Fuego en el hoyo y ¡Poder Supremo!

Vida Diaria – Cine, tele y así – Madre Naturaleza

Suelo despertarme con el timer de la televisión, en algún canal de noticias. Probé hacerlo con canales de música y de películas o dibujos animados, pero mi cerebro siempre se las ingenia para asimilar la información que entonces recibo, y en lugar de despertarme termino soñando lindo y variado por cinco minutos, y despertándome luego con el paracaídas de emergencia (mi teléfono celular).

Hoy, las palabras que me arrancaron de los brazos de Morfeo, fueron mas o menos las siguientes: George Bush reconoció sus errores en la guerra en Irak. Admitió su fracaso diciendo que no habían sido enviadas suficientes tropas y es por eso que piensa enviar 20.000 más.

Hey, no se puede negar que resulta gracioso. No en un buen sentido, pero gracioso. Me llevó directamente a recordar aquello que todos pudimos escuchar o leer en algún lado meses atrás, cuando Corea del Norte realizaba pruebas atómicas. La verdad es que no sé muy bien de que se tratan, pero me suena a que pusieron a un montón de coreanos a cavar un pozo, luego enterraron una ojiva activada a control remoto, y una especie de Montgomery Burns coreano la hizo explotar, después de haberla tapado con tierra. Entonces se sintió un temblor, cayó un poco de polvo, y todos los coreanos festejaron jugando un campeonato de carreras de kartings. Si en realidad se trata de otra cosa, no me lo digan. No lo arruinen.

Ahora bien, el simpático y siempre alerta George Bush no pudo contra si mismo y apareció diciendo que no piensa atacar a los norcoreanos, pero que sí impulsará acciones decisivas, y se reserva el derecho de usar “todas las opciones”. Que es lo mismo que decir: “Rogá que no me aburra de Afganistán.” Me lo imagino en pijamas, mirando televisión en el momento del anuncio coreano, saltando de la cama y apretando un botón rojo en un enorme control remoto a la voz de: “¡Te tiro cuetes, mirá que te tiro cuetes y te mando las tropas, porque tengo cuetes y tropas, eh!”

Sin embargo, Pyongyang respondió de la misma manera en la que yo lo hubiera hecho tras haber realizado con éxito un ensayo nuclear: “Cualquier acción en nuestra contra equivaldrá a un acto de guerra”. Es obvio: tener armas atómicas, medio como que te envalentona mucho más que cualquier ginebra. Créanme lo que les digo: si yo tuviese armas atómicas, probablemente andaría tocándole el traste a todas las rubias lindas, y pretendiendo comer gratis en todos los restaurantes, exhibiendo una calma, autoestima y seguridad sobrecogedoras. Y me compraría el DVD de “Juegos de Guerra”, con Matthew Broderick, que ya tiene como cincuenta años y todavía no aprendió elegir sus papeles en el cine. Bah, en realidad haría que me lo diesen sin pagar. "Tengo armas atómicas, paparulo" -sería mi argumento ante el cajero.

Que no me vengan con lo de la paz en la comunidad internacional y esas cosas. A fin de cuentas, guerra y tiroteo hay siempre en algún lado, y Estados Unidos usó su bomba atómica en cuanto se le presentó la oportunidad. Todo bien, yo también lo habría hecho, porque salen caras de fabricar y no hay que andar gastando “superávites” nomás de vicio. Incluso me habría mandado a hacer un cañón atómico para sujetar a mi brazo, o un traje como el de “Los Centuriones”. Los demás países de Asia también se opusieron a la demostración de poder nuclear llevada a cabo por los coreanos, pero eso no va mucho más lejos que el escandalete que se sigue haciendo aquí debido a las papeleras uruguayas. Japón llegó a pedir que se prohibiese a los barcos y aviones coreanos aterrizar o desembarcar en puertos extranjeros, pero creo que los nipones en realidad están nerviosos debido a que el precio de la Playstation 3 es elevado, incluso para ellos. Los entiendo. Yo también me siento mal por eso. Finalmente, se conformaron con algunas medidas no demasiado sorpresivas, como ser el bloqueo de artículos de lujo y esas cosas. Que es lo que yo hubiera hecho: Si no hay Playstation 3 para mí, que no la haya para nadie.

Ahora, lo que quiero que me conteste la multitud, es lo siguiente: ¿Cuántos de ustedes creen realmente, pero realmente, que el fin de la humanidad va a llegar de la mano de una guerra nuclear, con misiles cruzando el cielo, hongos atómicos y todo eso? Digo, rasgarse las vestiduras en pos del desarme nuclear a esta altura del partido, ¿no es algo así como… histeriquear?

Lo confieso: a mí, Duhalde me da más miedo que Kim Jong II y George Bush Jr. juntos.