El Club de los Enamorados - Final Chapter

Guías, listas, manuales, etc.

Bueno, con esto se completa la colección. De seguro se quedó alguno en el tintero (escuché todas las sugerencias), pero que quieren que les diga, diez es una linda cantidad.

8) El resignado/conformista. Es al “acostumbrado” lo que el burro al caballo. Poco agraciado en su discurso, aspecto físico y/o fortuna, el conformista es, por naturaleza, omnívoro (se come cualquier cosa) y está al acecho de quien ose sentirse por él atraído. Cuando capta dicha señal, ataca con todo lo que tiene, que no es mucho, enamorándose (sinceramente) hasta la gorra y ya pensando en irse a vivir juntos, casarse o embarazarse, no vaya a ser cosa de que se le escape la presa. Se interesa como nadie en la victoria amorosa, por más pequeña que ésta sea. “Nunca falta un roto para un descosido” dice el refrán, y quien escribía tales palabras debe de haber estado pensando en esta raza de enamorados cuando lo hacía. Es fiel, aunque más por complot de los dioses que por decisión propia. Por eso, ojo: algunos “conformistas” son “truchos” a la espera de una oportunidad de mutar. (“Stuck in The Middle With You”, de Bob Dylan, o “Te quiero igual”, de Andrés Calamaro)

9) La mentirosa. Es de las peores, incapaz de asumir que las aguas del metejón le han lavado el cerebro. Más común en su versión femenina, que puede degenerar en “la derrotada”. Realiza una aparatosa separación, jura, rejura y perjura haber dejado de amar a su muchacho, de a ratos llora confundida, luego se hace la superada, parece haber encontrado su punto de equilibrio y desaparece del mundo durante días, sólo para volver a los brazos del fulano, que ya le tomó el tiempo hace rato y le deja llevar a cabo sus pataletas oponiendo apenas resistencia, siguiendo el juego. Si la relación (teleteatro que puede durar años, de guión tan histérico, nocivo y contaminado como sus intérpretes) se termina, va a ser por decisión del otro, ya que si no contamos al “verdadero”, podemos asegurar sin temor al equívoco que “la mentirosa” es la enamorada que más metida está en su relación. (“Wicked Game” de Chris Isaak o “Something About Us” de Daft Punk)

10) El derrotado. Continúa amando pero no es amado, y por eso se lo suele confundir con una versión pacífica y depresiva del “mal perdedor”, o una manifestación poco voluntariosa del “oportunista”. Poco más se sabe de él, debido a que nadie tiene la suficiente paciencia como para escuchar sus lamentos de principio a fin. Está constantemente mariconeando acerca de la maravillosa persona que lo ha abandonado, recordando fechas de besos, aniversarios, cumpleaños... y todo le trae recuerdos: caminatas, comidas preferidas, películas, canciones... está convencido de que la disolución de su relación fue culpa suya (lo cual no resultaría extraño), pero de a ratos no entiende muy bien la cosa y por eso espera que lo consolemos cada seis horas. En otras palabras, un mocasín. (“How am I supossed To Live Without you?”, de Michael Bolton, “And I Miss You” de Sade y “Nothing Compares 2 You” de Sinnead O´Connor van bien, pero es conveniente que en la radio suene “Don´t You Cry” de los Guns & Roses, así se pega un balazo y se deja de joder de una buena vez)