You Could Be Mine
Yo por Dentro - Comestible - Madre Naturaleza
Me gusta mucho comer cosas ricas. Me hace feliz y me facilita la tarea de reprimir mi deseos de venganza y odio hacia casi todas las obras de la creación. Sin embargo, por combinar esa búsqueda de la alegría con una vida sedentaria (hacer fiaca también me hace feliz), fui gordísimo alguna vez, muchos lo saben. Adelgacé de motu proprio, sometiéndome a una dieta horripilante y a un poco de ejercicio con pesas. Por esos días, mi estado de abstinencia nada tenía que envidiarle a lo que sufren los cocainómanos en los centros de rehabilitación en las películas, y mi humor era el de una hembra de demonio de Tasmania a la cual azotan en el trasero con los cuerpos inertes de sus crías recién asesinadas. Habiendo perdido casi 12 kilos en treinta días (me prometí pesarme al mes de comenzada la dieta, para ver si valía la pena el sacrificio), me dije a mi mismo: “Esto funciona”.
Y seguí. Bajé unos cuarenta kilos, aproximadamente en cinco meses (no podía parar de adelgazar, en determinado momento). Luego aumenté un par más y alcancé mi peso justo. De esto hace más de cinco años (puedo tener dos kilos mas o dos kilos menos dependiendo de mis actividades) y desde entonces hago un poquito de ejercicio, no sufro con la comida ni le doy tanta importancia, pero de vez en cuando algún alimento me fanatiza. Y me vuelvo adicto, loco, enfermo. Puede ser algo que lleve mucho tiempo sin comer, o que pruebe por vez primera, pero cuando eso ocurre… ya no puedo dejar de comerlo hasta que lo acabo. Estoy seguro de que al menos una pequeña parte de la población lectora de este blog ha sufrido alguna vez de estas adicciones alimenticias pasajeras, que a la larga terminan esfumándose. Suele darse con antojos raros, como el Mantecol, la Coca-Cola con jugo de limón, el chocolate aireado, el arroz con leche, el pan de una panadería en particular, las omelettes de jamón y queso y cosas así.
Hoy, 13 de Septiembre, me siento espantosamente incómodo estando en una habitación en la que hay chipá sin ser comido, en una bolsita, en mi mochila. Lo devoraré cuando llegue la hora del almuerzo. Lo que quiero decir es que si dentro de unas horas, a la salida del laburo, el vendedor de chipá no está esperándome, voy a salir en los noticieros. Porque deseo, anhelo, ansío, preciso, necesito desesperada e iracundamente mi ración de chipá… vendería este blog a cambio de un kilo de chipá, mataría a cada uno de ustedes por un chipá… a cambio de una ruedita de chipá de esas que cuestan un peso (cada una) ahorcaría con mis propias manos desnudas a Dakota Fanning y mientras tanto me reiría histericamente, a los gritos, llevando mis ojos inyectados en sangre, y apretaría, y apretaría, y apretaría…
Realmente, quiero chipá. Llevo una semana de comerme dos o tres pancitos por día. Y no, no tengo miedo a la posibilidad de que sentarme a hacer popó se haya convertido en cosa del pasado.
Primero se empieza por la adicción al chipá, después viene la cachaca guaraní bailable y se termina casando con una diosa guaraní.
Cuídese, amigo. El imperialismo paraguayo es implacable.
PD: No es joda, compañero, los paraguas son terribles y están en todos lados. El de blogger le mandó la palabra clave "wpuknaé"
La diosa con la que me terminaré casando es extranjera, más no paraguaya, Amperio.
La cachaca guaraní bailable debe de ser algo digno de documentarse. Pero no tema más de la cuenta: creo tenerlo todo mas o menos bajo control.
A mi también a veces me agarran ataques y estoy durante cieto tiempo comiendo tooooodos los días algo. Hasta que no lo quiero ni ver durante otro cierto tiempo.
Por ejemplo en una época me agarró el ataque del arroz con leche y estuve como un mes seguido tooodos los días desesperada por el arroz co leche hasta que de repente, un día, nada. O sea, no me van bajando de a poco las ganas. No, así de golpe, no lo quiero ni ver por un tiempo larguísimo.
Yo a Dakota Faning la ahorcaria con mis manos desnudas de onda nomas...
No te jodio bajar 12 kilos en un mes?
Yo bajo uno y me mareo.
