¡A la carga, mis valientes!

Vida Diaria

Reconozco que no respeto el tránsito a rajatabla cuando estoy llegando tarde al laburo por culpa de demoras en los medios de transporte, pero cuando puedo (casi siempre), me porto bien. Al fin y al cabo, para eso es que me levanto un toque más temprano y salgo de mi casa con tiempo de sobra: para no tener que andar corriendo. Y ellos me acompañan, evitando bocinazos, gritos, frenadas y accidentes. Son tres, al menos los que reconozco porque también viajan conmigo en el tren, frecuentemente en el mismo vagón.

-La primera, petisita y de abrigo beige, se parece a mi novia. Se toma siempre el 56. Cuando puedo, le doy el asiento, porque sube en San Isidro e imagino que siempre viaja parada debido a ello.
-El segundo, el flaco de traje claro y mochila roja que tiene mi mismo corte de pelo. Agarra derecho por Alem y le pierdo el rastro.
-El tercero, el viejo del traje y la Palm. Siempre viaja sentado, seguro que sube en Tigre.

Cuando nos encontramos allí, hombro con hombro, mirando hacia el horizonte negro y amarillo, esperando por ese hombrecito blanco que camina para convertirse en una suerte de luminoso general romano, me someto ante la obligación de sentirlos mis compañeros de batalla. Mis iguales, mis socios en la decencia del Microcentro, mis correligionarios del alma pavimentada. Hoy quiero rendir homenaje a estas tres personas que se han convertido en mis hermanos silenciosos y que, como yo y tantos otros, circulen vehículos o no, no cruzan la calle con el semáforo peatonal en rojo.

Continue? 9, 8, 7...

Yo por Dentro

Los videojuegos de disparos se suelen dividir en dos categorías: shoot´em up en primera persona y shoot´em up en tercera persona. Primera persona: Doom, Wolfenstein 3D, Quake, Counter Strike. O sea, la perspectiva de juego es la del protagonista, y no se ve el cuerpo del personaje, salvo las manos, el arma, etc.

De a ratos, siento que estoy viviendo en tercera persona. O sea, me veo jugando un juego diferente, me veo desde afuera, veo a un tipo parecido a mí, en un laburo que no es el que yo creo, con mis estudios que no son mis estudios, con una vida que es parecida a la que me gustaría, con algo de ficción en todas las cosas. Con una familia diferente a como la recuerdo, con una vida sentimental medio enrulada y medio resuelta, con mi salud disimulándose entre mis achaques y mi cansancio.

No se… quiero jugar este juego en primera persona, porque las cosas le están pasando al personaje y no a mí. Alguien se está haciendo pasar por mí y está viviendo mi vida a cien mil por hora… sintiendo el que debería ser mi dolor (por suerte), y disfrutando de mi alegría (por desgracia). Yo tan sólo lo veo, y meto fichas cuando hace falta.

Porque le falta, porque no tiene

Madre Naturaleza

Las cucarachas me dan asco, más que nada por ese descarado movimiento que hacen con sus antenas. Nunca pude echarlas de mi hogar, y siempre estamos librando batallas al estilo Sarajevo, donde no hay un ganador definitivo. Ellas se aparecen, yo las piso o las aplasto contra la pared, y luego las envuelvo y tiro al tacho de basura, envueltas en papel absorbente. Solía dejarlas tiradas en el piso, reventadas, como enviando un mensaje mafioso a las otras cucarachas. Al otro día ya no estaban y daba por sentado que mi madre las había recogido durante la noche.

-Yo no ví ninguna cucaracha –me dijo ella una vez-. Te habrá parecido que las matabas, pero no.

Una noche, curioso por las desapariciones, reventé una y me quedé espiando envuelto en penumbras, para ver lo que sucedía. Descubrí que si la dejás aplastada y abandonada, otras cucarachas vienen después, y tras descuartizarla, se la llevan al nido. Supongo que para comérserla, porque deben tener mucha proteína.

Una vez hace muchos años intenté exterminarlas rociando mi casa con veneno diluido al punto de la intoxicación, y experimenté el terrible escalofrío que se siente cuando docenas y docenas de cucarachas moribundas salen de cada rincón de tu casa buscando una salvación, revoloteando y cruzando las habitaciones, pegándose contra las paredes… y contra tu cara, tus brazos y tus anteojos. Y sí, esa noche soñé con cucarachas.

Así y todo, desconfío de las personas en cuyas casas no hay alguna cucaracha casi tanto como de los que dicen no gustar de las milanesas con papas fritas. No pueden ser buenas personas.

Borrón y cuenta nueva

Religión

¿Nunca oyeron decir: “Mientras lo llevemos en nuestro recuerdo, Fulano va a estar vivo”?

Sé que nadie dura para siempre, pero sé también que existe una cantidad limitada de elementos físicos que componen a un hombre cualquiera. Considerando que no hay dos personas iguales en el Universo, pero que los factores determinantes son finitos, podemos entender que en algún momento, un ser idéntico a mí va a volver a pisar la faz de la Tierra. Una especie de resucitación indirecta/reencarnación directa, un reciclaje. Es una necesidad matemática: en algún momento alguien tiene que salir repetido.

La pregunta es: ¿Cuándo sucederá eso? No lo sé, dentro de millones de años, tal vez, pero mi “yo” va a estar disponible mucho tiempo antes, en un instante preciso: cuando haya dejado de existir por completo, del todo. Cuando no queden fotos ni grabaciones, ni lápida, ni papeles con mi nombre escrito, descendientes, o siquiera gente que me recuerde sin saber mi nombre. Exactamente cuando todo rastro de mi existencia se haya borrado de todas las bases de datos y registros posibles, salvo el de Dios (o parecido). Cuando no sea ni un personaje de ficción. Cuando no sea ni un pensamiento futuro. Cuando no exista la probabilidad de imaginar la coincidencia. Cuando ya no sea sino un atisbo de energía.

