13-Salma Hayek. Verla en esa película tarantinesca titulada “From Dusk Till Dawn” me voló la tapa de los sesos. A lo largo de mi vida no supe ser partidario de esa ideología que dice que son más lindas las morochas que las rubias, pero… Padre Santo, Salma es una buena forma de empezar a reconsiderar cualquier ideología. Sin ser una verdadera “belleza”, Salma Hayek echaba humo en esa cinta. Humo. Ardía. Daba ganas de agarrarse la cabeza y gritar “¡POR DIOS! ¡POR DIOS! ¡NOOOOO! ¡AAAHHH, POR DIOS!" sin dejar de mirarla. Creo que lo hice, no recuerdo. Sí, puede ser. Era de noche, y estaba con mi primo comiendo pizza. Él también gritaba, pero decía: “HIIIIJA DE PUUUTA, HIIIIJA DE PUUUTA”. Los dos gritábamos, sí. Después de un rato se nos pasó y nos pusimos a jugar al Winning Eleven.

Chinchulinómetro: 9.4 (máximo)

12-Milla Jovovich. Estuve pensando en la forma de describir el porqué Milla integra esta lista, o mejor dicho, su relativamente alta posición dentro de la misma. Me contentaré con decirles a ustedes que todas las asquerosidades que se me vinieron a la cabeza cuando vi “El Retorno a la Laguna Azul hace un par de años deberían de haberme puesto tras las rejas o bajo severa supervisión. Hay gente que está cumpliendo condena y recibiendo inyecciones por mucho menos. Milla Jovovich es la clase de mujer con la cual uno querría despertar después de una borrachera. Supongo (porque yo no bebo ni salgo de noche, pero la encuentro tan bonita, que imagino debe ser así). Es linda, soviética, cantante, delicada, soviética, femenina, atractiva, soviética… ¿qué más se puede pedir para una alegría mañanera? Algunos dirán que es demasiado flaca y pálida o que no posee demasiadas ondulaciones, pero ¿Y qué hay con eso? Aguante Leelo. Milica Natasha Jovovich se la banca así nomás. Imagino que debe oler a flores y popurrí de cítricos, y divertirse desayunando pizza fría (deberíamos preguntárselo a “Upham”, el soldado/traductor miedoso de “Rescatando al Soldado Ryan”, quien comparte con ella lecho).

Chinchulinómetro: 8.4 (máximo)

11-El seleccionado femenino holandés de hockey. Creo que no hace falta que aclare, ni que aprenda el nombre de alguna jugadora en particular, o emita justificación ninguna del porqué de esta elección. Año tras año, generación tras generación, olimpiada tras olimpiada y mundial tras mundial, Holanda pone a correr sobre el césped a un grupete de rubias de ojos claros, carilindas, bronceadas y tonificadas. Siempre se escabulle alguna fea (o varias), pero así y todo, es negocio. Uno no puede no detener el zapping aunque más no sea por diez segundos, cuando ellas aparecen. Muchacha, ¿Qué cara pondrías si te enterases de que tu esposo conoció via Chat a una jugadora soltera de la selección holandesa de hockey, se hicieron re-amigos y ella viene a vacacionar a la Argentina y quiere invitarlo a cenar para conocerlo, como amigos, porque lo quiere mucho y es un dulce y confía en él para recorrer la ciudad? Aaaah… ¿viste? Ni hace falta foto para que la imagines. Por eso están apenas por debajo de las diez primeras. Y que conste que estoy encarando esta lista con cierto criterio, porque podría haberlas puesto primeras, y agregado también a las chicas de Wild On, del canal E! (Woohoo! Partyyeeaa!)

Chinchulinómetro: 7.8 (promedio)

10-Victoria Onetto. Todos sabemos que es esa (disculpen la expresión) yegua que inevitablemente te obliga a estar peleándote todo el rato, con todo el mundo. Jessica Rabbit, pero de carne y hueso, en cuerpo y alma. Se me vienen a la cabeza las palabras “lomo” e “impresionante”. Victoria activa en el hombre común ese switch que reza: “y bueno, si se tiene que pudrir, que se pudra”. Y se pudre. Y se va todo al carajo, mal: Uno termina discutiendo con la vieja a los gritos, agarrándose a piñas con el mejor amigo, mandando al jefe a quien sabe donde, comiendo mal, durmiendo poco, con una intravenosa y suero en el Hospital Muñiz... pero sonriendo. Fulera de cara, grotesca, pero... Me pregunto si sus padres se habrán propuesto, antes de concebirla, engendrar a la mujer a la cual mejor le pudiese quedar eso de andar por la vida nomás en tanga y corpiño, gozando en televisión de incontables embates sexuales, de incontables actores. Porque de las que aparecen en la pantalla chica, nadie se ve tan bien en tanga y corpiño como Victoria Onetto, ¿no?

