miércoles, febrero 23, 2005

Del Habla: Savora mí

Comestible

Encontrábame yo chateando e iniciando una conversación con un viejo conocido, cuando se dió la siguiente situación:

Yo: -¿Cómo estas flaco, todo bien?
Él: -Siiii... sin hacer nada, lo más pancho....

Es probable que muchos de nosotros hayamos utilizado al "pancho" para graficar nuestro estado de tranquilidad, vagancia gratificante, o (suele ser mi caso) despreocupadísimo estado de animación suspendida en el que sólo funcionan ciertos órganos vitales.

Ahora bien, ¿De dónde salió eso? ¿Por qué es con el pancho la cosa? Yo no creo que muchos alimentos puedan jactarse de tener una personalidad avasalladoramente activa... Cierto es que los panchos poseen un caracter menos dominante que los choripanes, y carecen de la naturaleza enigmática de las empanadas, pero... no sé, el mondongo tiene una pinta de toallón infeliz que marea, y nadie le dice nada.

En lo personal, dejaré al pancho tranquilo.