El tema es que hay mucha gente olvidada disponible también, y hay que ponerse a la cola. Una buena forma de retrasar la reencarnación de otros es hablando de ellos con otros. Mientras nos acordemos de Hitler, él no va a poder volver. Desde este punto de vista, los tipos más difíciles de regresar al tercer planeta serían los más famosos, por ejemplo: Los Beatles, Cristóbal Colón, William Shakespeare, Jorge Luis Borges, Robert De Niro, Aristóteles… Y el más difícil de todos sería sin lugar a dudas Jesucristo. Ese sí que no volvería más…

Recuerdo a mis muertos queridos, y creo que mis hijos y nietos los conocerán a través de algunas fotos y anécdotas. Pero el tiempo hará su trabajo. Al fin y al cabo, yo no me acuerdo del tatarabuelo de mi tatarabuelo, cuyo nombre desconozco. No creo que nadie lo recuerde, y en esa época no había fotos ni nada. Él ya debe estar disponible para una revancha, y no pasó tanto tiempo.

Yo calculo que al paso que voy, mi existencia terminará absolutamente en menos de mil años. A Alfredo de seguro le tomará un poco más. Lo más difícil será quitarme del Registro Nacional de las Personas, o como se llame. Pero es que la burocracia te jode hasta después de muerto, qué le vamos a hacer.

Mi segundo nombre no es peligro

Yo por Dentro

Siguiendo con el reconocimiento intrapersonal, añadiré a la lista de cualidades que hacen de mí un muchacho amargo y aburrido, lo siguiente: Siempre creí que hacerse la rata era cosa de giles.

Cuando realmente no tenía ganas de ir al colegio, yo simplemente se lo decía a mi vieja, y faltaba. Al fin y al cabo, lo malo de ir al colegio no era entrar al mismo, sino tener que levantarme temprano, dejar de dormir y salir a tomar frío en los meses menos felices. Mi mente de niño era lo suficientemente lúcida como para saber que tales desgracias uno no las evita paseando por las veredas del barrio como un vagabundo a las ocho de la mañana. Y la tarea la debería de pedir de todas maneras.

En mi caso, la escuela quedaba (y queda) a seis cuadras de mi casa. Exponerme a que cualquier vecino metido me reconociese como al hijo de mi madre y me llevase de una oreja junto a ella (o le fuese a hacer las veces de alcahuete), bueno, no habría sido mi idea de la aventura.

Otros: Categorías en Blogger

Otros

Si hay algo que detesto de blogger, es que carece, al menos por default, de las tan útiles "Categorías" que otros lugares ofrecen.

Como quiero categorizar mis posts a toda costa, estoy experimentando con un pequeño script que me permitirá dicha cuestion en 5 minutos, o al menos eso me prometen. Hasta ahora, es un adorno del sidebar, nada más. Pero posteo esto para que quienes sientan curiosidad, no se lleven el chasco de creer que no he escrito nada acerca de "Otros", "Cine, tele y así", "Del Habla", etc.

En fin. Muchas gracias por su colaboración. En Damos Pen@ estamos trabajando para brindarle un mejor servicio.

Mi comida preferida

Comestible - Yo por Dentro

De vez en cuando llega a mi casilla algún mail de esos que te realizan cuanta pregunta innecesaria hay en esta vida, con la supuesta intención de conocerte mejor. ¿Actor preferido?, ¿Playa o montañas?, Si fueras un auto ¿Cuál serías?, ¿Cuál fue el lugar mas raro en el que tuviste sexo?

Yo ya tengo uno preparado, con más de cien ítems, que completé hace dos o tres años. Casi todas las respuestas ahora serían diferentes, pero lo uso para responder a las personas que disfrutan enviándome estas cosas. No le actualizo ni la edad. Es algo así como decirle: “Mis padres me educaron lo suficiente como para responderle, pero no tanto como para tomarlo en serio. Al fin y al cabo, si quiere que nos conozcamos el uno al otro, invíteme un café y hablaremos”.

La única pregunta que me gusta es la de la comida preferida. En mi caso es la “entraña a la plancha”, acompañada de papas fritas, puré de papa, batata, calabaza y zanahoria, o ensalada de lechuga y tomate o papa, huevo y mayonesa. Con mucho pan y Coca-Cola. En realidad, no sé si será mi preferida, pero podría comer tan sólo eso en almuerzos y cenas durante el resto de mi vida, que sería breve pero satisfactoria. Y para los que no saben, la entraña no es una achura, sino un corte vacuno muy sabroso, de características similares al popular “Vacío”. Es conocida como la “carne del Asador”, porque su cocción es breve. Yo soy su fan.

En realidad, este post es una excusa. Lo que busco es que uds. comenten y me confiesen sus comidas favoritas (sean sinceros: no digan cualquier cosa rara para hacerse los sofisticados, me refiero a esa comida que comerías TODOS LOS DIAS sin poner cara de empacho), porque anhelo saber si somos todos tan fanáticos del asado o pasteros como creen algunos. Y si no justifican la respuesta, no vale.

En cuanto arregle el avión, te dibujo un cordero, Principito... no jodás que hace calor.