Chinchulinómetro: 9.6 (máximo)

9-Romina Gaetani. Es mi preferida entre las argentinas. Al fin y al cabo, es mi lista, y el que terminó colgándose a ver “Soy Gitano” más de una vez, fui yo. Salir con Romina Gaetani debe ser algo “seguro” desde muchos puntos de vista, ya que su pareja nunca va a decir accidentalmente el nombre de otra mientras esté revolcándose con ella, porque es evidente que si le da cabida Romina Gaetani, no va a poder pensar en otra cosa que no sea Romina Gaetani. A Dios le pido que sea hija única, porque que un pobre flaco pueda estar casado con hermana suya (teniéndola así de cuñada) me parece un injusto martirio para el tipo, en caso de cumplirse eso de la fidelidad, la monogamia y el no pecar ni con el pensamiento. El pobre muchacho se moriría tristemente a los cuarenta, de un ataque de presión. La Gaetani es un Scania con acoplado.

Chinchulinómetro: 8.5 (promedio)

8-Mónica Bellucci. ¡Bum… Bababum! La fama de lindas que tienen las italianas existe gracias a mujeres como ésta, única representante de ese país en la lista. En ciertas fotos se la ve increíble. Algunos la conocen por haber interpretado a Magdalena en “La pasión de Cristo”, pero son más los que alojamos en un rinconcito del corazón la imagen esa (si, esa) del póster de “Matrix: Reloaded” en donde se deja ver como la brutal Persephone. La película era muy mala, muy mala… pero ese vestido blanco le daba otra dimensión al término glándulas mamarias ¡Bum… bababum! ¡Bababuuum! ¡Hoochie, coochie, coochie! ¡Babushka! Disculpen. Falta poco, ya terminamos.

Chinchulinómetro: 9.3 (máximo)

7-Jeena Jameson. La reina del cine para adultos no podía faltar en esta lista. No habría sido justo. Más allá de que es un gato muy bien arreglado y aceitado, Jenna Jameson vuelve loca a la muchachada por muchos motivos, pero el principal es que, obviamente, sabe revolcarse y complacer a un hombre. Pero sabe en serio, en serio, y existe evidencia. Cientas de películas lo demuestran. Cierto es también que uno tiene que venir con una autoestima y genitalidad poderosas para no sentirse disminuido tras haberla visto “actuar” o recibir a más de uno (más de cientos, en realidad), pero ¡que diablos!, eso también pasa en el barrio con otras más feas y menos adineradas, y nadie se queja ni las señala. En esta lista, Jenna Jameson representa a todas las actrices del cine para adultos, y es por eso que vale que me extienda un poco más.

No podemos pasar por alto el hecho de que la idea de la “mente abierta” tiene que ser llevada a una nueva dimensión, considerando lo que podría darse en una fiesta entre amigos de Jenna Jameson. Porque no es como salir con mujer “alegre” de esas que hacen que los “amigos” te arrojen esa mirada funesta que parece decir: “¿sabés que alguna vez me la emperné, no?”, sino que probablemente la mirada diría algo que sería más parecido a: “¿Sabés que me la voy a empernar toda la semana porque ella quiere retomar su carrera y estamos haciendo pruebas de luz para las escenas en la playa, no?” Pero ojo. Eso sería una contra siempre y cuando uno olvidase el hecho de que las amigas estarían muy dispuestas a casi cualquier cosa. Digo, que se yo, vas a quedar como un infeliz si para hacerte el canchero preguntás “¿alguien hizo alguna vez un trío?”, pero en una de esas te sale bien y termina resultándote más barato platificarte el pene que comprar todas las cajas y cajas de condones necesarias para la tarea.

Evidentemente, otra cuestión a considerar es que sería difícil tener hijos con Jenna o mandar éstos al colegio sin que regresasen trastornados y arruinados de por vida. Ella misma debe estar bastante traumatizada. Eso es seguro. Pero si el sexo con alguien alguna vez vale el riesgo de que tus descendientes terminen vomitando, gritando y llorando en un cuarto de paredes acolchadas dentro de un centro de rehabilitación para drogadependientes, ese alguien puede ser únicamente Jenna Jameson. God save the Queen.

