viernes, agosto 18, 2006

El otro, otro, otro duelo

Yo por Dentro

Volvamos a hablar de mí, que es lo que importa. Mi madre, enajenada como ella sola y ayudada por ciertas habilidades o dones naturales que no he sabido explotar debidamente, se encargó de que yo iniciase la escuela sabiendo leer y escribir, tanto en imprenta como en cursiva. A los cuatro años yo ya leía cualquier cosa que cayese en mi poder, desde las Reader´s Digest de mi abuela hasta las Sex Humor de un vecino, pasando por Billikenes y libros de todo peso. Eso tuvo un efecto favorable pero que alimentó mi espíritu antisocial: me evitó el jardín de infantes.

Prefiero que se quede en casa, está muy adelantado –decía mi madre para darse corte-. Total, a esta edad la escuela es una guardería.

Del preescolar, sin embargo, no pude zafar. Para ese entonces ya había leído a Twain en todas sus formas –por nombrar alguno-, y descubierto las maravillas de la sobre-exposición a la televisión y los videojuegos. De más está decir que me aburría al punto de dormirme en clase y ya daba muestras de estar quedándome corto de vista. Mis primitivos compañeritos se encargaron de hacerme sentir todavía más genial e inteligente de lo que yo ya me sentía, pero en segundo grado de la primaria hubo una compañera que no.

Verónica Carbelo había venido de otro colegio y estuvo con nosotros sólo un par de años. Era muy despierta (demasiado quizás), incansablemente competitiva y para nada estúpida. Probablemente hoy sea ella una prometedora estudiante (egresada tal vez) de alguna carrera universitaria de esas que nunca pasan de moda, dueña de un presente mucho más auspicioso que el mío. O tal vez quedó embarazada a los dieciséis y hoy es la orgullosa madre de cinco críos que la molestan haciendo ruido justo a la hora en que empieza el programa de Rial. Se me ocurre, que se yo, no viene al caso. Recuerdo que su madre era una mujer de esas que van a joder a la maestra todos los días, creyendo que su hija es el ombligo del aula, del colegio, y del sistema educativo de la provincia de Buenos Aires. Casi como la mía.

Nos habían ordenado dibujar algo que nos gustara hacer cuando estábamos en casa. Yo dibujé exactamente lo mismo que dibujaría hoy en día: a mí mismo, durmiendo. Incluí, como era de esperarse, un globo de diálogo sobre mi cabeza en el cual escribí muchas “zetitas”: ZZZzzz… ZZZzzz. La maestra lo vio y me felicitó remarcando cuan lindo me había quedado. Lo mismo le decía a todos, pero eso igualmente despertaba la curiosidad infantil dentro del aula. Para peor, mi fama me precedía. Imagino que ustedes han vivido la situación también, de uno u otro lado de la vereda.

-Fuaaa, que buenoooo…
-¿Ese sos vos? Está rebueno…
-Ay, que lindo, yo dibujo remaaaaaaal….
-¿No me ayudás?
-Mire, Seño, el mío también está bueno…

Y así. Pero esta chiquilina en cuestión –envidiosa, según mi madre- se desbancó diciendo algo que debe haber sonado aproximadamente así:

-“Está re-mal, porque nadie dice zzzzzzz cuando duerme. Porque cuando dormís roncás, pero no silbás. ¿O en tu casa duermen silbando?”

Y comenzó a simular que dormía y silbaba simultáneamente. Me sentí desorientado y por unos instantes no supe como reaccionar. Mis compañeros se dividieron entre los que rieron y dijeron: “Sí, sí… Andrés se equivocó… hizo algo mal” (casi todas chicas y amigas de la susodicha que no habían visto jamás una historieta y se sumaron a la burla) y los que dijeron “¡Noo… pero si está rebueno!” (algunos pocos colegas, compañeros de recreo interesados y amigos de cumpleaños con dos dedos de frente, respetuosos de mi trayectoria). Lo recuerdo con claridad porque hasta ese entonces nadie jamás me había desafiado a nada, al fin y al cabo, yo era poco menos que Akenatón. Otros se quedaron en silencio, temiendo una reacción mía que podía ser:

a) Un ataque de asma, llanto, convulsiones y muerte súbita.
b) Rayos divinos y cataratas de blanco fuego cerebral brotando desde mis ojos, al estilo del arca de la Alianza.
c) Una respuesta verbal inmediata.