Yo por Dentro

La culpable de este post es Lulet, que desató mi curiosidad hablando de lo sofisticadas que se han puesto las entrevistas de trabajo de un tiempo a esta parte, incluyendo a esos psicólogos que te analizan sin importar cuales sean tus antecedentes, referencias o prontuario.

Recuerdo un episodio de hace dos años que hasta este momento no le había confesado a nadie. Yo aspiraba a un puesto en una mesa de ayuda telefónica en una famosa cadena de indumentaria y todo lo que detallaré a continuación sucedió en un día de inmenso calor. Yo estaba transpirado, deshidratado, descompuesto y malhumorado. Ya había sido entrevistado por dos flacos de mi edad, quienes ni idea tenían acerca de nada pero que con una lapicera y tilde se hacían cargo de mi destino.

Debido a errores en recursos humanos tuve que tomar dos colectivos y viajar ida y vuelta durante más de una hora. Finalmente, con una estúpida tarjetita en la mano y muchos pedidos de disculpas llegué a la oficina en la que podría descansar y ser entrevistado. Necesitaba trabajar, obviamente. Por eso estaba allí. Por eso había llenado tres veces la misma planilla, esa que deberían llenar los responsables de recibir el currículum que me piden tan en vano.

La agencia responsable de las contrataciones me sumió entonces en una intensa charla con una psicóloga. Simpática la vieja. Por lo menos hasta que me presentó una nueva planilla de cien puntos, al estilo “multiple choice”.

“A vos te parecerá poco importante –me dijo con aires de suficiencia-. Pero esto define quienes tienen el perfil que buscamos”.
“Obviamente” –respondí deseándole un tumor en el último tracto del intestino. Y completé la tarea con religiosidad. Las últimas preguntas las hice al ta-te-ti. Ya estaba harto. Ni siquiera me habían hablado del sueldo o el lugar preciso de trabajo. Fue entonces que ella colmó el vaso.
“En esta hoja –dijo-, por favor, quiero que dibujes una persona, debajo de la lluvia. Cuando termines, salí afuera que te convido un vaso de gaseosa, ¿si? Tomate todo el tiempo que quieras, quiero que te expreses”.

No soy el mejor, pero disfruto de dibujar. Y lo hago moderadamente bien, debido más a la práctica que al talento. Y fue entonces que combinando mi lápiz HB 2 y mi portaminas Pizzini 0.5, además de goma, gotitas de sudor para difuminar y un viejo HB 6 que llevaba en la cartuchera, dibujé como si se me fuera la vida en ello, realizando el dibujo más horripilante que mi mente pudo elucubrar. Me inspiré en Zelda, la hermana de la esposa del protagonista de “Cementerio de Animales”, en el videoclip de Paranoid Android de Radiohead y en la foto de un niño de diez o doce años –supongo que era su hijo- que ella había dejado en su escritorio. Cierta influencia de “El Grito” también tuve.

Dí vida a un muchacho joven y andrógino, de pie, mirando hacia quien tomase la hoja de papel, temblando y mojándose sin ningún tipo de protección, empapado. Era algo perturbador. Todo sombreado en grises, de piel pálida, con ojeras y sus ojos vacíos casi flotando en las cuencas llorosas. Su cabello, largo y desprolijo, sus ropas demasiado grandes para su enjuto cuerpo de formas parecidas a las de un prisionero en un campo de exterminio, sus brazos colgando… El sentimiento de soledad y desamparo angustiante que logré en ese trozo de papel no le he podido reproducir jamás en obra ninguna. Demoré casi media hora, pero valió la pena.

“Te tardaste, ¿eh?” –me dijo sonriendo antes de ver el dibujo. La transformación en su rostro fue grandiosa. Mientras ella se espantaba, yo sonreía y tomaba gaseosa de pomelo. Incómoda, se apuró en despacharme.

No me permitieron quedarme con el dibujo –no saben cuanto me duele eso- ni me volvieron a llamar, como era de esperarse. Pero cuando me acuerdo, no puedo dejar de imaginar la conversación que habrá tenido con los otros dos perejiles:

-“Mirá la expresión…¿Todo esto lo hizo con lápiz?”
-“Este tipo es un enfermo…”
-“Sí, estará loco, pero que bien dibuja…”

Borracho Mental

Vida Diaria

Piensen en todas esas actividades, circunstancias y condiciones que provocan que se nos “canse la vista”. Yo no practico otras actividades que no sean esas, y estoy pagando el precio con inmensos dolores de cabeza, situación que se ha intensificado desde hace unos días. Al más importante de los muchos síntomas que padezco, yo lo denominé: “Mareo de Ascensor”. Porque de a ratos siento cierto desprendimiento y/o desplazamiento cerebral parecido al que me origina llegar al piso deseado en el moderno elevador que nos sube y baja a todos en el edificio donde trabajo. Que me caiga al piso es solo cuestión de días.

Alguien, recién venido del neurólogo, me explicó que lo que yo tengo no es un “mareo”, sino un “vahído”. Y esta es la educativa razón de este post: destacar que existe una diferencia científicamente declarada entre tales situaciones. Porque –aparentemente- cuando sentís que te movés y caés vos, es un “mareo”. Pero cuando sentís que se te mueven las cosas -por ejemplo el piso-, es un “vahído”.

Igualmente, creo que para que sea “vahído”, las cosas se te tienen que mover todas juntas y para el mismo lado en el mismo momento. Porque si no, es poltergeist.

¿Seremos parecidos, vos y yo?

