viernes, febrero 25, 2005

Por la 66

Otros

Dias atrás y desde su escritorio, Dios terminaba de dictar a su secretaria y decía lo siguiente:

-Bueno, Josefina, eso es todo... imprime este documento y envíaselo certificado a la parca. Esa es la lista completa. Nadie más vendrá a mi reino esta semana
Josefina leyó el vastísimo documento con la velocidad propia de la secretaria del creador del Universo, y tras dudar unos instantes, preguntó:
-¿Está seguro, Señor? Su Santidad Juan Pablo II se encuentra muy enfermo y va de internación en internación, tal vez sea el momento de traerlo aqui. No ha sido el mejor, pero se lo ha ganado.
-Puede que tengas razón, Josefina -replicó entonces Dios, abandonando su asiento y dirigíendose a una nube en la que lo esperaban Albert Einstein y Carlos Gardel para jugar un partido de truco demasiado postergado-. Está bien anotalo al final.

En una complicada letra cursiva manuscrita, podía leerse al final del documento:
-"Y Dice Dios que te traigas tambien al Papa, su trabajo en la Tierra ya está hecho".

Me pregunto... ¿Y si fue asi como sucedió? ¿Y si la parca leyó mal las palabras finales y debido a la pésima caligrafía de Josefina entendió Papo en vez de Papa? La muerte es sorda y no sabe de música, no tenía por qué saber que Pappo va nos dos "p".

Algunos creerán que estoy delirando, pero jamás lo sabremos.

(Dedicado al carpo, y a todos los verdaderos músicos que lejos del cielo y el infierno, van mas allá del bien y el mal)