Debo de haberme ofendido y ruborizado, porque recuerdo el calor que sentí. Pero sabía que necesitaba defenderme, y lo hice atacando, redoblando la apuesta a un todo o nada. Estaba desesperado, como un boxeador al que derriban por primera vez.

-¿A ver el tuyo? –dije tratando de no perder la calma y desviando la atención de la multitud lejos de mi cuaderno. Ella no se negó. Había hecho algo cursi pero efectivo: se había dibujado jugando al fondo de su casa, en el pasto, con su perra y un hermanito o hermanita menor. Lindo dibujo, tal vez mejor que el mío, presa del abuso deshonesto de los crayones y mucho más colorido. Pero algo mal tenía que haber hecho, un detalle debía de habérsele escapado… yo sólo tenía que hallarlo. Creo que fue Dios quien me llevó a mirar por la ventana y encontrar el contraataque. Recuerdo mis palabras exactas como si hubiese sido ayer…

-¿Dónde viste un cielo blanco con nubes celestes? –le pregunté con cara de preocupado pero llevando un inmenso alivio por dentro-. ¿Sos tonta o qué? ¿A quien saliste tan bruta? ¿A tu mamá o a tu papá? ¿En tu casa son todos tan brutos?

La maestra me retó, pero mi rival no pudo reponerse del golpe y mordiéndose de bronca soltó un par de lágrimas, ante la mirada de los que volvían a convertirse en mi séquito silencioso y disimuladamente procedían a borrar las nubes celestes de sus propios cuadernos.

Cabe aclarar que jugué sucio, porque yo también dibujaba las nubes celestes. Todos lo hicimos alguna vez, por imitación, seguramente. Es sano, recomendable, incluso. Pero negué las acusaciones y me rehusé a mostrar dibujos pasados en mi cuaderno, alegando no tener tiempo para esas cosas. Al día siguiente, las nubes celestes y cielos blancos de mi cuaderno habían sido corregidos, tras una tarde en la que eliminar toda clase de evidencia me costó una goma vieja y varias horas de tortura. La madre de la derrotada se presentó a pedir explicaciones, pero la maestra la despachó sin pensar en llamar a mi madre o castigarme. Al fin y al cabo, el supuesto agresor era en realidad el niño más educado y querido de la escuela, que siempre ayudaba a todos y se había defendido de una burla. Prueba de ello fue que a fin de año fui votado como mejor compañero, por segunda vez consecutiva. Cosas de chicos.

Al día de hoy, creo que aquella fue mi victoria más sufrida, pero también la más intensamente gozada de todas, y la que más ayudó a que me convirtiese en abanderado cuatro años después, cuando “ser el mejor del colegio” ya no era –para bien o para mal- una de mis prioridades. Y se la dedico a W. P., un muchachito que supo que el cielo era celeste y las nubes blancas mucho antes de que yo lo hiciera, y supo hacérmelo notar por lo bajo, a la voz de: “va a ser más fácil si lo pintas todo de gris y decís que está nublado”.

38 Comments:

Blogger Luciano dijo:

Que competidores y tan pichones!
Y bue, el asunto estaba en darle adonde mas le doliera. Para que empezo?

Esas madres...

Por suerte siempre fui uno del monton, ni el primero ni el ultimo, porque esos caen primero.
jejejeiii

viernes, agosto 18, 2006 8:47:00 a. m.  
Blogger cuti dijo:

Sólo le voy a decir esto hoy: Shúnior y Mantita van a tener mucha suerte.

viernes, agosto 18, 2006 8:57:00 a. m.  
Blogger Henrieta R. Hipo dijo:

Los niños son crueles, siempre lo fueron, siempre lo serán. Y esas madres...
A mi me pasó algo parecido pero lo peor de la situación es que a mi no me importaba en lo más minimo ser el centro de atención o elogios y a la otra chica (competitiva y soberbia por demás) parecía preocuparle demasiado. Hicimos un par de años en la primaria juntas donde aprendí a no mostrar un dibujo cerca de donde estuviera ella para evitar burlas. Me la volví a encontrar en la secundaria despues de que las dos nos habíamos cambiado a colegios diferentes y ahi, ya más segura de mi misma, no me hice problema por lo que pudiera pensar de mis ideas (estudiabamos arte, no me podía andar escondiendo) y más de una vez la mande a la mierda por desubicada. Pero, obviamente, hacer eso es más dificil (o casi imposible) para un niño pequeño. Y, pobrecitos, me da mucha bronca. Cuando mi hermanito me contaba que le hacian esas cosas me daban ganas de ir a pegarles a los compañeros y ahora que me dice que EL lo hace, le pego a él porque lo tengo cerca. Por cómo fui yo de chiquita sé lo horrible que es tener que aguantar burlas de alguien que se cree superior. POBRES los nenes que me tengan a mi de seño!

viernes, agosto 18, 2006 9:05:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Luciano: He conocido cada "último" currando feliz en la empresa del padre, que mejor ni le cuento. Esos se caen pero rebotan siempre, y la pasan bomba.

Cutipaste: Me conformo, al paso que vamos, con que tengan la posibilidad de estudiar, luego un trabajo estable, una casa y salud. Aunque no mucha salud, o los voy a envidiar.

Jes: El problema es que yo me creía demasiado superior incluso para burlarme de ellos. Ni de mis burlas los creía dignos.

Bah, yo no. Mi vieja. Yo estaba entretenidísimo mirando tele y jugando a la Commodore 64.

viernes, agosto 18, 2006 9:28:00 a. m.  
Blogger Araña Patagonica dijo:

Muchas veces los padres fomentan/mos esa actitud competitiva y soberbia de los chicos, pensando que porque se destacan en la escuela, van a ser mejores personas.
Sigo pensando que un factor fundamental para que nuestros hijos sean felices, por sobre todas las cosas, es la humildad y no la soberbia.
Aunque en algunos casos, y bien aplicada no viene nada mal.
Lo jodido es que ellos entiendan cuando deben usarla para defenderse.

viernes, agosto 18, 2006 9:32:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

Nunca competí en la escuela... básicamente porque ya había perdido la oportunidad de ser el popular y ya era el hazmereir.

Lo mío no era competencia sino supervivencia, y si salí vivo de ahí, es pura casualidad.

Ah, y como mi viejo era arquitecto, mis dibujos de primaria ya había aprendido a hacerlos en perspectiva y con punto de fuga... je.

viernes, agosto 18, 2006 9:34:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Araña: Una cosa es competir disfrutando del viaje y otra cosa es querer que nadie más se saque un 10. Pero algunos padres directamente quieren que sus hijos se preparen para explotar a sus semejantes (como ellos lo hacen) sacando cuanta ventaja pueda, y eso me pone triste.

Animal: El hecho de que yo fuese mas bien querido y no el hazmerreir siempre me llamó la atención. Más que nada en la primaria... porque yo era gordo, casi rapado, anteojudo, torpe, solitario...

Hay quienes creen que se debe a que me comportaba muy bien con los adultos y nunca molestaba a nadie, además de ser más serio y silencioso que ninguno. Yo creo que se debe a que cuando me pedían algo, los ayudaba, pero no le daba joda a nadie, ni los trataba de tontos. Popular era con las madres y las maestras, nada más.

Lo de la perspectiva lo entiendo: yo iba a estudiar dibujo con ocho o nueve años, y aprendí allí (en unas doce clases) casi todo lo que sé acerca de todo.

Y perdonáme, pero eso de la supervivencia me causa mucha gracia. No sé que esperás para comenzar a dibujar al pequeño verdoso de "Mqm" con guardapolvo (o uniforme) siendo tomado de punto por un enorme abusón.

viernes, agosto 18, 2006 9:53:00 a. m.  
Blogger Señorita Cosmo dijo:

Qué insoportable debiste ser de chiquito!!!
Yo jamás de los jamases hubiese aceptado que ninguno de mis padres vaya a hablar al cole por nada de esas cosas. Jamás!
De todas formas, no me interesaba en lo más mínimo competir con nadie, y mis dibujos, lejos lejos, siempre fueron los mejores del grado (papá pintor, mamá profe de dibujo) y los más admirados.
Y por cierto, la Carbelo en internet no figura, así que alguien importante y catedrática no es.
Capaz que sufrió una crisis enalgún momento de su vida (como mi vecina abanderada que golpeaba las paredes y gritaba) y dejó de estudiar para siempre. Quién sabe.
Dudo que mis amigas y yo me nos hubiésemos llevado bien con ella.