Yo por Dentro

Curiosidades:

1 -Hace por lo menos quince años que no me sale sangre de la nariz.
2 -Cuanto más temprano me levanto, más cosas sueño, pero menos me acuerdo de lo que soñé.
3 -No camino descalzo por ningún lado. Nunca. Tengo la sensación de que me voy a clavar una lata de dulce de batata oxidada en el pie, me va a dar tétanos y me voy a morir sin que los médicos puedan evitarlo.
4 -Después de usar un escarbadientes, juego a fracturarlo en varios sectores pero sin llegar a romperlo del todo.
5 -Apenas si mastico la comida.
6 -Creo que los fanáticos de las sierras de Córdoba son personas fácilmente impresionables.
7 -Puedo pasarme todo el día sin tomar una sola gota de agua y no darme cuenta.
8 -Puedo pasarme una semana sin hacer popó y tampoco darme cuenta.
9 -Aunque me sienta mal, me la aguanto y nunca vomito, porque creo que lo que entra no tiene porqué salir.
10 -Dos de cada tres veces escribo la palabra “carácterístico” con dos acentos ortográficos.
11 -Me divierto lustrando mis zapatos y disfruto deshuesando pollos.
12 -Llevo más de cinco años sin comer un huevo frito.

Atrápalos ya!

Vida Diaria

Todos los días, tras una caminata de 20 minutos, llego a la estación del tren. Antes de subir por la escalerita a sacar boleto, tengo que cruzar las vías y pasar frente al más curioso de los personajes con los que me tropiezo indefectiblemente.

Un pokemón.

No estoy bromeando. Bueno, no sé si será un pokemón, pero se comporta como tal. Se llama –supongo- “Chipá”. Siempre dice lo mismo: Chiiiipááááááááááá… ¡chiiipa!, chipáááá. Cualquiera que haya oído hablar de la serie animada entiende el porqué de mis sospechas. Coherente en su organización psicofísica, esta criatura lleva consigo una canasta colmada de panes de mandioca.

Ayer intenté saludarlo, porque me miró a los ojos por accidente, o al menos eso quiero creer. Yo iba a abrir la boca para decirle: “Buen día” (mucho no hay de donde elegir) y saludarlo de allí en más, pero el me sonrió y se me adelantó diciendo: “chiipááááááááá… chiiiipaaaa, chipááááá…. ¡chipachipá! al tiempo que me miraba fijamente. No dijo ni “hola” ni “chipá calentito”, ni “a tantos pesos los chipáses”. Sobra decir que apuré el paso y me alejé de la criatura cuanto pude.

Al regresar a casa le conté el episodio a mi madre. Ella dice que soy un estúpido. Yo creo que tiene envidia porque soy de mente muy abierta.

Si no querías que te degollase, me lo hubieras dicho

Cine, tele y así

En las películas de terror decentes, por lo general, el malo es alguien malo en serio. Bueno, reconozco que en algunas otras el malo resulta ser el novio de alguna o el mejor amigo del padre muerto de otro, enmascarado, pero creo que eso es una estupidez al estilo Escubi Dú (créanme, se escribe así).

En fin, a mí me gustan los malos bien malos, con cara de monstruos y poderes de otro mundo. Un “Buen Malo”, si se me permite el oxímoron. El demonio con forma de payaso de “It” (el papá de Ronald MC Donald), Freddy de “Nightmare on Elm Street” y así. Resumiendo: un malo al que no se lo puede derrotar a trompadas. El tema es que a esos malos no se les puede ganar así nomás, porque son del tipo que no se muere ni a balazos. Yo tengo armas en casa y confío en que con ellas puedo enfrentarme a los malos de todos los días. O sea, le apunto y tiro tratando de que se muera. O lo apuñalo y decapito. Así funcionan las armas.

Pero con los malos de película es distinto. Todos siempre tratan de matarlos. Yo trataría de “negociar” la situación. Por si acaso, duermo con mis ahorros (si es que así puede llamársele a la parte de mi sueldo que todavía no gasté) cerca de la cama, y también estoy abierto a otras proposiciones que el malo pueda hacerme: Favores sexuales, asesinatos por encargo, trabajos de inteligencia y apoyo logístico… Porque no sé… Imaginate que te mata un “malo” al que podrías haber coimeado…

Mato y voy

Yo por Dentro

Ahora que Podeti recomendó mi blog en el suyo, y tengo gente del ambiente comentando a diario (entre ellos Alfredo, Lulet, Nikka, Compota, Sta. Cosmo, 9 Dedos, La Tía … si quieren conocerles los blogs busquen abajo al costado), me siento famoso. Y creo que salirme con la mía en caso de cometer un homicidio me resultaría mucho más fácil. No es que quiera dar miedo o matar a todo el mundo todo el tiempo. O tal vez sí. Sí, quiero matar a todo el mundo todo el tiempo. No, disculpen… en fin, digamos que la idea de poder suprimir a alguien y salir impune me seduce terriblemente.

Imagino que la fama también podría usarla para intimidar. A fin de cuentas, una persona de afilada narrativa bien podría pegar trompadas muy fuertes. Creo en el dicho japonés que reza: “La pluma y la espada son igualmente poderosas”.

Me imagino saliendo a la calle, con una impresión del último post de mi blog en la mano derecha, y la pistola en la izquierda, acercándome a un grupo de muchachotes de aspecto peligroso, diciéndoles algo así como: “Rescátense, guachos, miren que acá donde dice Mantis… ¿ven? Ese soy yo… El orden ha llegado a este mugroso lugar".

William Wilson

Yo por Dentro

Comment mediante, un lector perspicaz supo recordarme que a la saga: Agentes Escolares le faltó un elemento: El Abusón. El Nelson de los Simspons, el Biff Tannen, de Volver al Futuro.