Chinchulinómetro: 9.7 (promedio)

6-Eva Mendes. Son varios los motivos justificantes de que cualquier hombre desee ser “Alonzo”, el Denzel Washington de “Training Day”. Están las armas, la actitud, la ropa, el auto… pero el más importante es Eva Mendes. Cuando alguien habla de latinas, debería empezar por esta MUJER. Lo repito: MUJER, con hache de hembra. A su lado, Catherine Fulop es tan latina como Winona Rider. Su rostro no es el más femenino ni el más bonito (habrá sido un bicho horrible cuando niña, la pobre) pero su cuerpo es una verdadera demostración de que Dios no sólo existe, sino que también a veces se levanta de muy, muy buen humor y compensa todo eso de los tsunamis, las guerras y el hambre de los niños en África, mediante un solo plumazo. La súper curvilínea Eva Mendes debe estar hecha de lava burbujeante, en constante estado de combustión y fundición. Caliente… sus ropas, muebles, papel higiénico y marido deben estar hechos del material ignífugo utilizado en la ropa de los pilotos de Fórmula 1, pero reforzado.

Chinchulinómetro: 9.8 (máximo)

5-Maria Sharapova. Dígase imitando el tono de voz de Al Pacino en “Perfume de mujer”: “Whooaaaa, Charlie”. Lo que se dice, un hermoso par de siberianas, largas y jóvenes piernas. Sus compañeras de trabajo (o rivales, si se quiere) se quejan acerca de sus gritos en pleno juego porque, según dicen, se desconcentran. Me pregunto si no será en realidad que se imaginan teniendo una escena de sexo lésbico con Maria, y es eso lo que las incomoda. Maria Sharapova es una hermosa, hermosa obra de la creación. Sus padres deben haberla hecho con mucho amor. Imagino que para cualquier hombre (salvo los petisos resentidos e inseguros) debe ser imposible no enamorarse de esta princesa si ésta intentase seducirlo. Tiene 19 años… Diecinueve. Es demasiado joven para estar tan bien puesta. Es el tipo de novia que querés presentarle a tu madre, pero no a los borrachos malparidos y degenerados de tus amigos. Agrego como nota final que mientras buscaba la fotografía para acompañar este texto encontré tantas, pero tantas, y tan distintas, que fue difícil tener que elegir una sola (más que con cualquier otra involucrada en esta lista salvo la #2). Atractivísima, al punto de que pasa a ser un detalle menor eso de que sea millonaria y la #1 del mundo en el tenis femenino profesional.

Chinchulinómetro: 8.9 (máximo)

4-Elizabeth Hurley. Te entiendo, Hugh, tenías que probar otra cosa para volver a sentirte mortal… Elizabeth Hurley es pura provocación. Pura tentación. Un peligro. Por algo fue elegida para encarnar al Diablo que atormenta a Brendan Fraser. Esta inglesita es, a mi entender, viagra humana. En fin, creo que más allá de todo ese atractivo felino que acarrea en su rostro y busto, la suma de aquello más el acento británico fue lo que la puso en el cuarto puesto de esta lista. Podría decirte algo así como: “Mi amor, no olvides que hoy tenemos que ir al cementerio a revisar el cajón de la abuela, que parece estar filtrándose y perdiendo líquido” y aún así sonaría a un coro celestial de querubines, serafines, arcángeles y principados cantando el advenimiento de Nuestro Salvador. Pongamos, mejor, para no desentonar, un ejemplo en inglés:

Elizabeth Hurley: (extendiendo el brazo y acercando un martillo) -Darling, would you take this hammer and smash your left index finger until you make it disappear, please?
Hombre: -Sí, seguro, dame, a la mierda el dedo. Pum, pum, pum, pum...

Chinchulinómetro: 9.5 (promedio)

3-Angelina Jolie. Miss Lara Croft se está acostando con Brad Pitt, y eso técnicamente debería estar posicionándola en el primer puesto, pero cierto es que perdió puntos porque ahora da la sensación de que es capaz de interrumpir una sesión de frenesí sexual para ver porqué llora alguno de los tamagotchis esos que adoptó. Así y todo, sigue transmitiendo ese vértigo propio de la mujer fuerte que es atractiva casi llegando a lo grotesco, con sus hermosos rasgos físicos exagerados al punto de “saltar” pero sin quedar monstruosamente ridículos. Pura actitud, atractivo animal y la seguridad de quien sabe que lo que tiene, gusta y puede conducir sin remedio a una ducha fría. Nunca la ví tan interesante como en “Pecado Original”. Mis respetos a Billy Bob Thornton, quien supo disfrutarla en su prime time, antes de que se le despertase el instinto maternal. Este señor debe haber usado tanto el pitito, que de seguro se lo habrán tenido que entablillar y enyesar en más de una ocasión.