Me ha pasado Mantis, sin ir más lejos, la semana pasada estuve los 6 días hábiles deglutiendo Cremonas, esa mixtura preciosa de manteca, harina y agua y así fue que mi contextura aumentó unos centímetros.
asesinar por culpa de la chipá está justificado y sirve como atenuante en el juicio.
(tambien violar y robar publicidad de los buzones)
Justamente este fin de semana estuve en Baires y probé chipá en Retiro. No sé si habrá sido el lugar, pero el bizcocho (si es que eso es) podría haber sido utilizado para bajar aviones pequeños. No sé a que viene esta historia. Yo soy adicto a las mentitas Ambrosoli.
Estee... eehmmm... ¿qué es la chipá?
Saludos,
M.
PD: Y cuál fue la dieta? mire usted que me sobran unos 15 kilos.
Cosmo: Lo suyo son antojos sin embarazo. Guarda, que eso engorda.
Mane: Que mala entraña es usted... cosa seria.
Luciano: Es que pesaba 120, mas o menos. Y no andaba mareado, débil, ni nada de nada. Enloquecido de odio, nomás. Pero después del primer mes, y ver los resultados (ropa grande grande) todo fue un paseo, en serio. Si hubiera bajado dos kilos, habría abandonado.
Pesimista: Que cosa rica y grasosa, la cremona. Y por algo la venden al lado del tipo que vende chipá...
Pero no crea que usan manteca: usan "margarina hojaldre", que es más barata y se labura mejor por una cuestión de temperaturas de fusión. Y no me haga ponerme nerd gastronómico, por favor.
Rufus: Si habrá arruinado pizzerías usted, debido al boicot involuntario...
Mantis: cuando tengas tiempo plis posteá la dieta con la cual bajaste tantos kilos (acordate que lo prometiste en posts anteriores).
Yo tengo el chipacero apostado en la esquina del laburo. Soy fan de los chipá.. hasta he comido en Posadas unos rellenos con carne que son para morir.
El tema es que parece que se me ha jubilado el hombre (que es oriundo de esos pagos) o murió capaz de una sobredosis de su propia elaboración.
El tema es que me pasa que compro para comer de camino a casa en el bondi (a casa no llevo porque mi hijo tiene un gran sobrepeso y cuando empieza a comerlas no para) y si bien, no necesito hacer dieta, a Deus grasa, me como 4 o 5 en quince minutos que es lo que dura el viaje y después siento un dolor terrible de panza con tanta harina de mandioca peleándose en mis adentros con la manteca y el queso...
Será cuestión de hacer control mental para aprender a comer y decir basta cuando es el momento.
Salutti.
Mi problema no es la comida... sino la cerveza... y el vino... y el whisky... y el Gin Tonic... (y alguna que otra droga)
Saludos
a mi me ha pasado de chico con el atun y de puber con la bolskaya de melon. cualquiera que siquiera huela a 10 km, mi aparato digestivo en su totalidad se da vuelta como una media y se estruja cual trapo de piso.
de grandecito me fui a buscar algo que fuera menos nocivo. parece joda pero estuve 6 meses adicto al té con leche y edulcorante.
saludos
Godsize: Y, si... el chipá debe comerse medio calentito, porque frío es menos digerible que guiso de tuercas. pero es rico igual.
Malaquías: El chipá es un pequeño panecillo hecho de harina de mandioca, grasa y queso, de miga compactísima, muy sabroso y pesado. Aquí se vende en las estaciones de tren, y en otros lugares de venta ambulante similares, a un precio bastante accesible (33 centavos de dolar= dos pancitos de 100 grs. c/u aprox.)
Conozco alguien que se empachó con las gomitas de colores. Se tragó la bolsa que venden al por mayor, entera, mientras miraba una peli...
Araña: No sea optimista... ¿usted cree que tienen manteca? En estos días termino de escribir el post de la dieta.
Payin: Yo me intoxiqué con una tonelada de mayonesa y desde entonces no la puedo ni ver. Apenas un toque en los panchos, y ensalada de papa y huevo. Pero usted, si sigue así, se va a morir, créame. Y si no, también, pero dentro de muchos años más.
El idiota: Bueno, fumar hace peor y sale mucho más caro. A la larga, todo te jode en cierta medida.
Maurus: No sea vicioso, varón. Dele a los blogs nomás, que curarse es fácil y divertido.
Chamemal: Ser adicto al te con leche y edulcorante es lo más triste y afeminado que puede ocurrirle a cualquier hombre.
Magic: Sí... por suerte le hicieron un enema de café caliente y le salvaron la vida.