En mi escuela –al menos en la primaria- nunca hubo un muchacho de ese tipo. Había sí algunos niños más intrépidos, molestos o propensos a la trifulca que otros, pero nunca un nombre en particular.

Con Borgiano pavor me di cuenta, horas atrás, que el abusón no existió porque debería de haberlo sido yo.

Véanlo así: cuando niño, yo era el más alto y probablemente también el más gordo de mi clase, y lo mismo sucedía en mi grupo de amigos del barrio. Mi apodo en el colegio era “el genio”, pero en la escuelita de fútbol era “el rompe huesos”. Provengo de un hogar de padres separados y mucho quilombo, situación que pone en DEFCON 4 a los psicólogos, supongo (nunca fui a uno*). Siempre me fascinaron las armas de fuego, las espadas y el combate cuerpo a cuerpo. Colecciono cuchillos, dagas y esas cosas desde que tengo memoria.

Pero así y todo soy mas sano que la avena Quaker. Las armas me llaman la atención como juguetes complejos que son, y las artes marciales me gustan tanto como el resto de las artes. Siempre preferí dejar que me tomasen por tonto o miedoso antes que generar algún conflicto que me pudiese mandar a la dirección, u obligarme a recibir una perorata educativa. Nunca se me cruzó por la cabeza tirarle un cascotazo a alguien, quitarle el dinero de su almuerzo, ni cometer acto cualquiera de vandalismo mínimo, como escribir “Dale Boca” sobre el banco. No imagino las condiciones terribles que me llevarían a pegar un chicle debajo de la mesa o agarrarme a golpes con alguien en la vía pública, por dar ejemplos.

No sé con que derecho les evité yo entonces, a todos mis compañeritos, el terror que por alguien deberían haber sentido…

*Ahora me pregunto si el hecho de que ningún psicólogo me haya alertado acerca de mi situación es la razón principal de que nada haya sucedido.

Martes 13

Vida Diaria

Hoy es Martes 13.

Pero en mi agenda nada se lee acerca de la superstición de rigor, sino que dice que es el Día del Escritor. Y acabo de darme cuenta de que este es el post n° 100 en Damos Pen@...

Mejor así. ¡Feliz día del escritor para todos!

Función Privada 2

Cine, tele y así

Se ve que a todos os gusta peliculear, mal que mal. Como la lista de las obras que me gustaron causó cierta animosidad en quienes comentan en este blog, decidí llevar a cabo, perpetrar, si se quiere, una pequeña antilista. Y digo “antilista” porque “Lista Negra” me suena demasiado fuerte.

Por favor, no las vean:

-Nacional Treasure (Tesoro Nacional, con Nicholas Cage o Mauricio Dayub, como le quieran decir, haciéndose el Indiana Jones)

-Planet of the Apes (el Planeta de los Simios, sorprendentemente malo para tratarse de Tim Burton.)

-Street Fighter / Super Mario Brothers (No tenés derecho a meterte con los mitos de los videojuegos, ya lo dije alguna vez)

-The Avengers (Los Vengadores, Uma Thurman… y no se quienes más, era terrible)

-Ocean´s Twelve (como la primera había estado bien, juntaron a todos para hacer un desastre, sin guión ni nada que se le pareciese)

-El Quinto Elemento (¿qué necesidad tenía Gary Oldman de meterse en este guiso?)

-El Americano (la fui a ver al cine, y por suerte me la acuerdo poco… Michael Cane y Brendan Fraser, una mina entre ambos… )

-Rápido y furioso 2 (la primera había sido entretenida sólo porque habían copiado “Point Break” la de Keanu Reeves y Patrick Swayze, reemplazando las tablas de surf con autitos tuneados)

-Wild Wild West (Will Smith es gracioso y actuó bien en Alí. Kevin Kline es gracioso y actua bien casi en todos lados. Ahora, juntos dan diarrea).

Si van a agregar elementos (la lista es corta adrede), justificar.

Mantis recomienda

Cine, tele y así

Nada de humor encontrarán aquí, esto va a pedido. Son muchos los que me preguntan: “¿Tenés alguna buena película para recomendarme?” a sabiendas de que me gusta bastante el cine. Bueno, algunas joyas, otras malcriadas mías, estas películas fueron hechas para:

Disfrutar de buen cine:

- The Godfather (El Padrino, drama de la gran siete)
- Rescatando al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, lo mas parecido a la guerra, deberían darte un fusil cuando la alquilás)
- Casino (drama, Joe Pesci la rompe)
- Haz lo Correcto (Do the Right Thing, lo mejor de Spike Lee)

Disfrutar de buenas actuaciones:

-Pandillas de New York (a Daniel Day-Lewis le robaron el Oscar…)
- Día de Entrenamiento (Training Day, drama/suspenso con el mejor Denzel Washington desde Malcolm X)
- Nueve Reinas (Ricardo Darín, y una historia redondita...)
- Hombres de Honor (Men of Honor, Bob de Niro y Cuba dan ganas de enlistarse y hacerse buzo).
- An Officer and a Gentleman (Louis Gosset Jr es el mejor sargento que jamas haya existido)
- Amores Perros (Una buena movie en nuestro idioma tenía que venir, no?)

