When you wish upon a Mantis

Yo por Dentro – Vida Diaria – Del Habla

Me parece encantador que de acuerdo a lo acostumbrado para estas fechas, se me acerque alguien y me diga las siguientes palabras: “que se te cumplan todos tus deseos”

No debería hacerlo, porque me ha pasado que me lo dijesen y en ese preciso momento estar yo asintiendo con la cabeza y deseándole la muerte por motivos que no vendrían al caso. Bueno, no, estoy exagerando. Les deseo cosas malas sin especificar, es algo así como una mala onda convertida en un haz de láser que apunto con ganas, entrecerrando los ojos. Y cuando digo “me ha pasado”, me estoy refiriendo a algo de hace pocos días. “¡Que se te cumplan todos tus deseos!” me dijo él, “Gracias, igualmente” le dije yo, y para mis adentros murmuré algo que debe haber sonado a “Hehehe… you´re fucked, asshole!”

Pero me ilusioné de puro gusto, nomás, porque no se murió nadie. Eso demuestra que

a) La persona realmente no está deseándolo con fuerza y sinceridad. En este caso, resulta sobradamente comprensible que le desee la muerte, por falso. Pero no pasa nada, el sigue vivo y todos guardamos las apariencias. O:

b) Yo no estoy deseándolo con fuerza y sinceridad. Lo que dentro de todo se entiende, si suponemos que a alguien que me desea cosas tan lindas, yo no puedo desearle la muerte en serio. Pero no es explicación suficiente, ya que (pueden apostar) mi deseo fue lo suficientemente intenso como para dejarlo, por lo menos, hemipléjico. Estoy seguro de que Stephen Hawking no era el más querido entre los compañeros de trabajo, antes de empezar a desmejorar. Y Christopher Reeves le debe haber cagado la novia a más de uno, con eso de "no puedo evitarlo, soy Superman". Lo que no puedo imaginar es lo que pudo haber hecho Michael Fox. Habrá sido envidia, nomás.

Igual (y volviendo a lo me afecta), si no queda otra, con que sea infeliz la mayor parte del año me conformo, que se yo. En una de esas, mi deseo funcionó a niveles no perceptibles a simple vista. Tal vez se quedó impotente, o una vinchuca lo infectó con el virus del mal de Chagas mordiéndolo en el dedo gordo del pie mientras dormía. Por las dudas, no deseo que se le cumplan todos los deseos a nadie, tan solo los que no me involucren directamente, y en un grado importante y funesto.