Amores Perros
Vida Diaria - Otros
Conforman uno de los nuevos matrimonios entre jóvenes que hay en el barrio. Bueno, ambos rondan los treinta años (él tal vez acuse un poco más). Desde hace un lustro se mudaron a una propiedad que incluye una casa en el primer piso y un pequeño local comercial en la planta baja. Justo en frente de la pizzería, donde en otras épocas un videoclub me brindaba felicidad en forma de películas de acción y cartuchos de Family Game.
El local –tras estar cerrado durante años- se convirtió en un puesto de venta minorista de alimento y demás artículos para mascotas, de esos que tanto hay hoy en día, con el bicherío y los cretinos sacando sus perros a liberar los intestinos en la calle, o los/as bobitos/as de moda queriendo jugar al “Amo” con lebreles molosoides (léase rottweilers) que los/as podrían matar tanto a ellos/as como a una docena de transeúntes inocentes antes de que nadie pueda hacer nada. Aunque no antes de que yo pueda salir echando putas (léase “marcando 1´33´´ la milla”), porque a mí no me va a venir a comer un perro. Para eso están todos esos niños y ancianos que no pueden competir conmigo en fuerza y/o deseo de sobrevivir y que, llegado el caso, harán las veces de presa mucho más asequible. O escudo humano, lo que haga falta.
El punto es que este matrimonio se hizo conocido en el barrio. Y el espectro de la prosperidad se apoderó de todo en ellos, aparentemente. Por lo menos hasta que les cayó la policía. Porque desde hace cosa de un mes, ambos están presos. Ella tiene para tres años de barrotes; él, unos ocho, según escuché. Ahora el negocio se mudó a un par de cuadras de distancia (unos parientes siguen atendiéndolo) y la pequeña bebita de ambos (no tiene ni seis meses) es criada por la abuela materna.
¿Fue muy ingenuo de mi parte no pensar automáticamente que su veloz crecimiento se debía a que vendían droga? ¿No se caía eso de maduro? Digo, porque mi madre piensa lo peor de todo el mundo todo el tiempo, ante cualquier situación, y yo la trato de malpensada…
Pero cada vez se equivoca menos.
A lo mejor asesinaban bebés y en eso se basaban los alimentos balanceados que vendían. Como no se encontró ningún cadáver (aunque se sabe que es posta), le dieron nada más que ocho años y a ella tres por cómplice (ella en el fondo es buena).
Mi mamá también le achaca todo a que "venden droga", según ella, la peletería de la esquina de mi casa es "lavado de narcodólares" porque está hace veinte años y nunca entra nadie, ergo: "¿de qué viven??"... Ahora, según la teoría de ella en el negocio de tu casa NO venderían droga porque si no no estarían presos, a menos que vendiesen poquita.
Mi vieja es igual. Para ella un negocio sospechoso vende droga o lava dinero, cualquiera de las dos. Y depende como se vean las cosas se sospecha o no. ¡No se puede ir por la vida desconfiando de todo el mundo, che!
Es que no son suposiciones. Mi vieja tenía razón: los tipos VENDÍAN DROGA. Y poquita, aunque suficiente, aparentemente.
Lo de lavar dinero en negocios es casi un mito. El dinero se suiele lavar a través de donaciones y chanchullos religiosos, porque resulta muy sencillo de organizar y los acusados automáticamente quedan libres de cualquier cosa que se les quiera atribuir.
¿No notaste que los perros que se alimentaban del Whiskas que vendían ahí andaban bailando malambos por la calle?
Peor lo de los gatos, que bailaban los mismos.
Che, será que todos los negocios de comida para mascotas venden drogas? Porque sino es imposible que haya tantos... A 3 cuadras a la redonda de mi casa hay 4!
Ojalá... Me parece que la realidad es mucho más lamentable: la gente se está llenando de mascotas.
Ya lo dijo el sabio filósofo arrabalero Luis Barrionuevo: "En este país nadie hace guita laburando".
Y de ese sátrapa para abajo, cualquier cosa. Amén.
Mire, Mamboretá, en los tiempos duros, nosotros solíamos comer nuestros guisitos reemplazando la carne por el Dogui y jamás nos endrogamos ni el Turienzo ni yo.
De usted no sé, pero a mí se me hace que el Turienzo no sentía la diferencia debido a que había desarrollado cierta tolerancia a los estupefacientes semejante a la que consiguen los encantadores de serpientes respecto a las neurotoxinas ponzoñosas, inyectándose pequeñas dosis de veneno... no se si me explico.