¿Vale tener adicción a la comida... en general?
usté se da con los chipás regulares, o con esos chipacitos de mornondanga que venden en baires?
porque si todavía no porbó el chipá grande, caliente, y con muuuucho queso original, usted todavía se droga con aspirinetas, no se si me entiende la alegoría.
tenga cuidado con el chipá original. es un camino de ida
Pitoti2: No, no vale. Porque comer es lindo, pero hay cosas que hacen de comer algo que va mas allá de la entereza espiritual.
No, Joaco, yo me refiero al verdadero chipa, ese lleno de queso, duro, macizo, pesado pero chicloso y con verdadero gusto a mandioca. Se lo digo como nieto de difuntos abuelos correntinos, conocedores sobrados del chipa cuerito.
uia. me hiciste acordar cuando los sábados traía mi viejo chipá caliente al mediodía.
En una época yo llevaba siempre encima un paquete de gomitas "mogul".
Y en la primaria fueron las Titas.
pd. después sabremos si ahorcó a alguien o pudo saciar su antojo. saludos!
"mi humor era el de una hembra de demonio de Tasmania a la cual azotan en el trasero con los cuerpos inertes de sus crías recién asesinadas"
juajajajaja simplemente brillante
p.d.:jamas probe el chipa :O
Ohh sí, esos arranques alimenticios.
Ayer me volvía loca por fideos con hongos, era la 1 de la madrugada y me puse a cocinar O.o
Y recién después de haber comido fideos con salsa bolognesa y salchichas me agarró el ataque y recalenté lo que sobró.
Debo hacer algo ya, o terminaré rodando.
Besos!
Ami me pasa con el mantecol unicamente.
Roberto Peturra Lic. en todo.
me ha pasado muchisimas veces
pero no baje de peso drasticamente
excelente post
yo mataria x tantas cosas ricas mira...
a mi en vez del chipa me pasa con la tortilla esa hecha a la parrilla que no suelo encontrar seguido y cuando lo hago..compro varias las cuales voy recalentando.
me senti identificada con ese post..ya que me sucede lo mismo..tuve epocas de los chizitos, del arroz con leche..del bizcochuelo de chocolate, cadbury de frutilla, tarta de zapallitos, tostadas con manteca y dulce de leche, etc, etc ,etc. Y es verdad..es tanta la desesperacion por comer lo que se antoja en ese momento que seria capaz de cualquier cosa, desde patearle la puerta de algun auto que dobla muy pegadito a la calzada hasta ahorcar despacito al viejito que toca el bandoneon...quevaser, las miserias del ser humano
lo entiendo, a mi me pasaba con la villa del sur pomelo. Ahora, con los halls verdes, de uva creo que son. No puedo parar.... es una adicción.
Pero pasa, eso es lo bueno, uno se harta hasta que se vuelve a equilibrar.
Asi que no se preocupe, su adicción pasará.
Vic: No, no ahorqué a nadie, finalmente. Me compré dos pancitos y asunto arreglado. Ya pasó el "cold turkey".
Lena: ¿Y qué espera para hacerlo?
Manzanita: Hace poquito estuve con un mini-antojo de fideos con hongos, pero me preparé un poco este domingo y creo que ya fue, hasta el año que viene ya no le daré mas bolilla.
Peturra: Bueno, al menos es conciente de que su libertad depende de un solo producto, y eso es mucho decir.
Roma: Gracias por los elogios, y bienvenida seas a Damos Pen@...
Celes: ¡Solo el amor salvará al mundo!
Marina: Esa tortilla a la parrilla es también muy rica, si. Pero su vida útil es menor a la del chipá, y eso la deja en segundo lugar a la hora de comer cosas peligrosamente distribuídas en la vía pública.
Jajaja!
Qué rico, che.. Yo ahora estoy con los cereales inflados. Y porquerías marca Bonobón.
npcsv
No podemos comer sin vianda
Cuando decis cereales inflados... tenés que ser un poco más específica.
Personalmente, creo que el arroz inflado es una masa que sirve para darle "crunchi" a los flanes y helados. It just goes with almost everything.
Claro, tenés razón.. arroz inflado como agregado. Después está el maíz inflado, que es un snack en sí mismo.
hrkyd
Hasta remotos kilometrajes, yendo deliramos.
Mantis creo que su post anterior se ejemplifica muy bien con su con su contestacion a mi mensaje anterior. No le encontre relación. Calculo que le estaba contestando a algun otro, pero igual resulta comico.