Chinchulinómetro: 9.2 (promedio)

2-Jennifer Connelly. Un millón de gracias, Dios. Cuando parece que va a enamorar, hace de zorra y pone a todos los muchachos como locos, sólo para luego volver a enamorarlos. Y volver a engatunarse. Una mujer con la que uno no puede equivocarse; que parece haber sido esculpida: linda, linda, linda. Y que está buena, buena, buena. Por seres como Jennifer Connelly es que se inventó toda esa cosa del matrimonio y la monogamia: para no dejar de verla, no dejar de comerla y no convidarla. Es el tipo de mujer que deslumbra y hace que uno desee verla feliz y siempre radiante, aunque sea con otro (en este caso, Paul Bettany, ídolo, Mesías). Nadie combina tan bien la sensualidad y la belleza como esta criatura. Perfecta cuando tenía quince años. Perfecta a los veinte. Perfecta a los veinticinco. Perfecta cuando tenía treinta. Perfecta ahora con treinta y seis, y habiendo tenido un par de hijitos. Simplemente perfecta. No voy a decir más, porque Jennifer Connelly está fuera de esta liga, y debería estar fuera de esta lista. Su sola existencia justifica el cine todo, y el sufrimiento del mundo.

Chinchulinómetro: 10.0 (máximo)

1-Scarlett Johansson. Les confieso que el primer lugar era de Jennifer Connelly, hasta que me di cuenta de que Scarlett necesariamente tiene que “estar mejor” (aunque yo no me llegue a dar cuenta) debido a este pequeño pero importante detalle: saca a relucir la frustración envidiosa del resto de las mujeres, quienes le encuentran defectos tontos. Ridículos. La ven y dicen: “es común y silvestre”, o “insulsita y con cara de tonta” o “anda siempre con la boca abierta” o “fijate el tarado con el que anda” o “si yo me arreglo, me maquillo y me pongo ese escote, también quedo así” o “debe tener mal aliento” o “en esa foto se le ve el bigote, mirá, mirá”.

Y no se dan cuenta de que si Scarlett lo pidiese, los hombres formaríamos un ejército y saldríamos a encadenar, apuñalar, desollar y mutilar a quien hubiese que encadenar, apuñalar, desollar o mutilar, incluyendo parientes, ositos panda, monjitas de la caridad y canguritos bebé. Me animo a especular con la posibilidad de que más de un lector se esté dando cuenta de ello a la voz de: "y sí, la verdad que sí... yo una bomba en un colegio pondría, pero sólo por ella."

Porque Scarlett Johansson es ese tipo de mujer que desnuda la estupidez masculina, aún apareciendo apenas maquillada al levantarse, en un hotel cualquiera de Tokyo. Resulta evidente que a la hora de tratar de seducirla, un hombre promedio se pondría nervioso y (habiéndosele saltado la trifásica) terminaría riéndose de cualquier cosa o diciendo alguna pavada, del orden de “últimamente están viniendo de peor calidad, las fundas de celulares” o “mirá, fijate esa puerta… en el laburo tenemos las mismas cerraduras ¡Que chico es el mundo!”. Y en caso de que milagrosamente funcionase y consiguiese llevársela consigo, se dejaría atar a la cama, aún si eso significase exponerse a que todo fuese una treta previa a que le desvalijen la casa. Chica común o diosa súper-atractiva, Scarlett Johansson raja la tierra y está cada vez mejor. Es bueno saber que si en un par de años la moda “revival” continúa y a alguien se le da por hacer una película de los ThunderCats, a Cheetara ya la tenemos.

Lo peor de todo es que comprar un disco de Justin Timberlake es lo más cerca que cualquiera de nosotros estará de echarle las garras encima. Un crimen. Debería ser patrimonio de la Humanidad y estar disponible para todos los hombres y muchachos libres de compromiso amoroso. Porque Scarlett es la reina de esta colonia de hormigas.

Chinchulinómetro: 9.9 (máximo)

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