Conmoverse hasta el chiripá:

- The Schindler’s List (la lista de Schindler, drama documental que afloja las piernas)
- The Green Mile (Milagros Inesperados, todavía lloro cuando la recuerdo)
- The Rocket Boys (Los coheteros, drama hecho pa’ que uno, que es sensible, llore con Chris Cooper)
-El Gigante de Hierro (de Disney, de dibujitos animados casi a la antigua, ese robot es un… sniff…)

Ver cuando uno tiene nueve años:

- The Goonies (aventura, infantil, Spielberg no puede equivocarse)
- Terminator 2: Judgement Day (C. Ficción de cuando los héroes de acción eran una masa, con música de los Guns & Roses)
- Laberinto (Puede llegar a ser traumática por lo impresionante que es a nivel visual)
- Mi Pobre Angelito (Home Alone, ¡Aguante la Navidad! ¡Aguante Macaulay Culkin!)
- Esperando la Carroza (ser porteño y no verla son dos cosas totalmente incompatibles)
-Aguas Peligrosas (Kevin Bacon y Sean Austin, entretenidísima)
-Babe: El chanchito Valiente (¡A trabajar, Puerco!)

Disfrutarse en soledad o entre iguales: (léase verse sin novias, amigas o amantes que puedan distraernos. Y si tenemos algún amigo medio idiota, también hay que desalojarlo de la sala... )

- Crouching Tiger, Hidden Dragon (El Tigre y El Dragón, acción y fantasía made in China para los que quisimos ser espadachines)
- El Último Emperador (The last Emperor, drama documental que debería ser obligatorio)
- Pulp Fiction (Tiempos Violentos, lo mejor de Tarantino)
- El Quinto Infierno (The Boondock Saints, ¡como disfruto con esta película, por Dios!)
- Monsters Inc. (¡Gatito! La animación no es solo para chicos)

Disfrutarse pizza mediante:

- Forrest Gump (drama tan entretenido como incombustible)
- Los Sospechosos de Siempre (The Usual Suspects, suspenso y un lindo elenco)
- Indiana Jones y la Última Cruzada (La música de John Williams, Sean Connery, la leyenda... ¿Que más?)
- Airplane (¿Y dónde está el piloto?, la comedia madre que nos regaló a Leslie Nielsen)
- Ronin (Robert de Niro y Sean Reno, muchos tiros y velocidad)
- Loco por Mary (There´s Something About Mary, comedia y Cameron Diaz)

Ver con una novia/o o parecido:

- Sexto Sentido (suspenso y arrumacos)
- Problemas de amor en Metroland (Metroland, para definir el amor de tu vida)
- Conoces a Joe Black? (Meet Joe Black, no es tan buena, pero Brad Pitt y Claire Forlani están juntos, para el recuerdo de quien les habla)
- Cementerio de Animales (tampoco es muy buena, pero algunas cositas impresionan y hacen que uno se mime)
-Mejor imposible (As Good As It Gets, Jack Nicholson y Helen Hunt en la mejor comedia romántica de todos los tiempos)

Nota: “The Karate Kid” puede y debe verse acompañado de quien sea, cuando sea y como sea. “IT”, en cambio, no debe verse NI MAMADO, a menos que uno sea mayor de 16 e invulnerable a las películas de terror.

¡Que lindo!

Yo por Dentro

Los primeros años de escuela son muy importantes en la vida de todos, porque creo que entonces es cuando uno se forja para lo que vendrá (pregúntenle a Alfredo), teniendo trato con otros mortales de la misma edad y similares características, por lo menos, sociales. Allí también un niño comienza a ser juzgado y jerarquizado. O si no el niño, al menos sí lo son sus obras.

Recuerdo alguna vez haber tenido que hacer un dibujo o collage para una exposición conmemorando el aniversario de la muerte o el nacimiento de la poetisa Alfonsina Storni (por el simple hecho de que mi escuela se llamaba “Escuela Alfonsina Storni”). Por aquel entonces contaba yo con siete u ocho años y muchas ganas de impresionar a la maestra. Nunca me costaron mucho esfuerzo ese tipo de actividades, por lo que en unas pocas horas preparé un collage bastante decente, en el que se veía a la poetisa pintada en témpera, luchando contra las olas de brillantina y papel crepé, asomando apenas sus brazos y su rostro, feliz, por cierto. Hacia un costado, una suerte de playa hecha con arena y pedacitos de caracol pegados con Plasticola remataban el asunto.

Llegó el día de la exposición. Todos estábamos parados junto a nuestros trabajos cuando los padres comenzaron a llegar. Y todos los padres, sin importar la técnica o mejor dicho, la falta de ella, alababan las obras correspondientes a sus niños como si todas fuesen excelentes. Dos o tres compañeros habíamos hecho muy bien las cosas, pero algunos de los dibujos eran tan feos que podrían haber hecho que la Madre Teresa perdiese la fe en la humanidad toda con tan sólo verlos.

¿Cómo vamos a mejorar como sociedad si los padres felicitan a sus hijos por cualquier mamarracho? ¿No sería mejor decirles: “Mirá, Ramirito, valoro tu esfuerzo pero ese está mucho mejor, tendrías que esforzarte más para la próxima”? Si se muestran impresionados por tan poco, el pibe no va a creer necesario apuntar a más. Nunca. Y después se va a quejar diciendo que no le queda otra más que afanar o hacer piquetes.

Algún día, cuando me toque ir a las exposiciones de mis hijos (la primera seguro va a ser en el Jardín de Infantes), yo voy a hacerle un bien a la sociedad. Aprovechando un momento en que sus padres estén distraídos con la maestra, me voy a acercar al nenito que haya hecho el peor estropicio artístico. La conversación va a ser en tono bajo:

-Hola, ¿este dibujito lo hiciste vos?
-Sí
-¿Y para vos ese es un camión de bomberos? Preferiría morirme quemado antes que ser salvado por este “mierdomóvil” o como se llame…

Va a ponerse a llorar. Pero también va a aprender. Yo me voy a escabullir antes de que los padres puedan darse cuenta del favor que les hice, impulsando al párvulo hacia tiempos mejores. No espero reconocimiento, llámenlo humildad, si quieren.