viernes, agosto 18, 2006 9:53:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Payin: Mi vieja quería tener el mejor hijo del barrio, eso es todo. Lo malo es que me convirtió en un inutil que ni escupir sabe. La Commodore me la regaló mi papá (un bancario le había pagado una deuda con ella).

Mi vieja me compraba libros, mi viejo, revistas. Yo no podía entender, en tercer y cuarto grado, cómo mis compañeros no sabían quienes eran Joe el indio, Terence Todman o Frac Aso.

viernes, agosto 18, 2006 9:59:00 a. m.  
Blogger Pitoti2 dijo:

Tiempos difíciles los de la escuela si te destacabas por algún motivo, cuna de proto obsecuentes y detractores. Yo sufrí el cambio de escuela y provincia a mitad del camino, así que fuí el pajuerano, cosa que me costó el resto de la primaria revertir. Aún conservo un libro que me ragalaron en mi primer escuela cuando me estaba por mudar, firmada por todos mis compañeros y especialmente por mi primer amor, como el mayor de mis tesoros... Creo que cuando me vaya a mirar como crecen los rabanitos por debajo me lo voy a llevar conmigo.
¡Ah! Antes que me olvide. ¿No podés hacer que la verificación sea una sola letra? Me embola estar pensando significados para esas letritas.

viernes, agosto 18, 2006 10:06:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Cosmo: No, no era insoportable, era muy querido y respetado. Además de esas dos veces, fui elegido "mejor compañero" otras dos veces más. Al día de hoy, cuando paso a saludar por mi escuela primaria, sigo comprobándolo. Aunque tal vez me confunden con otro que está descubriendo vacunas y escribiendo libros interesantes. Yo de mi vida no hice prácticamente nada.

¿No aparece la Carbelo? Ja... Buena esa. Yo tampoco.

viernes, agosto 18, 2006 10:08:00 a. m.  
Blogger Sil dijo:

yo, a la que le meterías los dedos en el enchufe, es a la madre de ese pichón de Gerenta.

un abrazo!

viernes, agosto 18, 2006 10:09:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Pitoti2: Ya pedí disculpas por esto de la verificación de palabras, y lo vuelvo a hacer. No puedo modificar la imagen que aparece: quéjese con Blogger. O mejor, con los spammers.

Y ese libro... me encantaría verlo. Yo nunca me cambié de nada a nada. Siempre cerca de casa: la primaria a cinco cuadras y la secundaria a siete. Creo que habría dejado de estudiar en caso de tener que tomar un colectivo.

viernes, agosto 18, 2006 10:11:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

No, los dedos en el enchufe a nadie, Sil. Abrazo eléctrico.

viernes, agosto 18, 2006 10:13:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

Tu compañerita seguramente hoy trabaja en la AFIP.

viernes, agosto 18, 2006 10:38:00 a. m.  
Blogger Araña Patagonica dijo:

A eso me refería Mantis, a ser competitivo haciendole daño a los demás. Eso depende de los padres en no enseñarles desde casa. Nadie es mejor o peor por un 10 que saca.
Sabés? lo que contás de tu infancia me hace ver que mi hijo es muy parecido: gordito, torpe y solitario, pero muy querido por sus compañeros por su solidaridad. También lo eligieron varias veces mejor compañero.
Y para mí.. tu compañerita está internada en un siquiátrico.. tanta presión, tanta presión...

viernes, agosto 18, 2006 11:35:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Deapoco: ¿Sería bueno o malo eso?

Araña: Por el amor de Dios, enséñele a no ser torpe y adáptelo a la vida en sociedad. No va a ser ni más ni menos feliz, pero se va a evitar diez mil millones de disgustos... cuanto más encaje, más fácil la va a tener en el mundo este que nos toca. O por lo menos que aprenda a disimular que se cree superior y fingir cordura en los psicotécnicos.