Que triste historia. Yo conozco una verduleria que atiende las 24 hs y eso para mi es bastante sospechoso... no se si soy mal pensada o que.... igual podrian vender droga en la puerta de mi casa y no me daría cuenta, asi que no se.
En la esquina de mi ex casa había un precario "lavadero de autos", que se fue ampliando y, en menos de un año, abrieron un bar, montaron un free shop, pusieron cabinas telefónicas, incorporaron personal, etc etc. Mi pareja de entonces siempre decía: me vas a decir que hicieron todo esto lavando autos? Y yo lo criticaba por ser tan malpensado...
las madres terminan siempre teniendo la razon...cuando uno terminan diciendo naaaa maamaaa dejate de joderrr y es asi...
Mi grupo de amigos tiene un chiste: cada vez que caemos en un bar adonde no hay nadie pero se mantiene abierto misteriosamente, decimos que venden falopa.
Hasta ahora en un solo caso se ha confirmado, pero no se ve otra explicacion.
la frase "echando putas" es una de las más entretenidas de recrear mentalmente.
otra cosa, si hay alguien que vende hay otros que compran (alimento para mascotas o droga venido el caso)
Es cierto, es cierto!! los Pet shop deben ser los nuevos centros de narcotráfico internacional porque por mi casa también hay uno por cuadra! Si sacamos la cuenta con la cantidad de perros que hay por cuadra promedio como para que se mantengan (y que encima coman nada más que balanceado, como el mío), dudo que haya taaaaantos perritos como para mantener taaaaantos locales.
Creo que gracias a Mantis, hemos descubierto una red de narcotráfico internacional grosísima y encima de clientes mudos o que al menos nadie entiende lo que dicen cuando ladran.
(pobre mi perro, yo me daba cuenta que el siempre estaba tratando de decirme algo y nunca sabía qué!!!)
Yo sospecho que casi todo lo que existe en el mercado es lavado de dinero, desde el barcito de la esquina al que no ha entrado nadie en años hasta la universidad privada que otorga becas.
Es la única forma en que pude superar la paranoia de las teorías conspirativas.
Marina: No sé si triste es la palabra. Pero digo... cuando ya tenés el negocio andando (me refiero a la tienda), un autito y la casita comprada, ¿Para que seguir? ¡La nenita se quedó sin los padres por mucho tiempo!
Supongo que se levanta tanta guita que parar resulta imposible.
Magic: Tengo entendido que los lavaderos y las remiserías/pseudochapistas/ talleres mecánicos también se prestan a montones a este tipo de actividad criminal, debido a que la "mercadería" se esconde en un auto que llega, y luego queda a disponibilidad del comerciante. Es una buena forma de limpiar verdaderamente un auto. Y cuanto más creen que disimulan, peor es, porque ya nadie se la cree...
Nanus: Será cuestión entonces de comenzar a darles bolilla...
Luciano: La macana es que los primeros en enterarse son los policías que se llevan la cometa, o los concejales/intendentes/gobernadores que son los proveedores grandes. Y a todos les chupa un huevo todo. (disculpen las damas)
Rambo: Y, sí... pero estoy seguro de que a esta parejita los mandó al frente algún otro vendedor del barrio que estaba quedándose corto de clientes. No creo en la inteligencia policial para este tipo de situaciones de pequeña escala.
Sta. Cosmo: Si mi pero hablara, que cosas sabrías...
Casi ninguna. No creo que tenga nada interesante que decir. Es mas bien bruto, el desgraciado. Será porque apenas si come algo alimento balanceado: casi todo es arroces, pulentas y fideos superbaratos con algun recorte de huesos y esas cosas.
Pero el kilo de alimento balanceado de primera marca cuesta lo mismo o más que el kilo de peceto, así que una tienda de mascotas funciona bien, sin necesidad de drogas, aunque parezca difícil de creer.
Eli: Lamentablemente uno no tiene patacones para justificar una enjabonada aunque sea minúscula, ¿no?
Piensa mal y... acertarás
Mmm, todo me hace sospechar que la policía les "metió el perro", el sabueso de la unidad anti-narcóticos.
Es cierto que el slogan de su negocio era: "Todos los perros van al cielo"?
Saludos
Guille, dando la "vuelta del perro".
Muchachos, que fea actitud la vuestra...