*La idea original de este post se la robé en un descarado 80% al mejor de todos: Scott Adams. El otro 20% se lo debo haber robado a otro del que ni me acuerdo.

Muere uno de los líderes de Al-Qaida

Otros

Confieso que puse este título para ver si mi blog sale en el Google. Era eso o “Código Da Vinci”. En realidad escribo este post porque no tiene mucho sentido opinar o no acerca de fútbol, nomás de puro rebelde que es uno. A mi el Mundial me cansa porque muchos se obsesionan con ello, pero más me pudre el campeonato argentino, que con Aperturas y Clausuras de diferentes categorías aburre dos veces por año, todos los años, todos los domingos, queriéndome vender jugadores de dudosa habilidad.

Lo único que quiero decir es lo siguiente: Me rompe mucho las ganas de ver los partidos el tener que escuchar a todo el mundo tapándose el recto por si acaso, diciendo que todos los rivales son duros, que puede ganar cualquiera, y no sé que otra pistola. Si íbamos a tener que tener tantas precauciones y cuidados para sacar un resultado favorable ante Costa de Marfil (¿?), bueno, que se yo, mejor nos hubiéramos quedado en casa. Por respeto a los brasileros, al menos.

PD. Los uruguayos son un poco ingenuos… ¿no? Digo, porque ya que no fueron al Mundial, podrían aprovechar que los argentinos estamos todos pelotudos para construir las papeleras donde se les antojase… They´re not looking at the big picture.

Noelia

Yo por Dentro

En la madrugada de este domingo se murió mi hermanita menor, aunque era mi hermana mayor, porque me cuidaba como tal. Le debo a ella más de lo que nadie imagina, más de lo que quiero entender, más de lo que me conviene aceptar para no volverme loco.

Fue en un accidente de tránsito, por culpa de muchas cosas, todas mezcladas.

Se llamaba Sabrina Noelia Zacarías, tenía 18 años y nos dejó a todos hechos añicos.

"Vive rápido, muere joven y serás un cadaver bien parecido" reza el dicho.

"Vive rápido, muere joven y dejarás a tu madre convertida en un alma en pena" debería decir.

A los que traten de imaginarse como me siento imagínense a un perro, un lobo adoptado y domesticado que nunca vió la cara de su dueño. A este perro el dueño lo caga a patadas, todos los días, contra un rincón. El dueño quiere que muerda, para poder tener una excusa y sacrificarlo sin que nadie le reclame nada, pero le da de comer y lo mentiene vivo porque es su perro. Pero lo patea y lo patea, y el perro sabe que si muerde (ya sea al dueño o a los hijos del mismo) se termina todo, porque lo sacrificarían, y se la aguanta.

Y se levanta, para que vuelvan a cagarlo a patadas. Llueve y las gotas son muchas, pesadas, lo aplastan contra el piso mucho más que las patadas y hacen que todo esté siempre oscuro. Pero de a ratos sale el sol, y deja de llover, y el aire tibio lo reconforta a pesar de que se siente tan solo. Y vuelve el amo, y lo recaga a patadas, porque disfruta de verlo caer, gruñir y levantarse...

Noelia, de a ratos me reconforta creer que donde quieras que estés, estás con Papá y con Darío, sacándole el cuero a todos los negros. Quiero estar con vos, pero no puedo, aún no puedo. Pero vamos a volver a encontrarnos, en el Quinto Infierno si hace falta. Iluminá mis pasos y dame fuerza hasta que ese momento llegue, por favor, y perdoname si hago algo que no te hubiese gustado, ya que muchas opciones, no me quedan. Estoy tan cansado!

See you soon, Sis.

Stray

(Vocals: Steve Conte
Lyrics: Tim Jenson
Music and Arrangement: Yoko Kanno)

In the cold breeze that I walk along
The memories of generations burn within me
Been forever since I cried the pain and sorrow
I live and die, proud of my people gaining
I'm here standing at the edge
Starin up at where the moon should be

Stray!No regrets 'cause I got nothin to lose
Ever stray!So I'm gonna live my life as I choose
Until I fall..

Stray! Stray!Stray! Stray!

In the white freeze, I never spoke of tears
Or opened up to anyone including myself
I would like to find a way to open to you
Been awhile, don't know if I remember how to

I'm here waiting on the edge
Would I be alright showing myself to you?
It's always been so hard to do..
Stray!No regrets 'cause I got nothin to lose

Ever stray!So I'm gonna live my life as I choose
Until I fall...
Stray! Stray!Stray! Stray!Stray! Stray!

Is there a place left there for meSomewhere that I belong
Or will I always live this way... ?
Always stray

No regrets 'cause I got nothin to lose
Ever stray!
So I'm gonna live my life as I choose
Cause all things fall
Stray! Stray!Stray! Stray!Stray! Stray!
Stray...

Otros: A ver si salió...

Otros

Continúa la remodelación a paso lento del blog...

Feliz: :-D

Triste:-(

Otros que no sé que serán: :-O :-v :-r :-t

Ah! Muy bien! Ya tenemos emoticones y contador de visitas en Damos Pena! Y con lo mucho que los detesto a los muy bastarditos!

Exprésense ahora, si quieren. Lo hice tan sólo por ustedes, mis queridos lectores. Porque yo cuando estoy enojado grito algo así como "¡Me cag* en el zar de Rusia!", u otro parecido.