La de que adelgace es importantísima. Durante un tiempo en mi adolescencia me hice a la idea de que moriría virgen.

Nah. Mentira. Creía que tendría mucho dinero para levantar minas con un auto importado.

Le erré a todo, anyway.

viernes, agosto 18, 2006 11:52:00 a. m.  
Blogger Araña Patagonica dijo:

No es tan fácil como vos crees, tratar de hacerle entender que tiene que tener una vida más sociable. Y nunca le inculqué que fuera así. Mi hija es totalmente distinta a él.. se llevan un año de diferencia y fueron criados de la misma forma y por los mismos padres. Es su escencia.
Y lo de la torpeza, perdoname, pero se trae en el ADN. Eso sí, dibuja como los dioses..
Y con respecto a su peso.. bueh.. eso es tema de discusión, todos los dias de nuestras vidas.. no porque yo lo ataque, sino porque está a la defensiva permanentemente. En alguno momento lo entenderá y espero que sea pronto.
No me gustaría que sea infeliz, más vale.. eso no es lo que uno quiere para sus hijos, más allá de tener muuuuuuuucha plata y levantarse minitas en autos importado.

viernes, agosto 18, 2006 12:35:00 p. m.  
Blogger Amperio dijo:

Dichoso de Ud., Mamboretá, que pasó elogiado toda la escuela. Mi primer conflicto escolar se dio en el Jardín cuando la directora me reprendió por empujar a varios compañeritos. No recuerdo bien por qué, pero cuentan que me enfurecí y grité: -A vos también te la doy y le apliqué una patada en los tobillos a la señora directora.
No llegaron a expulsarme. Mis padres me retiraron a tiempo...

viernes, agosto 18, 2006 12:47:00 p. m.  
Blogger Mantis dijo:

Araña: Lo del adelgazamiento lo va a entender solito, no se preocupe. O va a aprender a vivir con ello: yo nunca me sentí mal por ser gordo, fuera de bromas. Un día quise probar a ver como era ser flaco y me puse a dieta, y adelgacé.

La única diferencia entre entonces y ahora, es que puedo comprar ropa con algo más de comididad, y tengo una novia muy linda. Pero sigo sufriendo debido a que soy muy alto y los pulóveres se quedan cortos de mangas.

Mi novia no se enamoró de mi apariencia, de todas maneras... Así que estoy como al principio. Pero ocupo menos lugar en el Universo.

Amperio: Si lo hubiera visto el General...

viernes, agosto 18, 2006 1:15:00 p. m.  
Blogger Araña Patagonica dijo:

Creo que el tema de los kilos de más es una cuestión de conciencia. Claro que solito lo va a entender, pero es parte de un círculo: me veo gordo, me acomplejo, pero tampoco mueve un dedo por adelgazar. Tiempo al tiempo.
Sabiendo que ahora sos alto, supongo que cuando mi gordito estire, se verá mejor también.

viernes, agosto 18, 2006 1:19:00 p. m.  
Blogger Mantis dijo:

Yo estiré y ensanché, por lo que no recomiendo eso de contar con el estirón como maniobra adelgazante. Si no hace una tonelada de deporte o le afloja al morfi, va a ser un lechón, créame.

Y estiré mucho (unos 25 o 30 centímetros en poco más de un año y medio) pero no bajé un cara*o.

viernes, agosto 18, 2006 1:34:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

ups!! entonces es hora de dejar de darle bola a las viejas con ese mito!

viernes, agosto 18, 2006 1:51:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

Está muy bien, por ser una zorra desde tan chiquitita. Quien te dice que hoy día no te está buscando para agradecértelo porque le cambiaste la vida.

viernes, agosto 18, 2006 3:04:00 p. m.  
Blogger atandocabos dijo:

me imaginé a su compañerita HOY orgullosa de sus cuadros de acuarelas con cielo de pinceladas (que no senotan) chatas celestes y nubes pomposas perfectamente blancas-de-algodón egresada de la Pitman, donde también aprendió a manejar y estudió mecanografía. (y si, perdón, me salió la turrita de adentro. solo por defenderlo a ud. pero claro, eso no me lo pidió. bueh. sigo leyendo).

viernes, agosto 18, 2006 5:05:00 p. m.  
Blogger Maurus dijo:

Pues... ganastes... y a conciencia... ya que en la vida la "trampa" está absolutamente permitida... nosotros solo la calificamos moralmente.

