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Yo por Dentro - Vida Diaria

A veces cuando me miro al espejo me siento lejos de ser lindo. Sé que con algo de dedicación, ropa y prolijidad física puedo llegar a volverme algo atractivo, pero, vamos, los lindos son lindos de fábrica. El resto de nosotros tenemos que producirnos y tapar o disimular defectos.

Mi novia (hermosa ella), porque está enamorada y quizás para consolarme me describió de la siguiente manera: “tenés ojitos marrón feliz, nariz de pompón, cachetitos de bizcochuelo y boquita de membrillito”.

O sea, feo y con cara de idiota…