El Efecto Simpson

Cine, tele y así - Científicamente - Vida Diaria - Yo por Dentro

Hay muchos sucesos cómicos (al menos para mí) que me siguen causando gracia sin importar cuantas veces los experimente. Yo lo he denominado (un nombre tenía que ponerle) el "Efecto Simpson", debido a que puedo mirar una y otra vez cualquier episodio de la serie y seguir disfrutando de las humoradas como si fuesen nuevas. Me pasa casi siempre con frases o palabras escritas. Una vez escuché a alguien muy enojado, insultar por teléfono a un tipo que lo llamaba únicamente para cortarle, y decir lo siguiente:

“¿Pero por que no te vas a jugar a las muñecas con los abortos de tu vieja?”

De tan violenta es graciosa, la frase. Nunca tuve oportunidad de usarla, porque soy muy medido para ciertas cosas. Pero como insulto, es oro en polvo.

Vengo por el aviso 2

Trabajando - Vida Diaria

Meses atrás, cuando andaba buscando trabajo en Internet, en una de esas consultoras o agencias de empleo que tan famosas son hoy en día a pesar de su comprobada inutilidad, hallé algo que me llamó la atención en un aviso para personal administrativo. Donde debía de ubicarse la descripción correspondiente al salario a recibir... bueno, véanlo uds.

“Salario: En Blanco”

Nada más, lo que se me hace raro. Ni cifras, sin porcentajes, ni comisiones, nada. Ya sé que el trabajo en negro es una realidad (lo he experimentado) y también es cierto que este país está bravo en algunos (todos) sentidos... pero me da miedo que los empleadores se jacten de no estar violando la ley. Aquí van los futuros avisos, que a medida que la situación empeore, dirán cosas como:

Salario: En negro.
Salario: $250 en especias y aves exóticas, al finalizar la expedición.
Salario: Si
Salario: En una de esas.
Salario: Lo veo difícil.
Salario: Yo no estaría tan seguro si fuese usted.
Salario: No
Salario: ¿Y encima que te damos el privilegio de trabajar en nuestra empresa multinacional pretendés cobrar, Forro?
Salario: Esto no es Suiza, macho…
Salario: Una patada en la garganta.
Salario: $1000. Pero como nos gusta su currículum, puede usted pagárnoslo en dos cuotas de $500.

El Club de los Enamorados - Final Chapter

Guías, listas, manuales, etc.

Bueno, con esto se completa la colección. De seguro se quedó alguno en el tintero (escuché todas las sugerencias), pero que quieren que les diga, diez es una linda cantidad.

8) El resignado/conformista. Es al “acostumbrado” lo que el burro al caballo. Poco agraciado en su discurso, aspecto físico y/o fortuna, el conformista es, por naturaleza, omnívoro (se come cualquier cosa) y está al acecho de quien ose sentirse por él atraído. Cuando capta dicha señal, ataca con todo lo que tiene, que no es mucho, enamorándose (sinceramente) hasta la gorra y ya pensando en irse a vivir juntos, casarse o embarazarse, no vaya a ser cosa de que se le escape la presa. Se interesa como nadie en la victoria amorosa, por más pequeña que ésta sea. “Nunca falta un roto para un descosido” dice el refrán, y quien escribía tales palabras debe de haber estado pensando en esta raza de enamorados cuando lo hacía. Es fiel, aunque más por complot de los dioses que por decisión propia. Por eso, ojo: algunos “conformistas” son “truchos” a la espera de una oportunidad de mutar. (“Stuck in The Middle With You”, de Bob Dylan, o “Te quiero igual”, de Andrés Calamaro)

9) La mentirosa. Es de las peores, incapaz de asumir que las aguas del metejón le han lavado el cerebro. Más común en su versión femenina, que puede degenerar en “la derrotada”. Realiza una aparatosa separación, jura, rejura y perjura haber dejado de amar a su muchacho, de a ratos llora confundida, luego se hace la superada, parece haber encontrado su punto de equilibrio y desaparece del mundo durante días, sólo para volver a los brazos del fulano, que ya le tomó el tiempo hace rato y le deja llevar a cabo sus pataletas oponiendo apenas resistencia, siguiendo el juego. Si la relación (teleteatro que puede durar años, de guión tan histérico, nocivo y contaminado como sus intérpretes) se termina, va a ser por decisión del otro, ya que si no contamos al “verdadero”, podemos asegurar sin temor al equívoco que “la mentirosa” es la enamorada que más metida está en su relación. (“Wicked Game” de Chris Isaak o “Something About Us” de Daft Punk)

10) El derrotado. Continúa amando pero no es amado, y por eso se lo suele confundir con una versión pacífica y depresiva del “mal perdedor”, o una manifestación poco voluntariosa del “oportunista”. Poco más se sabe de él, debido a que nadie tiene la suficiente paciencia como para escuchar sus lamentos de principio a fin. Está constantemente mariconeando acerca de la maravillosa persona que lo ha abandonado, recordando fechas de besos, aniversarios, cumpleaños... y todo le trae recuerdos: caminatas, comidas preferidas, películas, canciones... está convencido de que la disolución de su relación fue culpa suya (lo cual no resultaría extraño), pero de a ratos no entiende muy bien la cosa y por eso espera que lo consolemos cada seis horas. En otras palabras, un mocasín. (“How am I supossed To Live Without you?”, de Michael Bolton, “And I Miss You” de Sade y “Nothing Compares 2 You” de Sinnead O´Connor van bien, pero es conveniente que en la radio suene “Don´t You Cry” de los Guns & Roses, así se pega un balazo y se deja de joder de una buena vez)