Yo tambien me aburrí como una marzopa en el primario... pero en vez de dormirme... hacía KILOMBO!!!

Saludos

viernes, agosto 18, 2006 5:15:00 p. m.  
Blogger Rodolfo Fucile dijo:

Una vez, siendo yo alumno de salita azul, dibujé una mesa en perspectiva.
La maestra me lo sacó y se fue. Al rato me lo devolvió sellado y firmado por la directora.
En mi casa me explicaron que ese gesto había sido algo así como un elogio, pero tuvieron que pasar varios años para que yo comprendiera esa extraña forma de reconocimiento burocrático.

Muy lindo relato, Mantis.
Un abrazo.

viernes, agosto 18, 2006 5:31:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

yo era de los del medio, que no sobresalen por nada (menos que menos en dibujo, ya que uan hoy tengo una especia de rigidez mental con todo lo que tenga que ver con lo artistico) pero tuve un año de gloria: la profesora de lengua nos hacia sentar en ronda para discutir El principito, otro compañero y yo eramos los unicos que discutiamos y todo el mundo nos admiraba por la calidad de los dialogos dialecticos que sosteniamos. nunca mas se volvio a repetir...

viernes, agosto 18, 2006 6:31:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

me identifico totalmente, por que yo era gorda (mucho mas que cualquiera de mis compañeritas, todas divinas ellas) y tambien leia desde muy chiquita, me llegaba a leer un libro por dia y tambien me llevaba muy bien con los mayores, pero eso no disminuyo mi popularidad, yo era amiga de todo el mundo, pero nunca novia...
abrazos enormes!!!

viernes, agosto 18, 2006 6:37:00 p. m.  
Blogger Miss M dijo:

La competencia infantil se puede volver tremendamente violenta, te defendiste bien

ahora... la verdad la verdad... y sin querer hacerme la superada es que nunca se me ocurrio pintar las nubes celestes.... y nunca me di cuenta si alguien lo hacia!

viernes, agosto 18, 2006 9:45:00 p. m.  
Blogger Mantis dijo:

Cualquier Boludo: Hoy en día, nadie busca a nadie a menos que sea para pedirle plata.

Vic: Mejor que a mí le debe ir, seguro. Pero bueno, tal vez ella contó con muchas cualidades de las que yo comencé a perder en algún momento.

Maurus: Es que si no la calificamos moralmente nosotros... ¿Quien lo va a hacer?

Rodolfo Fucile: ¡Tiene usted razón! A veces los buenos trabajos volvían a mis manos con el sellito del director o algo así.

Y aquello de que usted manejase la perspectiva a esa edad, no me sorprende en lo más mínimo, a fin de cuentas, el asunto del lápiz no se le niega en absoluto... y no le permito la modestia irrelevante.

Naty: Ser amigo de todo el mundo me habría significado una incomodidad terrible. La amistad requiere de tanta atención hacia otra persona que no sea yo, que a veces me asusta.

El amor a una novia también, por supuesto. Pero ella es mucho más linda que cualquiera que haya sido mi amigo... y bien vale el panic attack.

Marina: Ustd va más allá del bien y el mal.

sábado, agosto 19, 2006 8:19:00 a. m.  
Blogger Caro -Vainilla - RUBIAAAAAAA dijo:

MUY BIEN!!! siempre hay que saber ubicar a alguien!
Yo también leía a los 4 años (pero eso se consideraba "natural" en mi casa), no era la sobresaliente, porque trataba de que no se notara que era taaaaan inteligeeeeente (al final, leemos todos, no?), pero no me iba muy bien defendiéndome de los guachos de mis compañeros.
Eso sí, jamás aprendí a dibujar...

Saludos

sábado, agosto 19, 2006 7:38:00 p. m.  
Blogger Goyitrina dijo:

Yo siempre fui la "cerebrito" del salón, siempre, aun hoy en menor proporcion lo sigo siendo en la facu...

Claro, en mi caso: flaca, timida y mi popularidad se basaba en un "prestame la tarea!!" al que solo aceptaba luego de una leve sesion de suplicas...

sábado, agosto 19, 2006 8:49:00 p. m.  
Blogger Pitoti2 dijo:

Che, si todos hamos recibido tantos galardones en el Jardín de Infantes/Primaria va a parecer una convención de Tragas (perdón por el arcaismo: Nerds).
La escuela, como culaquier cosa que se quiera poner como ejemplo, es la preparación física, mental y espiritual para afrontar el resto de nuestra vida y AHI es donde hay que apuntar como padres, a que el pibe sepa como "encajar", llamale, pero no por la sociedad, sino para que no le queden mambos en la cabeza como los que compartimos los ya creciditos. Y es que la vida es así, navegar en un mar lleno de gente de todo tipo, está en uno reconocer lo que vale la pena de lo otro, pero lamentablemente eso no es instintivo como en los animales, sino que hay que aprenderlo y que mejor que nos enseñen en vez de averiguarlo a los palos.
Y que los pibes hagan justicia no está mal, si no pasa a ser abuso. Hay que aprender a respetar tanto como hacerse respetar. No es que justifique la agresión pero a veces hay gente que no entiende (si, te lo digo a vos, que te tuve que bajar los portones del comedor para que me dejaras de hinchar las pelotas porque usaba anteojos)
¡Ahh..! Ahora ya me siento liberado.

domingo, agosto 20, 2006 10:16:00 a. m.  
Blogger Gatubellita dijo:

"Yo fui un niño prodigio hasta que encontré un amor, el futuro prometido es un pasado sin rencor"

Canta el gran Zambayonny.

Besos, una delicia este Blog.

domingo, agosto 20, 2006 1:26:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

mire, mantis,una muchacha de mi casa, la juanamaria, me ensenho a leer a los cuatro anhos, claudia mutti y franco gasparri fueron mi libro upa( en mi pueblo la tele llego recien cuando yo tenia 12 anhos, con el mundial 78)despues, bueno, aproveche la biblioteca de mis viejos y la biblioteca municipal que estaba a dos casas de la mia. Me acuerdo mi edicion toda subrayada de el decameron que le leia a la senhora que planchaba. O de Teresa Batista, de donde aprendi tanto ...El drama fue que por eso todos mis companheros me trataban como a una nerd, sobre todo porque me gustaba memorizar poemas.Ni le cuento cuando me dieron la bandera. Imaginese, yo estaba entre charlar chismes de pueblos con mis companheras o de phillip k.dick y miguel hernandez con mis profesores, que habria hecho ud??

lunes, agosto 21, 2006 7:19:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

claudia mutti, la hermana de ornella y franco gasparri, eran los mas famosos actores de fotonovela. imaginese los anhos que tengo, andrés!

lunes, agosto 21, 2006 7:21:00 a. m.  
Blogger Mantis dijo:

Caro: Es que no me considero inteligente ni por asomo. Soy un curioso desordenado que aprendió a leer y lo hizo con ganas, pero la inteligencia es la suma de una facilidad en la adquisición de conocimientos y la habilidad de poder aplicarlos.

Y a mí nadie me dió laburo por saber que las manchas y protuberancias del sapo se deben a que fue arrojado desde las nubes tras haber sido vencido por el gorrión en un duelo de guitarras.

Goyitrina: Yo la prestaba siempre, porque sabía que la maestra estaba al tanto de la situación. Me daba igual: incluso era mejor prestárselas que tener que aguantarlos rogando... los chicosse suelen poner muy pesados.

Pitoti2: A mí nunca me dijeron nada por los anteojos. Mi por entonces "gordura" era mucho más maleable y simple a la hora de forjar/conseguirme apodos.

Gatubellita: La delicia es usted. Y lo sabe más que muy bien, no se haga...

Male: Yo charlaba de videojuegos o programas de televisión... de libros no hablaba con nadie: me parecía que la maestra o cualquier adulto no tenía porqué perder tiempo conversando conmigo.

Anónimo: Primero: deje su nombre. Segundo: Ni idea tengo de quienes son esos muchachos de los que me habla. Pero me da la sensación de que usted vió las carabelas cuando estas todavía daban flores en primavera.

lunes, agosto 21, 2006 8:59:00 a. m.  

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